Durante los últimos 30 años el área total de hielo marino Ártico ha disminuido en verano. Esto no solo provoca cambios importantes en los ecosistemas locales del Ártico, sino que también afecta a los sistemas climáticos de todo el mundo.

El grosor del hielo ártico ha disminuido el
40%
en los últimos 30 años.
El nivel del mar ha aumentado
19 cm
desde 1901.
A partir de un aumento de
2ºC
en la temperatura media global los peores efectos del cambio climático comenzarán a ser patentes.

A pesar de los esfuerzos científicos para comprender los cambios climáticos de esta lejana región, la investigación está todavía en pañales. Sin embargo, hay indicios que señalan la existencia de una relación entre la pérdida del manto de hielo ártico y el cambio en los patrones de circulación atmosférica, la circulación oceánica y los gradientes térmicos del hemisferio norte. Es difícil establecer qué efectos tendrán estos cambios, pero aquellos años en que el Ártico ha sido especialmente caluroso se han observado patrones meteorológicos persistentes y anómalos. Según se caliente el Ártico y retroceda el hielo, los mecanismos de retroalimentación, entre ellos, una menor capacidad de reflexión del hielo (albedo) y la liberación de los peligrosos gases de efecto invernadero de su largo almacenamiento en el permafrost (la capa de suelo permanentemente congelada), provocarán un aumento del cambio climático mundial.

Los años en que el Ártico ha sido especialmente caluroso se han observado patrones meteorológicos persistentes y anómalos.
Es probable que los episodios meteorológicos extremos sean más comunes en el futuro, habrá más probabilidad de sufrir olas de calor, inundaciones y tormentas muy intensas.

Tanto los estudios de observación como los de modelización indican que según desaparezca el hielo terrestre ártico (el de los glaciares) es probable que suba el nivel del mar y cambien los patrones climáticos del hemisferio norte. Los efectos probablemente varíen por zona geográfica, algunas sufrirán veranos más calurosos y secos, otras veranos más lluviosos mientras que en otras los inviernos serán más fríos y habrá más tormentas. Es probable que el cambio en los patrones de circulación atmosférica, entre ellos un cambio en la trayectoria de la corriente del Golfo, así como un “bloqueo” de las ondas atmosféricas planetarias contribuyan a estos cambios climáticos extremos. Igualmente es probable que los episodios meteorológicos extremos sean más comunes en el futuro, habrá más probabilidad de sufrir olas de calor, inundaciones y tormentas muy intensas.

Las siguientes imágenes simulan cómo afectaría el deshielo del Ártico en distintas zonas del planeta:

Sevilla, España

Miami, Estados Unidos

Lago Inari, Finlandia

Gran Muralla China

Londres, Reino Unido

Sudeste asiático