El plástico ha inundado nuestra vida diaria: podemos encontrarlo en envases de productos, ingredientes de cosméticos, el textil de la ropa, materiales de construcción y todo tipo de usos.

Cada año llega a mares y océanos el equivalente en basura a hasta
1.200 veces
el peso de la Torre Eiffel.
Solo el
30%
de los plásticos se reciclan en España.
Una botella de plástico tarda unos
500 años
en descomponerse.

El problema

Los plásticos han tomado la Tierra. Su creciente producción y uso amenazan con contaminar cada rincón del planeta, especialmente los mares, destino final de muchos de ellos, donde perjudican seriamente la salud de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que los pueblan. Los podemos encontrar en la playa, en las rocas, flotando en el agua e incluso en las zonas más profundas. Desde el Ártico hasta la Antártida, en zonas pobladas y en islas deshabitadas. Cada año, los mares y océanos son receptores de hasta 12 millones de toneladas de basura.

La situación mundial es dramática, más aún teniendo en cuenta que la producción de plásticos sigue aumentando, y alcanzó los 380 millones de toneladas alrededor del mundo en 2015. Estas cantidades, su fácil dispersión y su lento proceso de degradación convierte al plástico en el enemigo número uno de mares y océanos. Su uso es un problema asociado a los modos de consumo, ya que la mayoría se emplean para envases de un solo uso. España es el quinto mayor productor de la UE.

Particularmente perjudiciales resultan los microplásticos, fragmentos inferiores a 5 mm que pueden venir de la rotura de trozos grandes o haber sido fabricados directamente así, como es el caso de las microesferas presentes en productos de higiene y limpieza como exfoliantes, pastas de dientes o detergentes. Se calcula que cada bote de 100ml puede contener entre 130.000 y 2,8 millones de estas diminutas bolas de plástico que llegan al mar a través del desagüe, porque su tamaño tan reducido hace que no queden atrapadas por los filtros de las depuradoras. Estudios recientes han observado que los animales marinos están ingiriendo estos microplásticos, lo que está provocando bloqueos gastrointestinales y alteraciones en sus patrones de alimentación y reproducción. Pero no se queda ahí: hay evidencias de que se transfieren a lo largo de la cadena alimentaria y llegan hasta nuestros platos.

Y aún hay más, porque tanto los microplásticos como los macroplásticos tienen enormes impactos económicos y sociales. La basura acumulada en las playas afecta directamente a un sector turístico dependiente de la buena salud del litoral y el medio marino, mientras que las necesarias labores de limpieza causan enormes desembolsos de dinero público.

La solución

Reducir el uso y el impacto que los plásticos tienen sobre los ecosistemas es responsabilidad de todos y todas, tanto de las administraciones públicas como de la ciudadanía. Sus efectos, aunque pueda parecernos imperceptible, son demoledores, extendiéndose desde el Ártico a la Antártida, y causan estragos en las especies marinas.

¡Salva nuestros mares de la invasión de plásticos!

El uso del plástico es insostenible y es un claro ejemplo de los impactos de la cultura del usar y tirar. Por ello hay que ir al origen del problema y, en primer lugar, reducir la cantidad de plástico que se pone en circulación y después apostar por la reutilización. Ya hay un movimiento creciente de personas en todo el mundo que están apostando por un estilo de vida libre de plásticos de un solo uso.

los plásticos en el mar Greenpeace microplásticos. Recogida residuos en playa de alborada, Valencia.

Qué está haciendo Greenpeace

Reducir el uso y el impacto que los plásticos tienen sobre los ecosistemas es responsabilidad de todos, tanto de las administraciones públicas, como de las empresas fabricantes, como del usuario.

Greenpeace forma parte del movimiento global Break Free From Plastic en el que cientos de ONG de todo el mundo trabajan por un futuro libre de contaminación por plásticos.

Además, en España Greenpeace le pide al Gobierno español, a las administraciones locales y a las empresas que se suban a esta ola contra el plástico y tome medidas para reducir la producción y consumo de plásticos, como:

  • Fomentar medidas basadas en la economía circular, en la que se prioriza la reducción y se apuesta por la reutilización de la materia prima y nuevos materiales con menor impacto ambiental.
  • Eliminar el abandono de envases y garantizar su correcto reciclado mediante la implementación de sistemas de retorno de envases.
  • Prohibir el uso de microesferas de plástico.
  • Fomentar la innovación y la implantación de alternativas que reduzcan el uso de plásticos.

Qué puedes hacer tú

Sabemos que las empresas productoras lo ponen difícil, pero reducir nuestro consumo de plástico de un solo uso es posible (y muy necesario). En Greenpeace hemos elaborado una guía con consejos para hacerlo en casa, en la compra, en el trabajo…

¡Descarga tu guía para la reducción de plástico!

¡Súmate a Greenpeace! Sé parte de nuestra organización para exigir a gobiernos y empresas que actúen contra el uso excesivo de plásticos. Donde una persona no llega, un colectivo sí. ¡Pincha aquí para unirte a Greenpeace!