{"id":19691,"date":"2018-09-13T17:44:07","date_gmt":"2018-09-13T15:44:07","guid":{"rendered":"https:\/\/es.greenpeace.org\/es\/?post_type=post_profundidad&p=19691"},"modified":"2019-08-19T14:44:55","modified_gmt":"2019-08-19T12:44:55","slug":"ayudas-opacas-a-las-energias-sucias-en-tu-factura","status":"publish","type":"post_profundidad","link":"https:\/\/es.greenpeace.org\/es\/en-profundidad\/ayudas-opacas-a-las-energias-sucias-en-tu-factura\/","title":{"rendered":"Ayudas opacas a las energ\u00edas sucias en tu factura"},"content":{"rendered":"
Espa\u00f1a es el pa\u00eds de Europa que m\u00e1s subvenciona a las centrales con energ\u00edas sucias para mantenerlas aunque no generen electricidad. En los \u00faltimos 20 a\u00f1os, han recibido casi 18.000 millones que hemos pagado en la factura de la luz. Saber qu\u00e9 centrales y qu\u00e9 el\u00e9ctricas reciben estas ayudas es confidencial.<\/h5>\n\n\t\t\t
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En esa Espa\u00f1a del despilfarro con aeropuertos fantasma, autopistas sin coches y estaciones vac\u00edas de AVE, queremos contar otra historia m\u00e1s. Una f\u00e1bula de esos tiempos de bonanza y previsiones engordadas que siguen pasando factura. Esta vez, en nuestro recibo de la luz.Pagamos, en la \u00faltima d\u00e9cada, unos 800 millones de sobrecoste cada a\u00f1o en nuestra factura para dar ayudas a centrales el\u00e9ctricas que no se usan. Son los denominados pagos por capacidad<\/strong>, unas subvenciones concedidas, por un lado, para que esas centrales est\u00e9n disponibles (generen o no electricidad), y por otro, como incentivo por las inversiones realizadas durante esos tiempos de excesos.<\/p>\n

Fue a finales de los 90 con la liberalizaci\u00f3n del sistema el\u00e9ctrico, cuando la promesa de un milagro econ\u00f3mico espa\u00f1ol engordaba todas las burbujas y previsiones, entre ellas la energ\u00e9tica. Las expectativas de crecimiento de la demanda, alimentadas por las el\u00e9ctricas, eran tan elevadas como irreales. Estas compa\u00f1\u00edas el\u00e9ctricas comenzaron a instalar centrales de forma masiva sin ninguna planificaci\u00f3n oficial que les obligase a ello, sobre todo de gas. En 2005 se lleg\u00f3 a construir incluso una cada mes.<\/p>\n

\u00bfQu\u00e9 pas\u00f3? Lo mismo que en el cuento de la lechera. No se cumplieron las previsiones y la burbuja el\u00e9ctrica explot\u00f3. La crisis econ\u00f3mica precipit\u00f3 el descenso de la demanda, cuyas previsiones de crecimiento ya estaban infladas. Esto, unido al surgimiento de las energ\u00edas renovables, dej\u00f3 tras de s\u00ed un reguero de centrales a medio usar o, directamente, casi in\u00fatiles. Pero que hab\u00eda que pagar.Las centrales ni por asomo iban a alcanzar los niveles de producci\u00f3n estimados, y as\u00ed el Gobierno empez\u00f3 a pagar en 2007 unas ayudas para resarcir las inversiones realizadas (los llamados \u2018pagos por nuevas instalaciones\u2019<\/strong>). A estas ayudas, se les a\u00f1adi\u00f3 otro pago \u2018por disponibilidad\u2019<\/strong> para garantizar el suministro, es decir, se empez\u00f3 a compensar a las plantas de carb\u00f3n, gas, fuel y nuclear (adem\u00e1s de las hidroel\u00e9ctricas) por estar disponibles. Adem\u00e1s, se segu\u00eda manteniendo el carb\u00f3n a golpe de subvenciones, como aquellas que incentivaban la compra de carb\u00f3n nacional (\u2018Restricciones por Garant\u00eda de Suministro o RGS\u2019<\/strong>) o ayudas a las centrales para que contaminasen menos de lo que marca la ley (\u2018pago por Inversi\u00f3n medioambiental\u2019<\/strong>).<\/p>\n