El parque Nacional de Doñana se enfrenta a un nuevo peligro. Quieren renovar el  almacén de gas subterráneo debajo del acuífero del que bebe Doñana, lo que supondría un aumento de la capacidad del almacenamiento de gas del depósito denominado Marismas Occidental. Además, para aprobarlo se han basado en estudios técnicos redactados hace 15 años. No lo podemos permitir

Dicho almacén se asienta sobre un acuífero clave para la supervivencia del Parque de Doñana, que ya sufre una grave sobreexplotación debido a la presión de la agricultura de regadío legal e ilegal. Trinity Energy Storage, la empresa responsable, ha solicitado un nuevo sondeo, lo que sumaría un riesgo más para todo el ecosistema: el de la contaminación.

Además, todo esto se produce mientras el Gobierno español mantiene su compromiso de reducir progresivamente el uso de combustibles fósiles, como el gas, de acuerdo con su propia hoja de ruta para la descarbonización de la economía. Y es que apostar por nuevos almacenamientos de gas —y más aún en un espacio protegido como Doñana— supone avanzar en una dirección completamente contraria a dichos compromisos. 

Esta actividad supone una amenaza directa para los acuíferos y pone en peligro la biodiversidad de Doñana: decenas de especies migratorias podrían verse afectadas si se permite seguir adelante con este proyecto.

Desde Greenpeace, exigimos: 

• Que no se perfore un nuevo pozo.
• El cierre definitivo del almacén de gas.
• El cese total de toda actividad fósil en Doñana. 

Doñana no se negocia. No más excusas. No más pozos. Firma ahora para exigir al Gobierno que actúe YA.