Salvemos el agua, salvemos Doñana
© Pedro Armestre / Greenpeace
Doñana se seca, y lejos de actuar con urgencia para salvarla, la administración sigue permitiendo y legalizando las prácticas que acaban con su agua.
Doñana es un espacio natural único y, supuestamente, protegido. Pero años de ilegalidades, robos de agua, regadíos desmedidos en zonas semiáridas y proyectos urbanísticos monstruosos la están llevando a la destrucción.
Lejos de poner freno a este camino al colapso, la Junta de Andalucía da ahora luz verde a las prácticas que están secando Doñana. Sigue planeando sacrificar este y otros entornos naturales, y el agua de su ciudadanía, para que unos pocos continúen obteniendo beneficios. Venden nuestro futuro y nuestro medioambiente al mejor postor.
Y Doñana es solo un ejemplo de una práctica que está dejándonos sin agua en todo el país. Los regadíos descontrolados, urbanismo desmedido y los pozos ilegales nos roban el agua y nos dejan sin futuro.
El Gobierno de España, la Junta de Andalucía y las administraciones locales tienen el poder para detener esta locura. Por eso, demandamos que:
- Localicen y cierren los cientos de miles de pozos ilegales que existen por toda España.
- Prohíban las nuevas concesiones que aumenten la presión sobre el agua
- Establezca un objetivo de reducción del regadío para 2030.
Firma la petición. Salvemos nuestra agua, salvemos Doñana
No podemos permitir que sequen Doñana. Basta de regadíos descontrolados y pozos ilegales. Firma y exige a las administraciones que protejan nuestra agua.
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