El agua es un derecho, no un negocio. ¡Salvemos el agua!
© Pedro Armestre / Greenpeace
España se seca, y lejos de cuidar el poco agua que nos queda, las administraciones están permitiendo y alentando que unos pocos hagan negocio con ella.
¿Cuál es el problema?
Vivimos en un país lleno de vida y con una amplia biodiversidad. Pero a la vez, es el país con más riesgo de desertificación de Europa. Con cada vez menos precipitaciones y más sequías, las administraciones deberían haber puesto el foco en proteger el recurso más vital para las personas y la vida: el agua.
En lugar de eso, políticos y gobiernos han permitido y alentado que unas cuantas empresas usen y abusen de ese agua durante décadas.
¿A dónde se está yendo el agua?
Se estima que casi el 80% del agua consumida en España va a parar a regadíos, que están en gran medida en manos de grandes empresas, lo que supone una presión brutal a los recursos hídricos. Estas mismas empresas, junto con las macrogranjas, están provocando también la contaminación del agua, creando una tormenta perfecta de agua escasa y contaminada que termina en desastres ambientales como los que están ocurriendo en el Mar Menor, Doñana o las Tablas de Daimiel.
Y lejos de pararlo, en los últimos años han sumado medio millón de hectáreas a la superficie dedicada a regadíos en España, llegando ya a 4 millones de hectáreas en total. En un país con escasez de agua, ¡están regando una superficie casi del tamaño de Suiza! Y no quieren parar. Los planes de las cuencas hidrográficas y las administraciones para los próximos años incluyen el aumento de superficies regadas. Aceleramos hacia el colapso hídrico.
¿Qué podemos hacer?
Las administraciones están permitiendo que la agroindustria y sus grandes corporaciones dejen sin agua a ecosistemas enteros, a agricultores y ganaderos que sí hacen bien las cosas y a cada vez más ciudades y pueblos. En su mano está pararlo.
Por eso, demandamos de ellos que:
- Localicen y cierren los cientos de miles de pozos ilegales que existen por toda España.
- Prohíban las nuevas concesiones que aumenten la presión sobre el agua.
- Establezca un objetivo de reducción del regadío para 2030.
El agua es un derecho, y sin agua no hay vida. Alza la voz y salvemos el agua. ¡Firma la petición!
No más regadíos descontrolados. No más pozos ilegales. No más urbanismo desmedido. Salvemos el agua. ¡Firma!
firmas. ¡Ayúdanos a conseguir !
¡Gracias por firmar, !
¿Quieres compartir esta petición con tus contactos? ¡Cuanta más gente firme, más fuerte haremos que se escuchen nuestras voces!
Contamos contigo
¡Ayúdanos a ganar esta campaña! Comparte la petición:
Apoya la campaña
En Greenpeace trabajamos para proteger el agua y garantizar un futuro verde y justo. Únete y ayúdanos a conseguirlo.