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A contracorriente en movilidad: más coches privados y menos transporte público

Frente a modelos de movilidad y medios de transporte sostenibles y eficientes, el Gobierno apuesta por modelos del pasado

En la actualidad el sistema de movilidad de nuestro país implica un consumo energético demasiado elevado y muy dependiente de los combustibles fósiles. De hecho el transporte es el sector que actualmente más contribuye en España al cambio climático, con aproximadamente un tercio de todas las emisiones. Además, el uso abusivo de vehículos con motor de combustión, y sobre todo automóviles, es una de las principales causas de contaminación ambiental, ruido e insostenibilidad en las áreas urbanas y metropolitanas.

El fomento de la electrificación del transporte y de la promoción de vehículos eléctricos –en especial de mercancías y colectivos– es fundamental para reducir las emisiones y favorecer la transición energética. Los Presupuestos Generales del Estado dedican una partida presupuestaria muy escasa al fomento de las alternativas a los vehículos con motor de combustión. El Plan Movalt, puesto en marcha el año pasado con una dotación total de 50 millones de euros, agotó sus 20 millones de euros de presupuesto para subvencionar la compra de vehículos con combustibles alternativos y motocicletas eléctricas 24 horas después de que se abriera el plazo para la inscripción de solicitudes.

Para 2018 no ha variado el presupuesto y el Gobierno ha previsto 66,6 millones a la movilidad sostenible de los que 50 millones se adjudican al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El dinero se destinará a ayudas para la adquisición de vehículos eficientes, de gas, híbridos enchufables o eléctricos, y para la implantación de puntos de recarga. Este año no se prevén ayudas para los vehículos de gasolina y diésel, aunque continúan considerando como combustible “alternativo” combustibles fósiles como el gas licuado de petróleo y el gas natural.

Por su parte, el Ministerio de Economía en su programa para el desarrollo industrial destina 16,6 millones al fomento de la movilidad sostenible de los que transfiere: 80.000 euros a Sociedades, Entidades Públicas Empresariales, Fundaciones y resto de entidades del Sector Público Estatal, otros 80.000 euros a Comunidades Autónomas,  1,1 millones a Entidades Locales, 8,84 millones a empresas privadas y 6,5 millones a familias e instituciones sin fines de lucro.

El análisis de las inversiones en los Presupuestos Generales del Estado muestra que las inversiones en movilidad siguen orientadas al fomento del vehículo privado y el transporte por carretera en detrimento de transporte público colectivo. Para 2018 el presupuesto dedicado a inversión en construcción de nuevas carreteras es de 1.343 millones de euros, un 16% superior que en 2017. La inversión en nuevas carreteras se realiza sin ningún tipo de planificación y se acometen infraestructuras realmente innecesarias cuyo rescate tiene que asumir el  Estado como los 2.000 millones (4.500 según las empresas) de las radiales que se costeará fuera de los presupuestos, con cargo del Fondo de Contingencia y generará déficit público.