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La agricultura ecológica sigue sigue sin importar para el Gobierno

España es una potencia en el sector que aporta numerosos beneficios económicos y medioambientales, sin embargo, el Gobierno le da la espaldas

No se puede frenar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación, la sequía ni la “erosión” rural si no se actúa sobre el modelo agroalimentario. El sector agrícola es el responsable del 24% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, del consumo del 70% del agua dulce del planeta, pero también el fundamental responsable de su contaminación, principalmente por nitratos, del 80% de la deforestación de algunos de los bosques con más biodiversidad del planeta y del uso masivo de plaguicidas y de antibióticos en la ganadería industrial. En España, el sector agrícola, es ya el principal consumidor de agua, con un 84,3%.

La producción industrial de carne y otros derivados animales tiene un impacto muy elevado sobre el medio ambiente, la salud de las personas, el bienestar animal y los territorios. En 2015 la ganadería española fue la responsable de la emisión de más de 86 millones de toneladas de CO2-eq y del consumo de 48.000 millones de metros cúbicos de agua. Además requirió el equivalente al 77% de toda la Superficie Agrícola Utilizada (SAU) para producir los alimentos destinados a los animales.

Afortunadamente existen alternativas y son la única forma para afrontar los retos presentes y futuros en cuanto a la producción de alimentos. A pesar de la tímida apuesta del Gobierno por la agricultura ecológica, esta ha verificado en España un crecimiento vertiginoso -incluso durante la difícil situación económica y es un motor generador de riqueza y empleo, especialmente el llamado “empleo verde”, que presenta cifras positivas y una tendencia creciente.

España es el país de la Unión Europea con una mayor superficie dedicada al cultivo ecológico, con más de dos millones de hectáreas en 2016, aunque la proporción de las tierras agrícolas dedicadas a la producción ecológica no alcanza el 10%.

Dentro de los PGE  existe un programa -creado en el año 2009 y gestionado por la Dirección General de Industria Alimentaria, bajo la dirección de la Secretaría General de Agricultura y Alimentación- dedicado a la competitividad y a la calidad alimentaria, que se divide en seis grandes objetivos, uno de los cuales se centra en la agricultura ecológica.

Este subprograma Apoyo y gestión de la calidad diferenciada y la agricultura ecológica ha experimentado un incremento presupuestario de más del 60% desde el 2009 hasta la actualidad, cambiando a partir del año 2016 la programación plurianual para los presentes cuatro años (2016-2019), creciendo a 872,63 millones de euros anuales. A pesar de dicho aumento, sigue suponiendo un porcentaje muy bajo –2,7%– del presupuesto total del programa tanto para el año 2017 como para el año 2018.

Fuente: PGE. Años 2009-2018. Subprograma 413A.6.
Licencia: Creative Commons  
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Así, en el primer trimestre de 2018, se presentó la Estrategia para la producción ecológica 2018-2020 con el objetivo de dar protagonismo a una producción que apuesta por un sistema de gestión agrario que respeta el medio ambiente y la salud de las personas.

La Estrategia tiene cuatro objetivos principales: fomentar el consumo interno -pues la producción española ha estado orientada a la exportación- y mejorar la comercialización de productos ecológicos; contribuir a una mejor vertebración sectorial de la producción ecológica; apoyar el crecimiento y consolidación de la producción ecológica, con especial atención en la ganadería ecológica y al sector industrial, y estudiar el papel de la producción ecológica en la política de medio ambiente y adaptación al cambio climático. En la propuesta de PGE 2018 presentada por el Gobierno no figura ninguna partida específica dentro del MAPAMA destinada a dicha Estrategia.