La campaña de Greenpeace para “Salvar a las abejas y a la agricultura” sigue cosechando premios. En estas dos últimas semanas la asociación Apicultors Asociats Ecologics de Cataluña nos ha concedido el premio “Mercè Cabré” y en el marco de la V Feria Internacional de Apicultura y Turismo de las Hurdes (Cáceres) recibimos nuestra segunda “Abeja de Oro”. En 2015 Fivamel, nos otorgó L’Abelleta D’Or. Así que de aquí un enorme ¡GRACIAS!

Pero, uno de los mayores premios de esta campaña es haber conseguido el reconocimiento de, me atrevo a decir, todo el sector apícola español pero también el de tener tantas, tantísimas personas que nos apoyan. Precisamente esta semana se han superado las ¡450.000! personas que solo en España apoyan esta campaña y que quieren ver una acción valiente por parte de nuestros gobernantes para salvar a las abejas y otros polinizadores, para que se prohíban los plaguicidas peligrosos y se apoye decididamente la agricultura ecológica. También el de haber contribuido para que en España se entienda la importancia de las abejas, las amenazas a que se enfrentan y las soluciones disponibles.

Las abejas y otros polinizadores necesitan acciones urgentes. 37% de las poblaciones de abejas están en declive en Europa y casi el 10% están en peligro de extinción; están a un escaso paso de desaparecer del planeta. Sin embargo, su labor es fundamental para el equilibrio ecológico del planeta, de la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la economía. El planeta sin nosotros podría seguir su curso natural y… ¿sin ellas?

Lamentablemente, vemos como una vez más la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha anunciado que pospone la publicación de sus conclusiones sobre la evaluación de tres insecticidas demostradamente peligrosos para las abejas y otras especies. Unos meses más seguirán contaminando con total impunidad nuestro medio ambiente, matando abejas y contaminando nuestros alimentos. Pero, solo será eso, unos meses más. Porque su sentencia está más que lista para juicio. La evidencia científica en su contra es abrumadora, por ello deben ser prohibidos lo antes posible.

Desde Greenpeace nos gustaría dedicar estos premios a todos los apicultores y apicultoras que cuidan a sus abejas, a todas las personas que ponen su granito de polen para la construcción de un futuro mejor y, muy especialmente, a las generaciones futuras. Queremos que hereden un Planeta azul, no gris, verde, no negro y en paz. No queremos que hereden los problemas que estamos creando y sus catastróficas consecuencias, queremos que hereden las soluciones y que puedan disfrutar de la vida en todo su esplendor.