El aumento de la temperatura media de los océanos es un riesgo para la seguridad alimentaria

11-04-2023

Al hilo de los datos publicados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) que revelan que la temperatura media de los océanos del planeta ha registrado en abril un récord histórico, Greenpeace muestra su enorme preocupación al respecto y advierte del grave riesgo que esto supone para la seguridad alimentaria en el mundo.

María José Caballero, responsable de Campañas de Greenpeace, ha señalado que“son cifras para asustarse. El calentamiento de los océanos supone un grave riesgo para la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las personas en todo el mundo. Los 21,1ºC de abril superan cualquier registro conocido. Y la peor noticia es que todo indica que no va a ser un registro único. El pasado mes de marzo, la NOAA anunciaba que esperan que el fenómeno de El Niño empiece este verano. La frecuencia de las olas de calor marinas alrededor del globo se ha multiplicado por 20 en los últimos años. Si al calentamiento rápido y constante que están sufriendo los mares y océanos debido al cambio climático, le sumamos El Niño, podemos esperar meses mucho más cálidos y con fenómenos meteorológicos mucho más extremos, como lluvias, inundaciones e incendios”.

“Los episodios de temperaturas extremas son una de las peores noticias para los millones de especies que habitan los océanos. Eventos de mortalidad masiva que pueden llegar hasta el 80% de individuos afectados. Pérdida de hábitats, incluidos bosques de algas, praderas marinas y manglares. El aumento de la temperatura del océano también afecta los beneficios que los humanos obtienen del océano: amenaza la seguridad alimentaria, aumenta la prevalencia de enfermedades, provoca más fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de protección costera. Los efectos socioeconómicos y de salud en muchas regiones del mundo pueden ser muy elevados”, ha concluido Caballero.

Para Greenpeace, las soluciones pasan por:

  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por lo menos un 55% en 2030. Esto ayudará a prevenir los impactos masivos e irreversibles del aumento de las temperaturas en el planeta, así como en los ecosistemas oceánicos y en sus servicios.
  • Transformar nuestro sistema energético: reducir la demanda de energía, abandonar definitivamente el uso de combustibles fósiles y alcanzar un sistema energético 100% renovable, democrático y justo.
  • Proteger los ecosistemas marinos y costeros. El establecimiento de áreas marinas protegidas bien gestionadas puede ayudar a conservar y proteger hábitats marinos de importancia ecológica y biológica.
  • Restauración de ecosistemas marinos y costeros para recuperar defensas naturales y servicios ecosistémicos.
  • Mejorar la adaptación humana. Introducir políticas para mantener la producción pesquera dentro de límites sostenibles. Proteger las zonas costeras para minimizar el daño provocado por inundaciones y la erosión costera.
  • Fortalecimiento de la investigación científica para medir y monitorear el calentamiento de los océanos y sus efectos. Esto proporcionará datos más precisos sobre la escala, la naturaleza y los impactos del calentamiento de los océanos, lo que permitirá diseñar e implementar estrategias de mitigación y adaptación adecuadas y apropiadas. ̣

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