Reactivo al anuncio de los ministros europeos de Agricultura

Greenpeace rechaza la retirada de las medidas verdes en la agricultura

26-02-2024

  • Tras el anuncio de la Comisión Europea de flexibilizar la condicionalidad verde, Greenpeace subraya que las medidas para la adaptación y mitigación del cambio climático en la agricultura son fundamentales para su presente y su futuro

La respuesta de los ministros de Agricultura europeos ante las protestas agrícolas de toda Europa ha sido retirar una a una las mínimas medidas ambientales aprobadas o en proceso de aprobación. El Consejo Europeo de ministros de Agricultura ha anunciado la flexibilización de buena parte de las medidas verdes de la Política Agraria Común (PAC), de forma que dejarían de ser obligatorias y pasarían a ser voluntarias: las llamadas Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales, prácticas tan necesarias para la preservación de la agricultura a corto, medio y largo plazo como la rotación de cultivos, las cubiertas vegetales o el barbecho.

Greenpeace señala que estas prácticas verdes, aun siendo mínimas para la necesaria ambición frente a la crisis climática y de biodiversidad, son un seguro para la agricultura y el medio ambiente. “La rotación de cultivos permite mejorar la fertilidad y estructura del suelo, evita plagas y fomenta la biodiversidad. Es decir, es bueno para el agricultor, porque a medio plazo, su suelo va a estar más sano, va a retener más agua en un contexto de sequía y va a producir más con menos agroquímicos; y para el medio ambiente, ya que favorece la calidad del suelo y las aguas, y fomenta la biodiversidad”, ha afirmado Helena Moreno, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace. 

Sumado a las propuestas de flexibilización, se anunció la disminución de los controles a los agricultores que apliquen estas medidas ambientales, lo que en España afectaría a más del 50% de las explotaciones agrarias. “El derecho de percibir las ayudas de la política agraria común también debería suponer la responsabilidad de rendir cuentas, y más cuando se trata de buenas prácticas agrarias y ambientales. Los controles son necesarios para asegurar que se realizan adecuadamente estas prácticas», ha añadido Moreno.

Tras más de un mes de protestas agrícolas en Europa y en España, la respuesta de los políticos ha sido retroceder en medidas medioambientales, en vez de ir a la raíz de la crisis agraria: un sistema que les aboca a industrializarse o a cerrar, bajo un contexto de libre comercio y una crisis climática y de biodiversidad que les afecta de lleno

“La aridez de miras de nuestros políticos supone una sentencia de muerte para nuestra agricultura. En un territorio en que el 74% está en riesgo de desertificación, se deberían dar ayudas por los servicios ecosistémicos que realicen nuestros agricultores, no por la superficie que tengan. Los agricultores son los primeros que están sufriendo los efectos del cambio climático, por lo que ayudarles a adaptarse a él, con un apoyo real, es fundamental”, ha concluido Moreno. 


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