Greenpeace se suma a las manifestaciones climáticas globales para pedir transporte público frente a los combustibles fósiles

15-09-2023

  • Organizaciones medioambientales de todo el territorio se movilizan este fin de semana para pedir el fin de los combustibles fósiles, principal causa de la crisis climática
  • En la antesala de la Semana Europea de la Movilidad, Greenpeace recuerda que el transporte es el sector que más gases de efecto invernadero emite y el principal consumidor de petróleo
  • Por ello la ONG exige el fomento de un transporte público asequible y accesible para toda la sociedad

Ante el inicio de la Semana Europea de la Movilidad, que comienza el próximo 16 de septiembre, Greenpeace ha salido hoy a la calle junto a Juventud por el Clima-Fridays For Future, Alianza por el Clima y otras organizaciones medioambientales en numerosas ciudades de España para exigir una descarbonización mundial rápida, justa y definitiva, haciendo especial hincapié en la transformación del sector del transporte, principal emisor de gases de efecto invernadero.

El próximo 20 de septiembre, Naciones Unidas celebrará en Nueva York un encuentro con el objetivo de que los países implementen, de una vez por todas, medidas efectivas para limitar el incremento de la temperatura global a solo 1,5 ºC y los días previos se han preparado movilizaciones sociales en cientos de ciudades de todo el mundo para pedir el fin de los combustibles fósiles.

El transporte público produce muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero que los automóviles por persona transportada, por lo que ampliarlo y convertirlo en un modo de transporte más atractivo sigue siendo clave para cumplir el objetivo de limitar el aumento de temperatura global a 1,5 °C. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) señala que, junto con la electrificación, el cambio al transporte público puede mejorar la salud pública, el empleo, la seguridad energética y la equidad, así como desplazar a gran escala a otros modos de movilidad menos eficientes y más contaminantes. Según Cristina Arjona, experta en movilidad de Greenpeace, “Fomentar el uso del transporte público, que es el modo más sostenible, y hacerlo asequible y accesible a toda la sociedad es vital para mitigar los efectos de la crisis climática. Es una estrategia clave para reducir las emisiones de CO2 que tanto daño están haciendo al planeta”.

De acuerdo con el IPCC, si no tomamos medidas inmediatas y efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, podríamos superar el límite de 1.5°C de calentamiento global antes del final de la década. Esto tendría consecuencias catastróficas para el clima y el planeta. En nuestro país, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero debería alcanzar en 2030 el 55 % menos de emisiones respecto a las registradas en 1990. Sin embargo, los gobiernos están muy lejos de fijar una reducción compatible con las indicaciones científicas y de señalar que son los combustibles fósiles el gran problema climático y su uso debe desaparecer.

La huella del sector transporte en el emergencia climática

El sector del transporte depende del petróleo para más del 90% de su energía, y es responsable de alrededor del 60% de su demanda mundial. En España es el sector con más peso en el global de las emisiones de gases de efecto invernadero (29,6 %) y se calcula que representa casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE, con un aumento constante en la dependencia de combustibles fósiles para satisfacer nuestras necesidades de movilidad.

Greenpeace recuerda que el sector sigue fuertemente ligado al petróleo y al gas a pesar de que ya existen soluciones tecnológicas que permiten moverse sin emisiones. “Para poder realizar una transición rápida y justa en el transporte es necesaria valentía política y evitar que las corporaciones fósiles entorpezcan ese camino”, ha declarado María Botella, portavoz de Greenpeace. “La transición del transporte es posible y pasa por apostar por el transporte público frente al vehículo privado, evitar las emisiones de lujo e innecesarias derivadas de vuelos cortos, jets privados, cruceros de lujo, etc. que ahondan en la desigualdad del sistema y por transformar el transporte imprescindible en eléctrico procedente de energías renovables”, ha añadido.

El IPCC señala que las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte han ido aumentado rápidamente en las dos últimas décadas, especialmente desde 2010, con incrementos anuales del +1,8%, una cifra mayor que la de cualquier otro sector.

Greenpeace ha destacado que las movilizaciones de este 15 de septiembre son una oportunidad para reflexionar sobre la forma en que nos movemos y cómo las políticas de movilidad pueden contribuir a un futuro más sostenible. Es esencial que los Gobiernos y la sociedad en su conjunto reconozcan la urgencia de abordar la crisis climática y tomen medidas audaces para descarbonizar el sector del transporte y poner fin de forma definitiva a los combustibles fósiles.


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