02-06-2025

Pesca sostenible para las personas y el planeta

Los recursos pesqueros se llevan explotando por encima de su capacidad desde la década de los 70 y los hemos llevado al límite. Más del 37% de los recursos pesqueros a nivel mundial se encuentran sobreexplotados. En 1974, este dato se situaba en el 10%. El declive es evidente. Esto significa que se está pescando a un ritmo más rápido del que permite a las poblaciones de peces recuperarse. La consecuencia es la sobrepesca y la degradación de los ecosistemas. 

El pescado es un producto muy completo a nivel nutricional, el problema es que han tratado de convencer a la población de que debemos suplir el consumo de carne con pescado y, por muy saludable que sea, el pescado es el que hay y nuestro océano tiene sus limitaciones.

El 62,5% de las poblaciones de peces del Mediterráneo se encuentran sobreexplotadas

Al impacto de la pesca, hay que sumar el aumento de la temperatura del océano, la contaminación, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y las nuevas amenazas, como la minería submarina. Todo ello deteriora los ecosistemas marinos y pone en peligro los recursos pesqueros.

Acuicultura intensiva: las macrogranjas marinas

Este tipo de acuicultura daña el mar: contamina los fondos con residuos, se producen escapes de especies de cultivo que ponen en riesgo a las salvajes y usa químicos que atraen depredadores. Además, para alimentarlos, se sobreexplotan peces silvestres, aunque hoy se usan menos gracias a mejoras en piensos y genética. Por estos graves impactos, el futuro que queremos NO incluye este tipo de acuicultura.

España es el mayor receptor de fondos públicos destinados a la pesca y la acuicultura de la UE.
Según datos de la Comisión Europea, el 80% de los fondos públicos del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) fueron otorgados a buques de pesca industrial. 

Los impactos sobre los ecosistemas marinos de estos grandes buques industriales que operan en terceros países son:

#1 Pérdida de biodiversidad y destrucción de los hábitats marinos.

#2 Bycatch, o captura accidental, de especies amenazadas.

#3 Contribución al cambio climático:

  • Dependencia de los combustibles fósiles.
  • Elevadas emisiones de CO2 por la potencia de los barcos.
  • Emisiones a la atmósfera de CO2eq almacenado en los fondos marinos al remover el sustrato.
  • Acidificación del océano por el aumento del CO2eq disuelto.

¿Cómo recuperamos la biodiversidad?

Las reservas marinas protegen el océano. En ellas está prohibida la pesca, parcial o totalmente, y permiten que los peces se reproduzcan sin amenazas. Esto no solo ayuda a recuperar los ecosistemas dentro de la reserva, sino también fuera de ella gracias a que los peces adultos migran a zonas cercanas donde sí se permite la pesca. Así se beneficia al mar y a los pescadores locales. Aunque está demostrado que estas áreas son una solución eficaz para cuidar los recursos, aún son muy pocas en comparación con los grandes resultados que ofrecen.

©Greenpeace/Joan Costa

Menos del 1% de la superficie marina protegida a nivel nacional son reservas marinas integrales

¿De dónde viene el pescado que llega a tu plato?

Si el 89% de nuestra flota opera en el caladero nacional, lo lógico sería pensar que el pescado y el marisco que comemos provienen de ahí. Sin embargo, en la actualidad tan solo el 22% del pescado que se consume en España procede de su flota.

Consumimos más productos pesqueros procedentes de importaciones de la Unión Europea (29%) y de fuera de la UE (38%), que de nuestras propias aguas (26%), pese a que un 78% de nuestra flota sea de artes menores.

Pese a tener un sector pesquero en el que predomina la flota artesanal, más de la mitad de las capturas de la flota española se producen en el extranjero y con artes de pesca industriales. Además, más del 60 % del pescado que consumimos procede de importaciones. 

Entre 2006 y 2023, la flota pesquera española experimentó un descenso del 34%. Se trata de un sector que cada vez se enfrenta a mayores retos por la falta de relevo generacional, las consecuencias del cambio climático y el declive de los recursos pesqueros, especialmente en el Mediterráneo. 

Pese a ser la flota artesanal la que mayor número de buques tiene, con 6.814 embarcaciones, es la que recibe menos subvenciones y para nada está en el centro de las políticas públicas. En Greenpeace, no vemos un futuro sin ella.

@Greenepeace

Las especies que más pesca nuestra flota son el atún listado (Katsuwonus pelamis), atún rabil (Thunnus albacares) y la merluza argentina (Merluccius hubbsi). Estas especies proceden de  caladeros no comunitarios o de terceros países, y su método de captura genera grandes impactos dentro de los océanos.

Si se usan cercos con FADs (dispositivo de agregación de peces) se producen capturas accidentales de especies como el tiburón ballena o tortugas marinas; si las capturas se realizan con palangre de superficie se capturan muchos tiburones, tortugas y aves marinas; y si son de arrastre, como es el caso de la merluza, se destruyen los fondos marinos y se generan muchas emisiones. Dentro del caladero nacional, destacan las capturas de boquerón, caballa y jurel.

¿Cuál es el futuro de la pesca si seguimos así?

-> Si mantenemos las tendencias actuales, la dependencia de las importaciones aumentará un 8%, y con ello también lo harán las emisiones asociadas. Cada vez seremos más vulnerables a las crisis, las guerras y las subidas de precios.

-> El 45% de estas importaciones procederán de la flota de arrastre en caladeros extracomunitarios
para 2050.

-> Las capturas en el caladero nacional disminuirán un 53% para 2050. Esto, sumado a los efectos del cambio climático, haría que cayeran las capturas de la flota española en picado.

-> La acuicultura seguirá aumentando, y pasaría de representar un 8% a un 22% del pescado que consumimos.

©Greenpeace/Jorge Guerrero
La pesca del futuro: pescado de calidad ambiental y social

El modelo pesquero que propone Greenpeace pretende:

#1  Eliminar para 2050 la dependencia de las importaciones, lo que reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero. Las importaciones asociadas al arrastre y arrastreros congeladores sufrirán una reducción del 52% y 55% respectivamente en 2030. 

#2 Aumentar la flota de artes menores que opera en caladero nacional. Las capturas en el caladero nacional aumentarán un 55% para 2050 respecto al modelo continuista, y el 89% del consumo de pescado será de caladero nacional en 2050.

#3 Mantener exclusivamente la acuicultura extensiva tradicional de bivalvos (mejillón, almeja, ostra y berberecho) y el marisqueo, al ser las más respetuosas con el medio ambiente y las que aportan mayor valor socioeconómico para el sector pesquero.

#4 Hacer desaparecer progresivamente la pesca industrial y de arrastre, buscando una alternativa para el sector.

Para 2050, se reducen
un 94% las emisiones de gases de efecto invernadero
Para 2050, aumenta
un 40% el empleo en el sector

Si seguimos el Modelo de Alimentación Sostenible que proponemos desde Greenpeace, en 2050 el sector pesquero será 100 % artesanal y sostenible, incluyendo el marisqueo y determinadas prácticas de acuicultura.

Debemos adaptar nuestra dieta a lo que el territorio y el océano nos pueden dar y por ello el consumo de leguminosas como fuente de proteína debe primar.