Para generar esta transición alimentaria es necesaria voluntad, una transformación profunda en las políticas públicas y en la financiación y una estrecha colaboración con todos los sectores implicados. Para ello, Greenpeace pide poner en marcha estas medidas:
#1 Establecer políticas que favorezcan una transición total hacia la producción agroecológica, con al menos el 25 % para 2030 y el 100 % para 2050. Esta se debe hacer en todos los sectores productivos y debe llevar un fondo presupuestario propio.
#2 Apostar por una transición proteica a través del fomento y adopción de la dieta de salud planetaria. Para ello, es necesario aumentar la producción y el consumo de legumbres y de alimentos de origen vegetal.
#3 Abandonar la ganadería industrial y sus macrogranjas. Desarrollar un Plan Estratégico de Ganadería (PEG) que permita determinar la carga ganadera máxima para cada región y reducir la cabaña intensiva hasta alcanzar un 50 % menos en 2030 y su eliminación total en 2050. Este Plan debe garantizar una transición justa en el sector ganadero sin dejar a nadie atrás.
#4 Eliminar la acuicultura industrial (macrogranjas marinas). Apostar por la pesca de bajo impacto ambiental y alto valor social. Trabajar en el Artículo 17 de la Política Pesquera Común para asignar las cuotas en beneficio de los ecosistemas marinos y las poblaciones locales. Eliminar la pesca industrial e impulsar las artes sostenibles. Asegurar un 10 % de protección estricta en el mar.
#5 Impulsar centros alternativos para alimentos sostenibles, como «food hubs» y mercados agroecológicos. Priorizar estos productos con etiquetado claro, compras públicas en ciudades, políticas de apoyo y precios justos.
#6 Poner fin a las subvenciones ambientales perjudiciales. Eliminar las subvenciones a las grandes industrias que destruyen el medio ambiente, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Apoyar a las empresas que fomenten la transición alimentaria.
#7 Asegurar un acceso prioritario a las tierras y al agua a quienes producen de manera sostenibles o transicionan hacia este modelo.
#8 Generar empleo justo y digno, fomentar el relevo generacional y la integración de la mujer en el campo y el mar. Establecer políticas económicas, educativas y legales para ello. Llevar a cabo políticas de igualdad y políticas de conciliación familiar que permitan el acceso al mundo rural y marino a las nuevas generaciones.
#9 Reducir el desperdicio alimentario. Crear una base estatal para poner en contacto a productores en todo el Estado y así aprovechar los insumos y planificar la producción. Se necesitan datos más precisos sobre el origen, la magnitud y las causas de las pérdidas a lo largo de la cadena de suministro alimentaria.
#10 Generar una gobernanza participativa. Es importante articular recursos y políticas públicas que impulsen la creación de redes para la transición alimentaria, integrando la alimentación en otras políticas como clima, vivienda, transporte y salud. Y de esta manera, fomentar una soberanía alimentaria en la población.