Si el megaproyecto de Altri llegase a materializarse, la vida de muchas personas podría cambiar drásticamente, y no para bien. Miles de personas alzan su voz para preservar los recursos naturales de la zona. Estas son algunas de sus voces.
Carmen Vázquez Vázquez, agricultora
Vivimos del agua. Si nos falta el agua, nos falta todo. No veo las cosas que quieran poner ahí, tan cerca, que nos arruinan por completo. Eso acaba con nosotros.
Iré a todas las manifestaciones. Tengo 72 años. No me queda mucho de vida, pero detrás de mí vienen mis hijos y mis nietos, y hay que mirar por todos. Creo que lo vamos a parar. Para eso andamos.
Chusa Expósito, cooperativa Milhulloa y Muuhulloa
Estamos a dos kilómetros de la zona cero. ¿Qué va a pasar? Este proyecto no es viable ni saludable. Se van a emitir toneladas de contaminantes por esa chimenea.
No sé muy bien lo que se pretende con esto, lo que pretende la Xunta. La gente que llegamos, que llevamos más de 20 años aquí trabajando. ¿Ahora qué pretenden, desplazar todo, la gente que vive del Camino, nosotros que vivimos de proyectos sostenibles? No entiendo, me parece increíble.
Viendo el éxito que tuvimos en la primera movilización que acabamos de hacer en Palas de Rei, con más de 20.000 personas, no vamos a parar. Si hace falta, llegaremos al Tribunal de Estrasburgo. Estamos en pie de guerra. Pensar en abandonar esta tierra es algo que me afecta psicológicamente de una manera muy profunda. Tenemos que pararlo. Este proyecto no puede ir adelante, de ninguna manera.
Ana Corredoria, ganadera ecológica
Donde hay ganadería extensiva, no hay abandono, no hay incendios. Por lo tanto, estamos actuando como agentes ambientales que cuidamos el territorio, que protegemos su biodiversidad, que sabemos que es un elemento clave de cara a frenar el cambio climático.
Este proyecto es una agresión contra el tejido socioeconómico que conformamos muchas y muchos productores de la zona.
El proyecto tendría una repercusión directa sobre nuestro trabajo, específicamente sobre el sector agroganadero y sobre producciones diferenciadas, como la producción ecológica, afectando a nuestra forma de trabajar y de concebir también el cuidado de este territorio.
Es una agresión, una amenaza que atenta contra el tejido socioeconómico que conformamos muchas y muchos productores aquí en esta zona y que afectaría, por lo tanto, también a esa función que cumplimos, no solo ambiental, sino de proporcionar alimentos de calidad y seguros a la sociedad.
Este debate también va de qué queremos dejar a las futuras generaciones. Nuestros abuelos plantaban castaños porque no estaban pensando en recoger un fruto ellos mismos, sino que dejaban un fruto a las generaciones posteriores. De esto se trata, de construir un futuro para nuestros hijos e hijas. Es la imagen que queremos construir, una imagen colectiva, una imagen diversa y una imagen en la que no caben proyectos como Altri.
María Porto, mariscadora y presidenta de las Mariscadoras de O Carril
Ahora mismo la ría de Arousa ya está muy mermada. Hay un descenso de la producción brutal. Si a eso le añadimos que van a verter al río tantos litros de agua contaminada cada día, el impacto de la contaminación va a ser mucho mucho mayor. Lo vemos con mucha preocupación. Estamos sin trabajar ahora mismo desde diciembre.
No es solo el problema del agua contaminada, sino la temperatura en la que van a devolver ese agua. Desde hace unos años, estamos viendo cómo la temperatura del agua está subiendo debido al cambio climático. El agua aquí subió el año pasado entre tres y cuatro grados. Si a eso le añades que el agua que vaya contaminada la van verter en el río a 27 grados, nos va a afectar porque el Ulla baja por aquí.
Zeltia Laya, profesora y portavoz de la plataforma Ulloa Viva
Al declararlo proyecto industrial estratégico, la Xunta ya ha hecho una trampa, bastante fácil de ver, pues tiene ciertas licencias que otros proyectos no tienen. Estamos convencidas de que no cumple los criterios que la Unión Europea marca para poder optar a los fondos PERTE. Lo que le pedimos a la Xunta es que no se le ocurra financiar este proyecto, aunque no le den los fondos PERTE, que no utilice dinero público para un macroproyecto en el que la comunidad está totalmente en contra, porque sería una falta de respeto a las personas que vivimos en Galicia, una falta de respeto muy grande.
Debe tener en cuenta cuáles son nuestros intereses. Es una pena que tengamos que decirlo gritando cuando se podría decir desde el principio hablando y preguntándonos, pero si hay que decirlo gritando, se dirá. Estamos convencidos de que no es la manera. Creo que lo que está surgiendo aquí es algo muy único en el rural gallego. Esto marca un antes y un después.
Natalia Varela, apicultora ecológica
Las abejas están directamente conectadas con el ecosistema, son unos bioindicadores muy importantes de lo que sucede en el medioambiente. Altri va a cambiar esa biodiversidad y va a afectar a la vida de las abejas. Si toda esta riqueza que tenemos en A Ulloa cambia, no voy a poder realizar un producto de calidad, la vida de las abejas va a ser mucho peor.
Cuanta más área de eucalipto, menos superficie agraria útil, menos biodiversidad y menos agua, porque son grandes consumidores de agua.