05-07-2023

Sequías y lluvias torrenciales

España es el segundo país con más estrés hídrico de Europa y con el 75% de su territorio en riesgo de desertificación. La población española ya ha experimentado el impacto de la disminución de las precipitaciones anuales a un ritmo de alrededor de 3 a 11 mm por década desde la década de 1950. El año 2021 fue el tercer año consecutivo más seco de la península Ibérica. Y esto es lo que podría seguir pasando:

Sequías 10 veces peores

Existe un fuerte consenso en las proyecciones climáticas futuras con sequías diez veces peores que las actuales. Las ciudades del sur de Europa, incluidas muchas regiones de España, experimentarán un aumento de las condiciones de sequía.

Sequías más probables

En grandes áreas del Mediterráneo se prevé que la frecuencia de sequías extremas sea entre un 150 % y un 200 % más probable a 2 °C y más de un 200 % más probable a 4 °C.

Impacto en el sector agrícola

Los períodos prolongados de sequía y calor reducirán la disponibilidad de agua dulce y amenazarán los rendimientos agrícolas. Esto, a su vez, puede conducir a la escasez de agua y al aumento de los precios de los alimentos.

Precipitaciones irregulares e intensas

En las últimas décadas, muchas partes de España, especialmente en el sur y centro peninsular, han experimentado una disminución en la cantidad de lluvia (o nieve) que cae cada año. Y, cuando llueve, muchas veces lo hace de forma torrencial, sin que podamos aprovechar el agua que cae y causando estragos. Así podrían comportarse las precipitaciones en los próximos años:

Menos lluvias pero más intensas

La tendencia general proyectada para España (y en el resto del área mediterránea) es de menores precipitaciones, concentradas en menos eventos pero más intensos y, por tanto, con mayor riesgo de provocar daños.

Aumento de inundaciones

Se espera que el volumen de lluvia (o nieve/granizo) en el día más lluvioso del año en España aumente hasta un 10 % en comparación con el período de referencia (1850-1900) en todos los escenarios de aumento de la temperatura media global (desde 1,5 °C a 4 °C). Esto podría aumentar el riesgo de inundaciones y plantea desafíos adicionales con respecto a la gestión del agua.

Incremento de la variabilidad

El cambio climático también afectará la variabilidad de las precipitaciones en nuestro país. Esto significa que la variabilidad de un año a otro aumentará, lo que dará como resultado temporadas o años secos y lluviosos más extremos, afectando a los ecosistemas, la agricultura y otras actividades socioeconómicas.