Cuando parecía que el planeta comenzaba a recuperarse de la pandemia por COVID-19, una nueva crisis ha estallado en el este de Europa. La guerra de Ucrania nos ha sorprendido y horrorizado a partes iguales y sus consecuencias van a impactar en nuestras vidas durante mucho tiempo.
Desde Greenpeace condenamos la invasión que está llevando a cabo el Gobierno ruso en Ucrania y exhortamos al presidente Putin a que retire inmediatamente sus tropas y cese las operaciones militares al tiempo que exige a la comunidad internacional que ponga todos sus esfuerzos en dialogar y consensuar una salida pacífica al conflicto.
Además, mostramos nuestra máxima solidaridad con todas las víctimas de la intervención militar. En especial, con la población civil que está sufriendo las consecuencias de esta escalada y que, como sucede en todos los conflictos armados, es la principal damnificada de la dinámica belicista. También nos solidarizamos con todas las personas que están diciendo «No a la guerra» en las calles de Rusia (con la exposición que conlleva) y en el resto del mundo, creando nuevas formas de protesta pacífica ante esta sinrazón.
Lamentablemente, los conflictos armados forman parte de la vida diaria de muchas personas en el mundo. No podemos olvidarnos de los numerosos enfrentamientos que ya estaban activos antes de que todas las miradas estuvieran puestas en Ucrania.
Las guerras siempre esconden intereses económicos detrás.
Camufladas por soflamas patrióticas, nacionalistas o religiosas, las guerras siempre esconden intereses económicos detrás. En el caso de Ucrania, las causas del conflicto son múltiples, pero no podemos olvidar el papel que los combustibles fósiles y otras energías sucias, como la nuclear, juegan en el tablero de batalla.
En este especial, desde Greenpeace desgranamos qué relación tiene lo que está sucediendo en Ucrania con la dependencia europea de gas y petróleo. También destacamos el peligro que supone la energía nuclear en cualquier contexto, pero todavía más en un conflicto de este calibre. Sin olvidarnos de cómo puede afectar todo esto a la seguridad alimentaria.
Si quieres conocer la respuesta a esta y otras muchas preguntas relacionadas con la guerra en Ucrania, te animamos a seguir leyendo.