No todo son malas noticias estos días. Ya somos tres millones de personas las que queremos que se protejan nuestros océanos. Aprovechando estos días de aislamiento por la crisis del coronavirus, te animamos a volar con tu imaginación hasta el mar, al azul infinito. Las aguas abiertas de nuestro planeta solo están protegidas un 3%, pero con el establecimiento en Naciones Unidas de un Tratado Global de los Océanos se podría proteger más del 30% de estas aguas para 2030.

Por eso, aunque la cuarta y última ronda de negociaciones de esta “constitución de los océanos” se ha pospuesto para después de que superemos la crisis del COVID19, que tres millones de personas reclamemos un sólido tratado son muy buenas noticias. La presión pública es fundamental para que el texto final permita avanzar en la protección de nuestros océanos, que tanto lo necesitan.

Es estupendo ver cómo la ciudadanía avanza para reducir el uso de plásticos o cómo buscamos fórmulas para comer pescado capturado responsablemente. Pero esto no es suficiente. Necesitamos grandes cambios en el propio sistema para reducir el saqueo diario de los océanos y dar a la biodiversidad marina un respiro para recuperarse. Y para impulsar ese cambio fundamental en la forma en que la humanidad está interactuando con el océano necesitamos un acuerdo global, un acuerdo político.

Además de los tres millones de personas que han firmado la petición de un Tratado Global de los Océanos, también apoyan esta iniciativa los siguientes países: Bélgica, Belice, Canadá, Costa Rica, Ecuador, Finlandia, Gabón, Alemania, Kenia, Maldivas, Palau, Panamá, Perú, Portugal, Seychelles, España, Suecia, Reino Unido y Vanuatu.

Tenemos que proteger los océanos. Ahora que tanto echamos de menos pasear por el litoral o sumergirnos en sus aguas, firma para pedir un Tratado Global y, mientras tanto, #QuédateEnCasa.