Entrada de blog por Raquel Montón - 19-10-2019


30 años del accidente en Vandellós I: no es lo mismo estar dormido que estar durmiendo

Como probablemente recuerdes, Camilo José Cela pronunció una vez una célebre frase: «No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, de la misma manera que no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo». Camilo nos mostró claramente la diferencia entre el participio y el gerundio, y esta diferencia explica muy bien la función que tiene que llevar a cabo un regulador de seguridad nuclear. Su función es estar regulando (aunque el Cela lo diría de otra manera).

El 19 de octubre de 1989 Camilo José Cela recibió el Premio Nobel de Literatura. Y esa misma noche también tuvo lugar el accidente nuclear en Vandellós I. Coincidencias de la vida. El azar es parte de la realidad y, a veces, lo impensable también pasa, aunque la industria nuclear no cuente a menudo con ello.

Después de 30 años es difícil saber cómo estaba en aquellos tiempos el regulador, si dormido o durmiendo. Leyendo las crónicas de 1986 parece que más lo primero que lo segundo. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) había ordenado a la empresa propietaria de la central nuclear (Hifrensa) que hiciera correcciones en el sistema de seguridad, pero tres años más tarde (cuando se produjo el accidente) todavía no se habían instalado la protección del sistema eléctrico ni los sopladores de emergencia solicitados.

A la izquierda, el edificio del reactor de la central de Vandellós I. A la derecha, la cúpula de seguridad de Vandellós II.

Hemos mejorado mucho en los últimos años, y más tras el accidente de Fukushima que ha obligado a despertar a muchos reguladores. Sin embargo, sabemos que los accidentes nucleares catastróficos como los de Fukushima o Chernóbil puede producirse en algún lugar del mundo una vez cada 10 o 20 años. También sabemos que, aunque los motivos que desencadenan los accidentes pueden ser muy diferentes, desde terremotos o incendios, los responsables de los accidentes nucleares son los gobiernos, los reguladores y la industria nuclear, tal y como corroboró en el caso de Fukushima el informe encargado por el Parlamento de Japón a expertos independientes. Y también sabemos, le pese a quien le pese, que tenemos alternativas más económicas, más sostenibles y más seguras para cerrar ordenadamente las nucleares.

Vandellós I comenzó su operación en 1972, funcionó durante 17 años y, tras su cierre definitivo en 1990, empezó su desmantelamiento. En la actualidad se encuentra en el nivel 3 de desmantelamiento del cajón del reactor. La última fase de clausura de la central será ejecutada por Enresa, en torno al año 2028, y consistirá en la retirada del cajón del reactor y de todas las estructuras internas. Se liberará completamente el emplazamiento. La cuestión es que tres décadas después sigue necesitando, financiación, gestión y seguridad. Esta es la realidad de la energía nuclear que, con o sin accidentes, es muy cara.

No es fácil discriminar cuánto nos ha costado hasta el momento pagar por el desmantelamiento y gestión de los residuos de Vandellós I y cuánto nos queda por pagar. Pero sin duda podemos decir que desde hace 30 años no lo pagan los que obtuvieron beneficios con su uso, quienes tampoco serán los que lo paguen los siguientes 30 años.

Raquel Montón - autor del blog.
Raquel Montón
Responsable de las campañas relativas al sistema eléctrico y la energía nuclear en Greenpeace. Estudios de Agronomía en la UPM y en la organización desde 2001, primero en la campañas de Biodiversidad y Cambio Climático. Twitter: @raquelmonton
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Comentarios

2 comentarios
nuria garcia 01/11/2019

Por aquí queremos saber por qué fueron ustedes a Iberdrola con la cara tapada. Si fueron voluntarios o de la organización. Cuando quieran hundir una empresa, de ganado o de energía, o arruinar a los ciudadanos de una ciudad a multa limpia, pidan consejo a la central de Greenpeace. Todos hacemos cosas mal. Ustedes fueron con la cara tapada por algún motivo. Todos hacemos las cosas lo mejor que podemos, pero tenemos que vivir y dejar vivir a los demás.

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Francisco 25/12/2019

Disculpe que le diga, pero su comentario parece el típico de querer matar al mensajero. El problema lo creo la empresa propietaria de la planta y no Greempeace. Si a alguien tendrá que culpar de sus problemas será debido al accidente que se produjo allí y no a quien lo denuncia.
Le voy a decir dos cosas con todo el cariño del mundo:
La primera es que tuvieron una suerte tremenda, porque no pasó nada en comparación con lo que podía haber pasado si el accidente se hubiera descontrolado como en chernobil o Fukushima.
La segunda es que mientras el reactor de Vandellos II esté operativo corren ustedes un riesgo tremendo (ustedes y todo el país). Se lo explico por si no lo sabge: Los reactores nucleares de agua a alta presión (todos los reactores del mundo operativos cuentan con esa tecnología) son básicamente una bomba sucia, porque el reactor es, a groso modo, una olla de agua a alta presión y temperatura, condimentada con varios cientos de kg de materiales altamente radioactivos. Como consecuencia, cuando la fisión de los materiales fisionables se va de madre, la presión y la temperatura suben hasta que la olla a presión estalla, con las consecuencias que todos estamos hartos de ver por los medios de comunicación.
Le aconsejo que luche con todas sus fuerzas para que la central pare lo antes posible y que les desmonten esa bomba sucia de hay. Saldrán ganando.

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