A favor de la aprobación del tranvía para La Diagonal de Barcelona
El próximo día 23 de marzo se votará en el pleno municipal si dar luz verde a la conexión de los dos ramales del tranvía existentes en la ciudad de Barcelona, Trambaix y Trambesòs, a través de La Diagonal. Menos de cuatro kilómetros de recorrido que sin embargo representan un importante cambio de paradigma en la ciudad.
En primer lugar, porque permitirá unir todo el eje noreste y suroeste de la ciudad mediante el tranvía, una conexión que incrementará en gran medida el uso del transporte público en toda la ciudad, y en particular del tranvía, que al estar además electrificado supone una notable mejoría en los índices de contaminación atmosférica y en la reducción de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.
En segundo lugar, porque implica recuperar el espacio en la avenida más emblemática de la ciudad, actualmente colapsada e invadida por el tráfico motorizado, y en particular del automóvil. De ahí la controversia y resistencias que genera su aplicación.
Recuperar esta avenida y sus cuatro carriles de circulación centrales, símbolo de la motorización de Barcelona, para que en lugar de automóviles circulen tranvías y bicicletas (el proyecto contempla construir también dos ejes ciclistas) resume a la perfección lo que debería orientar las políticas de movilidad a implementar en todas nuestras ciudades, para lograr ciudades menos contaminadas, más saludables, amables y comprometidas con el calentamiento global.
Sin embargo, esta medida que se lleva debatiendo desde hace 15 años en la ciudad, no ha sido aprobada todavía por su instrumentación política. Los réditos, intereses y disputas políticas han llevado a que una medida que resulta tan necesaria y positiva haya estado hasta el día de hoy bloqueada. Y no está todavía claro que el próximo 23 de marzo vaya a desbloquearse.
A día de hoy solo dos partidos la apoyan explícitamente, Barcelona en Comú y el PSC, mientras que el Grupo Municipal Demócrata y el Partido Popular la rechazan. La aprobación pende por tanto de lo que hagan las otras tres formaciones políticas: Esquerra Republicana de Catalunya, Ciutadans y la CUP.
Por estos motivos desde Greenpeace hemos decidido apoyar los actos promovidos por la plataforma Unims el Tranvies, en la que hemos entrado a formar parte. Asimismo hemos solicitado reunión con las tres formaciones que todavía no han expresado claramente su voto para pedirles explícitamente que lo apoyen. El próximo viernes nos reuniremos con ERC y Ciutadans, para transmitirles nuestra convicción de que esta medida no puede esperar más, porque el calentamiento global continúa y porque la contaminación de Barcelona registra niveles inadmisibles para sus habitantes. Así que pediremos a estas formaciones que miren más allá de los réditos electorales a corto plazo. Resulta esencial que comiencen las obras lo antes posible, sin que eso impida que se pueda seguir trabajando en lograr el consenso sobre el modelo de gestión u otros asuntos que pudieran poner en peligro su aprobación.
Nos quedan dos semanas para conseguir que el Ayuntamiento de Barcelona pueda por fin dar luz verde a esta medida que cambiará a mejor la ciudad, la forma de moverse de sus habitantes y el aire que respiran.