Las grandes empresas contaminantes y los ultrarricos deben pagar por la crisis climática que provocan

El sol cae con fuerza sobre Andalucía. Las temperaturas en Sevilla superan los 42 grados en plena primera ola de calor del año. Mientras tanto, en pleno centro de la ciudad, una imagen irrumpe en el paisaje urbano: una enorme pancarta colgada en Las Setas de Sevilla lanza un mensaje claro y contundente: “Se están cargando el clima. Y lo estás pagando tú.” Con este mensaje Greenpeace exige a los gobiernos que hoy se reúnen en la capital andaluza para participar en la IV Conferencia de Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4) más medidas para paliar la crisis climática. ¿El objetivo? Poner sobre la mesa que esta crisis tiene responsables, y no son quienes más la sufren.

¿Quién provoca la crisis? ¿Y quién la paga?

La población tú, yo, nuestras familias, muchas comunidades en el Sur Global están viviendo las consecuencias del cambio climático: inundaciones como la DANA de Valencia, incendios forestales devastadores, olas de calor que afectan a la salud, la economía y la vida cotidiana.

Pero los que están detrás del problema, las grandes empresas de combustibles fósiles y las fortunas multimillonarias que se lucran con la destrucción del planeta, no solo no pagan por el daño que causan, sino que siguen acumulando beneficios récord.

Y mientras tanto, los gobiernos alegan falta de recursos para hacer frente a la crisis. Pero la realidad es otra:

• Se siguen subsidiando los combustibles fósiles.
• Se siguen otorgando privilegios fiscales a los ultrarricos.
• Se toleran los paraísos fiscales donde se esconden fortunas enteras.

Greenpeace dice: ¡basta!

Con esta acción directa no violenta en Sevilla, queremos lanzar un mensaje directo a los más de 190 gobiernos reunidos en Sevilla: Es hora de que quienes más contaminan, paguen. Que los recursos se destinen a combatir la crisis climática, proteger a las personas y reconstruir un planeta justo y habitable. 

Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España y Portugal, lo deja claro:

Hay dinero. Lo que falta es voluntad política. Hay que dejar de premiar a los contaminadores y empezar a proteger a la ciudadanía.

¿Qué opina la gente?

Según una encuesta reciente de Greenpeace y Oxfam: 9 de cada 10 personas en España apoyan que las grandes empresas contaminantes paguen impuestos por el daño climático que provocan. La mayoría también exige que los ultrarricos —los que más vuelan, más consumen y más contaminan— contribuyan más.

Porque no es justo que el 80 % de la población mundial, que nunca ha subido a un avión, sufra las consecuencias de un modelo insostenible que beneficia a unos pocos.

¿Qué está en juego en Sevilla?

En la FFD4, los gobiernos discuten cómo reformar el sistema financiero internacional. Pero desde Greenpeace advertimos que el llamado Compromiso de Sevilla, el documento central de la conferencia, se queda muy corto. Carlos García Paret, de la campaña de cambio sistémico de Greenpeace, lo explica así: “Este acuerdo es una oportunidad perdida. Aunque habla de cooperación fiscal y de cerrar paraísos fiscales, no obliga a nada concreto. Y lo peor: los países del Norte Global han bloqueado propuestas clave para democratizar el sistema y cancelar la deuda de los países empobrecidos.” Y por si fuera poco, Estados Unidos ni siquiera ha asistido. Pero eso no puede ser excusa para que Europa baje la ambición. Al contrario: es hora de apostar por un multilateralismo justo y democrático, con la participación activa del Sur Global.

¿Qué exigimos desde Greenpeace?

1. Nuevos impuestos climáticos a las empresas contaminantes y a los ultrarricos.
   
2. Prohibir los subsidios a los combustibles fósiles.
   
3. Cancelar las deudas ilegítimas del Sur Global que impiden actuar frente a la emergencia climática.
   
4. Transferir recursos desde quienes provocan el problema hacia quienes más lo sufren.
   
5. Un sistema fiscal internacional justo, impulsado desde la ONU, no controlado por los intereses de las grandes potencias y multinacionales.

No hay tiempo que perder

El planeta está al límite. 2024 fue el año más caluroso jamás registrado y las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en aumento. Frente a eso, la ciudadanía se moviliza, se organiza y exige justicia. Porque la verdadera democracia no se hace solo en las urnas: también se construye desde el activismo y la calle.

Greenpeace lo tiene claro: “Si queremos un mundo justo y verde, necesitamos una redistribución real del poder y la riqueza. Ya no basta con declaraciones bonitas. Es momento de actuar.”

¿Qué puedes hacer tú? 

Difunde. Comparte. Actúa. Reclama a tu gobierno que se posicione del lado de la gente y no del lado de quienes se están cargando el planeta. Súmate a la campaña “Que Paguen los Contaminadores” y ayúdanos a exigir impuestos justos para un futuro digno.