¡Adiós a la incineradora de Valdemingómez!
Madrid está hoy de celebración: el Ayuntamiento acaba de anunciar el cierre de la incineradora de Valdemingómez en 2025. La incineración de residuos es el sistema menos eficiente, más caro y que menos empleo genera a la hora de gestionar residuos urbanos, por lo que el cierre de la planta es una buenísima noticia.
Han pasado casi 25 años desde la construcción y puesta en marcha de la planta, que fue diseñada para quemar 300.000 toneladas de residuos al año. En el proceso se emiten decenas de sustancias nocivas y peligrosas, y generan hasta un 30% en peso del residuo incinerado en forma de escorias y cenizas altamente tóxicas que hay que almacenar de forma segura durante siglos en vertederos de seguridad. Además, las emisiones que produce aumentan el riesgo de contraer graves enfermedades en la población cercana. La planta de Valdemingómez pone en riesgo a una población de casi un millón de personas en un radio de 10 km a su alrededor.
Recientes estudios, como el del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, concluyen que «existe un incremento significativo del riesgo de muerte por cáncer en las localidades próximas a incineradoras e instalaciones para la recuperación o eliminación de residuos peligrosos”. Este es solo uno de las decenas de informes científicos que se han publicado relativos a esta cuestión.
Ha sido una gran victoria, ya que durante décadas los grupos ecologistas y vecinales han estado exigiendo el cierre de la incineradora. Greenpeace ha denunciado esta planta desde el año 1994, hemos realizado acciones de protesta dentro de la misma instalación, y desde 2016 formamos parte de la alianza ‘Incineradora de Valdemingómez No’ que ha liderado las recientes acciones para pedir el cierre de la planta que finalmente hoy se ha anunciado.
Es cierto que nos hubiera gustado un cierre más rápido, pero el anuncio ya supone un gran avance. Esta decisión pone al Ayuntamiento de Madrid ante un reto: apostar por políticas de residuo cero encaminadas a valorizar “materialmente” nuestras basuras, lo que conocemos como Economía Circular. Reducir, reutilizar y reciclar, así de simple, así de efectivo.
Felicidades a toda la ciudadanía de Madrid. Esperamos que el ejemplo se traslade a otras plantas y proyectos en resto del estado. Y gracias a todos nuestros socios y socias y a las personas que han luchado por el cierre de la planta. Sin todo ese esfuerzo común no hubiera sido posible conseguirlo.
¡Enhorabuena, Madrid! 🙂