Greenpeace ha organizado y está participando hoy en una mesa redonda en el Congreso Nacional de Medio ambiente (Conama) para debatir, con representantes de los principales actores, las amenazas y los retos de futuro del litoral.

El sector científico, la administración estatal, el sector empresarial-turístico y organizaciones ambientalistas se sientan para debatir sobre los problemas de los ecosistemas costeros y buscar soluciones. Crear consensos sociales es imprescindible para que toda la sociedad camine en la misma dirección y encontremos soluciones duraderas a la destrucción de ecosistemas costeros.

El problema: La urbanización masiva destruye los ecosistemas de la costa, lo que a la postre perjudica a toda la sociedad. El informe A Toda Costa, elaborado por Greenpeace y el Observatorio de la Sostenibilidad, ha contabilizado que durante el periodo de vigencia de la Ley de Costas las superficies artificiales (urbanizaciones, infraestructuras, pavimentación del suelo, etc) se han duplicado, lo que ha contribuido a que el 80% de los bienes y servicios ambientales que proporcionan los ecosistemas costeros a la sociedad estén en recesión.

Pero … ¿esto qué supone para la gente?
Menos ecosistemas costeros y más superficies artificiales supone que perdemos los beneficios que la naturaleza nos reporta y también por ello estamos más vulnerables a los impactos del cambio climático. Tristemente tenemos varios ejemplos recientes de cómo la destrucción de ecosistemas pone en riesgo a la sociedad. Las últimas inundaciones de Baleares, con tremendas pérdidas materiales y personales, o lo ocurrido en el edificio Mar y Sol de Tacoronte (Tenerife) son algunos ejemplos de lo que puede llegar a ocurrir cuando se combinan dos factores humanas, urbanización masiva y cambio climático.

¿Qué podemos hacer para atajar estas dinámicas? Greenpeace defiende que las actuaciones más urgentes pasan por frenar futuros desarrollos urbanísticos en el litoral que no harán más que agravar la ya crítica situación y mitigar el cambio climático para que sus impactos sean menores.

Tanto las administraciones que gestionan el territorio como el sector turístico han de apropiarse de este discurso y pasar a formar parte de la solución del problema haciendo de la protección de ecosistemas su bandera. Esperamos que las ideas expuestas por los diferentes actores en esta actividad de Greenpeace en el CONAMA vayan en esta dirección y sirva de punto de partida para trabajar conjuntamente por un objetivo común, la protección de nuestras costas.