Amazonia: el fraude en los inventarios alimenta el comercio de madera de origen ilegal
Hoy, 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques, os explicamos cómo se puede inundar el mercado europeo de madera de origen ilegal brasileña. Es muy fácil
Primero y más importante. La materia prima. Hay que buscar en la selva tropical amazónica los árboles con más valor en el mercado. La madera de Ipe es la mejor, es muy resistente y gusta mucho en occidente. Pero en la selva tropical el árbol del Ipe es poco frecuente, hay muy pocos árboles por hectárea. Hay que recorrer mucha selva para encontrar uno.
Para evitar este pequeño problema técnico-botánico se ha encontrado una solución que reduce enormemente los costes. Se trata de sobornar a los técnicos forestales para que digan que en nuestra concesión forestal hay una densidad de árboles de Ipe alta, muy alta o altísima. Aunque la ciencia diga que eso es imposible, no importa, nadie va a ir allí a verificarlo. Los papeles dirán que tenemos muchos árboles de Ipe, aunque sean imaginarios.
Tenemos ya los papeles, pero no tenemos los árboles. Nuestro inventario forestal y nuestros documentos dirán que tenemos mucha madera de Ipe, pero no los tenemos realmente, por lo que tenemos que ir a buscarlos. Lo más barato es entrar ilegalmente en la selva y robarlos en las tierras públicas, en los territorios indígenas y en las áreas de conservación.
Cuando ya hemos robado los árboles de Ipe, podemos procesarlos, transportarlos y exportar su madera al mercado internacional. Recordad, los hemos robado pero tenemos papeles que dicen que tenemos mucho Ipe, y son papeles “oficiales” del estado de Pará, Mato Grosso, Rondonia, etc. Es madera de origen ilegal pero “con papeles oficiales”.
Merece la pena arriesgarse, ya que el alto valor de la madera de Ipe en el mercado, una vez transformada en suelos y chapas de decoración, puede alcanzar hasta los 2.500 dólares estadounidenses el metro cúbico. Ya decía Naciones Unidas hace poco que el comercio ilegal de madera es uno de los negocios ilícitos más importantes. Aquí se gana mucho dinero.
Para este negocio no se pueden tener remilgos. No podemos detenernos antes los problemillas asociados a la tala ilegal. Tendremos que hacer un esfuerzo por mirar hacia otro lado cuando escuchemos a los que denuncian que este negocio ilegal provoca la intensificación de la violencia en el medio rural brasileño, una creciente degradación del bosque, la destrucción de la biodiversidad y una mayor invasión de caminos ilegales.
Ya tenemos la madera en el puerto, ahora necesitamos que las empresas de EE.UU. y la Unión Europea piquen el anzuelo. Hay que decirles que todos los papeles están en regla. Son muy fáciles de convencer, hay mucha demanda de madera de Ipe y cualquier cosa se la creen a la primera. Aunque estas empresas occidentales tienen que cumplir con reglamentos y legislaciones que obligan a poner en práctica la Diligencia Debida para evitar comerciar con madera ilegal, la verdad es que no ponen mucho empeño en ser “diligentes”. Así que compran la madera con sus papeles y ya tenemos la madera de origen ilegal dentro del mercado internacional.
Y las empresas importadoras en EE.UU y EU venden la madera de Ipe pensando y diciendo que la documentación “oficial “ garantiza que la madera talada en la selva amazónica se extrae legalmente y teniendo plenamente en cuenta los derechos de sus pueblos indígenas y otras comunidades tradicionales. ¿Son ilusos…o son cómplices del fraude?
Este mercado de destrucción tiene nombres y apellidos. Según el informe “Árboles imaginarios, destrucción real” que acaba de hacer público Greenpeace Brasil, Estados Unidos es el país que más madera de Ipe ha importado procedente de los planes de gestión forestal con evidencias de haber “inflado” la cantidad de árboles de Ipe. Desde marzo de 2016 hasta septiembre de 2017, 37 empresas estadounidenses importaron 10.170 metros cúbicos de madera de Ipe (todas las empresas figuran en el informe). Francia ocupa el segundo lugar en la lista, seguido de Portugal, Bélgica y los Países Bajos. En total, 11 países de la UE importaron 9.775 metros cúbicos de madera de Ipe de áreas en riesgo.
El informe cita tres empresas que han importado a España madera de Ipe a partir de planes fraudulentos, entre las que destaca la empresa gallega López Pigueiras S.A. por haber importado grandes cantidades de madera de Ipe procedentes de planes de gestión forestales cuyos inventarios tenían una alta sobrestimación de la densidad de árboles de Ipe. Esta compañía ha sido citada ya en tres ocasiones en los últimos informes de Greenpeace por comercializar madera procedente de empresas vinculadas con la tala ilegal y el fraude documental.
¿Y por donde entra esta madera de Ipe ilegal en el mercado español? Si sumamos los casos denunciados en los últimos años, Galicia es una de las principales puertas de entrada de madera de origen ilegal al mercado español. Quien debería estar obligando a las empresas importadoras a cumplir con sus obligaciones es la Dirección General de Ordenación y Producción Forestal de la Xunta de Galicia, la autoridad competente de aplicar el Reglamento de la Madera o EUTR.
¿Está la Xunta de Galicia haciendo su trabajo? Evidentemente, no.
Por eso, en parte, es tan fácil encontrar en el mercado madera de Ipe con “papeles oficiales” pero procedentes de sitios imaginarios. Lo que es totalmente real la destrucción y la violencia que deja este comercio ilícito.
¡Firma la petición! Basta de madera ilegal en Galicia