¡Ha llegado el verano! Hay muchas ganas de viajar y más aún de dejar atrás esta pandemia. De momento, parece que en 2021 predominará el turismo doméstico y de proximidad. Un dato positivo para reducir las emisiones del transporte, que puede ser mejor aún si viajamos de forma sostenible, ¿verdad?

Si viajas en tren, quizás notes algo más de color en las estaciones. A los trenes blancos de Renfe se unen los morados de Avlo, un nuevo servicio más económico. El operador público ha lanzado Avlo en respuesta a OuiGo, que comenzó a operar hace algo más de un mes y que ya presenta una ocupación superior al 85%.

La idea del Avlo se remonta al ‘EVA’, un concepto presentado por Renfe en 2018 y que ofrece una receta similar: tarifas flexibles, de clase única y sin coche cafetería para lograr así más plazas por tren. De esta forma, si las emisiones del ferrocarril ya eran muy inferiores al coche o al avión, ahora lo será aún más al incrementar la capacidad del tren. ¿Sabías que un solo tren, en doble composición, puede trasladar tantas personas como 5 aviones en el mismo trayecto?

De esta forma, quienes quieran viajar entre Madrid, Zaragoza y Barcelona; ahora tendrán hasta tres opciones para elegir. Pero… ¿qué pasa con el resto? Nuestra red ferroviaria tiene más de 15.000 kilómetros de vía y por el momento un solo tramo se está llevando toda la atención.

“Alta velocidad para todos” ¿en serio?

Si es importante tener billetes asequibles a todos los bolsillos, más importante aún es que haya trenes que atiendan a toda la población. En muchos lugares todavía no se han recuperado los trenes suprimidos durante la pandemia. Faltan conexiones regionales para poder hacer gestiones básicas y ya no tenemos trenes nocturnos a pesar de ser un servicio que está resurgiendo por Europa.

20/08/2020. Madrid-Puerta de Atocha, Madrid, Comunidad de Madrid, España. ©Greenpeace/Pablo Blázquez

Nuestro país tiene una red ferroviaria bastante extensa, pero desaprovechada. No se trata de construir más, sino de gestionar mejor, puesto que hay potencial para incrementar un servicio público esencial para la ciudadanía. Así reduciríamos la dependencia de la carretera y de la aviación, tal y como recomiendan los informes técnicos sobre transporte y emisiones.

El Avlo se ha lanzado bajo el lema “Alta Velocidad para todos”, una campaña que sorprende sobre todo viniendo de Renfe, la misma empresa que ha estado operando el AVE desde 1992. La campaña del Avlo parece confirmar sin tapujos algo que ya sabíamos: que Renfe lleva 30 años moviendo unos trenes sólo accesibles para unos pocos. Mientras el resto solo podía ver los trenes pasar por culpa de unas tarifas elevadas y una estrategia comercial pensada en clientes elitistas y en viajes de negocios.

En Greenpeace nos alegramos de que por fin hayan decidido dar la oportunidad a más personas para que puedan usar el ferrocarril como forma de moverse. La crisis climática nos obliga a cambiar nuestra forma de movernos, y por eso necesitamos poner más opciones sostenibles al alcance de todas las personas y prescindir así de los combustibles fósiles. Si defendemos el principio de que “quien contamina, paga”, está bien que quien contamine menos, pague menos. Así que bienvenidas sean todas las propuestas que, como Avlo, nos acerquen a una movilidad más sostenible pero sin olvidar que ésta no debe limitarse a Madrid y Barcelona, ni tampoco mermar la calidad del servicio.

Sabemos que quieres moverte de forma sostenible, y desde Greenpeace trabajamos para que puedas hacerlo, exigiendo al Gobierno una Ley de Movilidad que no deje a nadie atrás: ni a quienes viajan, ni a quienes trabajan en el transporte. Entre las medidas que queremos incluir, figura la creación de 30 nuevas conexiones diurnas y nocturnas, acabar con los vuelos cortos cuando haya alternativa en tren y que viajar con bicis o mascotas sea más fácil.

Porque de poco sirve apostar por el tren únicamente donde resulta rentable bajo criterios de mercado, si no atendemos también la rentabilidad social y ambiental del transporte.

Y tú, ¿cómo te vas a mover este verano? ¡Cuéntanos!