Entrada de blog por carmen - 25-09-2024


“El cambio climático no puede ser rehén de una visión política sesgada”

Carlos Moreno, urbanista creador del concepto de la ciudad de los 15 minutos.

Los residentes de una ciudad deberían poder acceder en menos de 15 minutos andando o en bicicleta desde su hogar a todas sus necesidades diarias: trabajo, educación, atención médica, compras, ocio… Es el concepto de la ciudad de los 15 minutos, creado por Carlos Moreno, urbanista que desde hace 15 años lleva dando vueltas a la idea de crear entornos habitables más sostenibles y humanos, con menos dependencia del automóvil y una mayor calidad de vida.

Fue tras su participación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) en 2016 cuando comenzaron a surgir las primeras voces a favor de este modelo. Entre esa fecha y 2019, Moreno realizó una prueba piloto junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, sobre regeneración urbana y servicios esenciales en tres barrios de la ciudad de la luz. Los buenos resultados cosechados hicieron que Hidalgo adoptara el concepto y lo incluyera como uno de los platos fuertes de la campaña electoral para su reelección. Finalmente, resultó elegida en junio de 2020, en plena pandemia, lo que imposibilitó su puesta en marcha inmediata, aunque sí se está desarrollando de forma progresiva.
París fue el gran espaldarazo a la ciudad de los 15 minutos, pero no fue el único. El C40, una red global de casi 100 alcaldes de las principales ciudades del mundo —en las que viven casi 1.000 millones de habitantes— que buscan soluciones a la crisis climática, lo tomó como estrategia clave para su regeneración urbana en el marco de pospandemia.

Moreno está convencido de que acontecimientos como una pandemia mundial, varios conflictos bélicos y una crisis económica han ayudado a que personas e instituciones se tomen más en serio proyectos como la ciudad de los 15 minutos y, en general, el problema del cambio climático. “La historia ha demostrado que la humanidad reacciona cuando se encuentra contra las cuerdas. Y pandemia, guerra y crisis, junto con una población de 8.000 millones de personas y un grado más de temperatura media, nos han puesto contra las cuerdas”, señala el urbanista, que recalca que el mundo lleva hablando del cambio climático desde el Protocolo de Kioto de 1975. “Durante años se habló mucho, pero se tomaron pocas medidas. Algunos comenzaron a tomárselo en serio cuando empezaron a vivir en sus ciudades más olas de calor de las normales, pero fue la pandemia, que destrozó el tejido económico, y la guerra, con dificultades de abastecimiento de energía, materias primas, inflación…, lo que nos hizo reaccionar”.

París – Madrid

Anne Hidalgo, alcaldesa de París, lo vio todo tan claro cuando conoció el concepto que decidió que sería el corazón de su campaña electoral para la reelección: un nuevo modelo de ciudad frente al cambio climático. No quería simplemente descarbonizar la ciudad, sino proponer una descentralización, y anunció que las ciudades de los 15 minutos serían el Big Bang de la proximidad.

Antes de proponerlo, se aseguró de que contaba con la ayuda de Carlos Moreno, que siempre ha dejado claro que ni es político ni ha sido candidato a ningún cargo público en París. “Yo soy un científico, y mi papel social es romper esquemas con propuestas e ideas nuevas y estudiar su viabilidad. Unas funcionan y otras no”.

Moreno es consciente de que una buena amiga de Hidalgo, Manuela Carmena, quiso seguir sus pasos en Madrid, pero no pudo rematar lo que empezó. “Es comprensible que un opositor político decida destejer lo que ha hecho su antecesor en algunas materias, pero no cuando hablamos de cambio climático. En este tema no hay derechas ni izquierdas que valgan porque la calidad de vida de una ciudad no puede ser rehén de una visión política sesgada. Si no cambiamos nuestras emisiones de CO2 de aquí a 10 o 20 años, la mitad de España será inhabitable. Y por eso me pareció inconsecuente que una ciudad tan importante como Madrid diera marcha atrás a un tema que es de interés general solo porque lo propuso antes su contrincante político. Y lo que no hay derecho es que una representante política del partido que gobierna en la Comunidad diga públicamente que el cambio climático es una cuestión de comunistas y gente de izquierdas”.

La empresa

Además de la clase política, la empresa juega un papel clave en la construcción de la ciudad de los 15 minutos. Para empezar, esta regeneración abre al mundo empresarial nuevos modelos de negocio y cambios importantes en las condiciones de trabajo de sus empleados. Según Moreno, los incentivos a los trabajadores no pueden ser los mismos que hace 30 años, y la sensibilidad ha cambiado tanto que ofrecer hoy en día un coche de empresa no es tan buen incentivo como lo es más tiempo libre, cultura o educación. Las empresas buscan otros medios de cohesión con sus trabajadores y estos valoran como nunca la sensación de pertenecer a una empresa que hace cosas por el medio ambiente, la cultura o el bienestar de sus empleados.

Trabajar cerca de casa parece lo más complicado del modelo… a no ser que el sector productivo entienda el problema y se lo ponga fácil a sus trabajadores. Ya hay mucha gente que rechaza trabajos porque están lejos de sus viviendas. Por eso ya hay empresas que han optado por la descentralización, reduciendo espacio en oficinas centrales y creando espacios satélites perfectamente conectados en distintos barrios de la ciudad.

“Antes se pensaba que trabajar a distancia era improductivo. Ahora sabemos que no es así. París vuelve a ser un buen ejemplo: allí se encuentra La Defense, el primer barrio corporativo de Europa. Allí el 20% del espacio de oficinas ha dejado de utilizarse. Las empresas con grandes proyectos de construcción han renunciado a ellos o reducido el número de metros cuadrados. Incluso algunos, comprometidos con las autoridades, han preferido asumir multas por no construir lo planificado sabiendo que no lo van a ocupar”, explica Moreno.

La aseguradora Groupama, por ejemplo, con oficinas centrales en La Defense, ha activado diversos espacios por la ciudad para evitar los largos desplazamientos de sus trabajadores, de forma que ya no hace falta que vayan todos los días hasta la central. Consecuencia: menos contaminación, la empresa reduce los costos de mantener un edificio de 35 plantas y los trabajadores más contentos, ya que en París el tiempo medio que invierten sus habitantes en desplazarse hasta el trabajo es de 90 minutos.

Personas

Carlos Moreno asegura que es más fácil convencer a los políticos y a las empresas —que no es nada sencillo— que a las personas de que adopten un cambio de esta magnitud. “Cada una tiene su vida, su historia y sus costumbres, y aceptar un cambio en la manera de vivir no siempre es fácil, y solo se consigue con educación. Obviamente, hay países que juegan con ventaja. En París, el 52% del transporte individual en coche corresponde a trayectos de menos de 6 km, mientras que en países del norte de Europa, la distancia media que se recorre en bicicleta es de 28 km. Y si les preguntas si lo hacen por el clima, responden que no. Simplemente porque les resulta más fácil. Por eso el cambio de mentalidad resulta más difícil en los países mediterráneos que en los escandinavos.

El creador de la ciudad de los 15 minutos insiste en que su proyecto no significa una batalla contra el coche. Asegura que el coche hay que utilizarlo cuando sea imprescindible y posiblemente lo es para una persona de 80 años, que no puede montar en bici. Se trata de lograr la mayor calidad de vida: tener más servicios de proximidad, acceder a más cultura, a más educación, a más salud o vivir en un entorno con mayor esparcimiento y espacios públicos. Y todo esto, que requiere un permanente esfuerzo educativo, no es una cuestión ideológica. “Porque si tienes un buen coche, no tienes por qué ser de derechas; y si vas en bici, no tienes por qué ser un progre. Como siempre, el objetivo final es ser feliz, y la felicidad no es más de derechas que de izquierdas”, aduce Moreno.

París fue pionera, pero cada vez hay más ciudades interesadas en este modelo. Desde que el C40 adoptó en el periodo pospandemia el modelo de los 15 minutos como concepto clave para la regeneración urbana, cada vez son más las ciudades interesadas en la proximidad. Milán, epicentro de la pandemia en Europa, fue uno de los primeros, y ya hay alcaldes en Montreal, Los Ángeles, Bogotá, Buenos Aires y varias ciudades europeas que han entrado en esta dimensión de transformación de sus ciudades para combatir el cambio climático.

En Asia, Busán, la segunda ciudad de Corea del Sur, es un caso espectacular. Allí el ayuntamiento de la ciudad ha creado un departamento de 50 personas encargado exclusivamente de gestionar proyectos e inversiones para hacer que sus ciudadanos no tengan que moverse más de 15 minutos para encontrar lo que necesiten.

En España, los mejores ejemplos los tenemos en ciudades de menor tamaño, donde es más fácil aplicar nuevas formas de desplazamiento y movilidad y revitalizar la economía con proximidad. Ejemplos interesantes son los de Pontevedra, Santander, Soria, Logroño o Vitoria. Entre las ciudades más grandes, los intentos más destacados son los de Bilbao y Barcelona. «La Ciudad Condal, con sus más y sus menos, ha conseguido con el proyecto de las supermanzanas contribuir al debate sobre la viabilidad de este modelo”, apostilla Carlos Moreno.

Lo que está claro es que la idea de la proximidad toma cada día más fuerza, cuenta con más seguidores y cada vez es más frecuente ver este concepto dentro de programas electorales municipales que resultaron victoriosos.

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Comentarios

10 comentarios
Bienvenido 26/09/2024

El planteamiento no es solo muy adecuado. Sino más bien necesario. Pero claro, esto no parece muy importante, para muchos políticos. A los que se les "llena la boca" hablando de, por el "bien del ciudadano y del País". Como ya se señala.

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Maite 26/09/2024

Totalmente de acuerdo con el proyecto y lo que señala Bienvenido.
A ver si comenzamos a votar a nuestros políticos por lo que hacen y no por lo que dicen

Manuel castillo 26/09/2024

Llego a entender que los beneficios es no dedicar más de 15’ en traslados.. si eso es todo para un proyecto ecológico me parece pobre..
Una ciudad es como un cuerpo vivo que precisa alimentarse y ello tiene impacto en su entorno y muy importante..
Si una ciudad estuviera contenida en una burbuja la naturaleza podría no sufrir tanto al respecto..
Si por bienestar humano se llegara a crear la ciudad de los 15’ muy bien para el, si bien la la ciudades son lo que son y reestructurarlas es tarea muy compleja.. cambiar costumbres de humano ser arduo empeño como pretender que todos hablemos el mismo idioma..
Hacer ciudades ya existentes más saludables pasaría por que su impacto en el entorno inmediato se lo menor posible..
Como es la contaminación de residuos sólidos y líquidos de la actividad física y laboral de la ciudad..

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gustavo 26/09/2024

Yo creo que sería bonito y positivo.Las necesidades de desplazamiento y el gasto en medio de transporte lo harían recomendable.Otra cosa sería la gentrificación o el modelo de convivencia que se adquiriera con eso.Si fuera una solución implantable en todos los territorios sería un cambio de paradigma.Ojalá estas visiones sean acogidas por todos.

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David 26/09/2024

Haré de abogado del diablo, por que veo que no mencionan los posibles riesgos o desafíos.

1. Acceso a servicios y costos de implementación: No todas las zonas de una ciudad tienen la misma capacidad para albergar todos los servicios públicos necesarios. Áreas menos favorecidas podrían quedar rezagadas en términos de oferta. En España sabemos muy bien lo que es la descentralización, solo hay que llevar el ejemplo de las CC.AA. a nivel de barrios en cada ciudad.

2. Restricciones a la movilidad: La reducción del espacio destinado a vehículos particulares puede generar molestias y limitar la movilidad de aquellos que dependen del automóvil. No es solo una cuestión de limitaciones por la edad, sino por enfermedades, horarios, la propia naturaleza del trabajo, etc...

3. Impacto en el comercio local: La restricción del tráfico podría afectar negativamente a comercios ubicados en las afueras de los barrios, que dependen del flujo vehicular.

4. Necesidades cambiantes: Las necesidades de los ciudadanos evolucionan con el tiempo. Un diseño estático podría no adaptarse a futuros cambios demográficos o sociales.

5. Oportunidades laborales: Concentrar todos los servicios en un radio de 15 minutos podría limitar las oportunidades laborales para aquellos que buscan empleos especializados o en grandes empresas.

Estoy muy de acuerdo en que la Educación va a ser clave. Los niveles de participación ciudadana y dinamismo que requiere el modelo, necesita de una ciudadanía extremadamente bien educada. Vaya, que medir el éxito de este modelo puede tomarnos 10, 20, 30 años como poco. Son cambios generacionales.

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José A. Quintana 26/09/2024

Estoy bastante de acuerdo con David, especialmente con el contenido del último párrafo. Una muy buena educación es la clave. La dificultad es que en el mejor de los casos esta solución requiere un tiempo muy largo ya que como dice son necesarios cambios generacionales.

Cesar 26/09/2024

No me parece bien, la base de todo esto es el control a la población, tenerla encarcelada en esos 15’. Tener a los esclavos cerca del trabajo….La segunda parte será cuando no puedas salir de la ciudad por qué contaminas. Google ya lo está haciendo con sus trabajadores, en el trabajo tienen salas de ocio, restaurantes por que quieren que el trabajo sea su casa y que las élites no se queden sin producción.

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Amelia 26/09/2024

Adoro andar y me recorro, allá donde vaya , la ciudad a pie. Con desesperacion veo camiones echando humos negros constantemente por doquier. Los circuitos de carreras de motos y coches sueltan toda clase de
contaminantes. Los cruceros siguen polucionando los mares de nuestro globo. Oriente y Norte America viven en coches no muy modernos q son puro veneno....siento ser tan negativa, pero veo q el poder del dinero no ayuda a solucionar un problema cada vez mas acuciente. La idea de los 15 minutos me parece ideal , pero con la mentalidad q hay hoy en dia en oponerse a todo lo inteligente q se propone, la verdad es q lo veo muy dificil. Esperemos q la influencia de Greenpeace ayude a solucionar este tremendo desastre en ciernes. Muchas gracias por todo lo q haceis.

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Javier Intxaurza 26/09/2024

Hace ya 50 años conoci este esquema o forma en Holanda. Claro en aquel tiempo era facil en un pais llano. Las bicis circulaban si necesidad de grandes esfuerzos porque no habia que superar grandes cuestas como aqui. Pero hoy con las bicis electricas podemos aproximarnos a su esquema y hacer posible las ciudades de 15 por 15

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Edu 27/09/2024

Me gusta el tema de los 15min. Parece una buena filosofía y quizás se podría divulgar a los colegios. Bien por Moreno!

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