Cuatro años de vergüenza y horror en Yemen
Han pasado cuatro años desde que comenzó el conflicto de Yemen, cuatro años de bombardeos y ataques sobre población civil. Hace cuatro años también se puso en marcha el “contador de la vergüenza”, que hoy hemos sacado a las calles de Madrid cinco organizaciones: Amnistía Internacional, Oxfam Intermón, Fundipau, Save The Children y Greenpeace.
Estos cuatro años de guerra en Yemen han puesto sobre la mesa cifras que son demoledoras. Más de 60.000 víctimas directas del conflicto, más de 19.000 ataques aéreos (uno cada dos horas de media), 24 millones de personas que necesitan ayuda para sobrevivir (un 80% de la población) y 85.000 menores de cinco años podrían haber muerto por hambre u otras enfermedades. Son muchas las organizaciones e instituciones internacionales que cuentan el horror y de las violaciones sistemáticas del derecho internacional que vive la población yemení. Según la ONU, el conflicto en Yemen ha provocado la mayor catástrofe humanitaria actual.
En este contexto, la industria armamentística de muchos países ha visto una oportunidad de negocio. Es el caso de España, donde el Gobierno ha autorizado en estos años exportaciones de armas y munición a la coalición saudí que ataca Yemen. Exportaciones ilegales porque violan la legislación española e internacional y por las que España corre el riesgo de ser cómplice de la comisión de crímenes de guerra.
De esta forma, España puso en marcha hace cuatro años su propio “contador de la vergüenza”, autorizando el suministro de armas a la coalición saudí que lleva a cabo ataques sobre la población civil en Yemen. El día 25 de marzo de 2015 empezó a funcionar este contador, que ha avanzado a un ritmo de 20 € de autorización de exportación de armas a la coalición saudí cada segundo, alcanzando un total de 2.071 millones de euros.
A lo largo de estos años hemos visto y documentado cómo se han enviado armas y munición desde diferentes puertos españoles a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, mientras estos países mantenían un bloqueo y realizaban ataques en Yemen. Munición de artillería fabricada por Expal Systems en Quintanilla de Sobresierra (Burgos) y enviada desde los puertos de Bilbao y Santander; o armas de guerra y munición fabricada por Santa Bárbara Sistemas en sus centros de Alcalá de Guadaira (Sevilla) y en El Fargue (Granada) y enviadas desde el puerto de Motril, son solo algunos ejemplos de los que avergonzarse.
Recuérdaselo al Gobierno: para cumplir la ley y los acuerdos internacionales debe suspender las ventas a la coalición saudí y acabar con el secretismo de la venta de armas Marca España. ¡Compártelo!
Comentarios
Memoarevia genial la campaña cuando eran 4 ong, no entiendo la entrada de Save the Children.
Curioso verdad? Los que se enriquecen con la venta de armamento, no les verás en una guerra. Ni a ellos ni a sus cachorr@s. Sòlo a los soldados (eso que llaman “carne de cañòn”) y que piensan que lo hacen para salvaguardar la patria....Habéis visto a Aznar en el frente? O a sus cachorr@s en el pais de las armas de destrucciòn masiva? Cuánto beneficio masivo obtuvieron el trio de las Azores!!! El peor terrorismo: el terrorismo de ESTADO.
No estaría nada mal que se visibilizara la relación de este comercio asesino con la llegada de refugiados. Hay conexión entre todo ello, pero no sé si os dáis cuenta.
Hola Mikel: Creo que todas las personas que estamos mínimamente sensibilizadas con el tema sabemos que la venta de armas está muy vinculada con las migraciones, como son estas con la política de pesca de la UE, el cambio climático, la exportación de nuestros residuos y la explotación de sus tierras y aguas, como ejemplos.
Las personas sensibilizadas sí, pero ¿y las demás que son son la enorme mayoría?