Este año el Día Mundial del Medio Ambiente está dedicado a la lucha contra la desertificación, la restauración de tierras y la sequía. Unos asuntos que en nuestro país están totalmente a la orden del día. A pesar de las pocas voces que aún niegan el cambio climático, sus consecuencias son más visibles que nunca. Solo hay que preguntar a nuestras gentes del campo cómo sufren más las sequías y la pérdida de sus suelos y tierras. Tampoco podemos olvidar las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas, que afectan a la salud física y mental de las personas, especialmente las más vulnerables, provocando miles de muertes cada año. 

La mala gestión del agua ejemplifica claramente cómo estamos agravando el problema de la sequía y la desertificación. Más del 70% del territorio está ya en riesgo de desertificarse. Para denunciar esta situación Greenpeace ha querido documentar el terrible estado de deterioro que sufre unos de nuestros entornos naturales más emblemáticos, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel en Ciudad Real. A pesar de contar con la máxima figura de protección ambiental del Estado, este humedal ha desaparecido prácticamente debido a la dejadez y mal hacer respecto a las políticas de aguas y de protección.

Décadas de extracciones de agua subterránea, legales e ilegales, han vaciado por completo el acuífero y los ríos de los que se alimentaba este grandioso humedal. Miles de hectáreas se riegan ilegalmente (51.465 hectáreas se riegan con agua extraída ilegalmente, según WWF). En otros casos, los contadores de agua de los pozos “legales” han sido manipulados para usar más agua de la que están autorizados a extraer. Todo ello para reconvertir un sector agrícola de secano en otro de regadío intensivo. Esto incluso ha puesto en peligro el abastecimiento de agua para el consumo humano en muchos pueblos de la zona. En España, casi 12 millones de personas viven en regiones con algún tipo de restricción en el uso del agua, bien por escasez o contaminación o porque se priorizan otros usos.

Actualmente, la zona inundada en el Parque Nacional se mantiene con agua, por los aportes de agua de forma artificial que se hacen desde bombeos de pozos preparados para ello. De no ser así, y con el actual periodo de sequía, el humedal estaría completamente seco y sin vida. 

La única manera de recuperar las Tablas de Daimiel sería frenar inmediatamente la sobreexplotación de los acuíferos del Alto Guadiana; cerrar los miles de pozos ilegales, reducir las hectáreas en riego aplicando un nuevo modelo de desarrollo socioeconómico para la zona. Esto pasa indiscutiblemente por un acuerdo total entre administraciones central y autonómica, y con todos los agentes y habitantes de la zona afectada.

De lo contrario, y las señales se dirigen hacia ese final, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel seguirá el camino de otros importantes humedales españoles ya desaparecidos de nuestros paisajes como han sido las lagunas de la Janda (Cádiz), Antela (Ourense) o la Nava (Palencia).

Situación del agua en del molino de Puente Navarro en Daimiel, Ciudad Real (1903-2022)

En el Día Mundial del Medio Ambiente, desde Greenpeace, queremos poner el foco en que España y sus humedales se secan. El agua es un derecho, y sin agua no hay vida.

Salvemos el agua,
salvemos las Tablas de Daimiel.

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