Si hubo un mensaje claro en el único debate a cinco entre los candidatos a la presidencia de esta campaña electoral fue que el bloqueo continúa y que la crisis climática y ambiental no está en el centro de las políticas.

Vivimos un momento excepcional, con la confluencia sin precedentes de una crisis social, económica y ambiental cuyas causas y consecuencias se entremezclan y retroalimentan. Nos enfrentamos a una ya declarada crisis climática y de biodiversidad con una ciudadanía, joven sobre todo, movilizada, que no se calla y que reclama acción. 

Las últimas encuestas indican que el 81% de la ciudadanía piensa que España no hace lo suficiente para luchar contra el cambio climático que, según datos de AEMET, afecta ya a más de 32 millones de personas en España. Se necesitan políticas valientes, que den un giro profundo a todos los sectores responsables de las emisiones: sistema energético, transporte, agricultura, ganadería o industria. Esta transición ecológica tiene que ser justa y no dejar a nadie atrás. El tiempo apremia. 

En las elecciones de abril desde Greenpeace ya hablamos alto y claro y pedimos a los partidos que pusieran en marcha medidas para revertir la situación. Las propuestas que hicimos entonces, recogidas en el documento 69 medidas para proteger la vida y el planeta elaborado por Greenpeace, se centran en el fortalecimiento de los derechos fundamentales y libertades públicas; la lucha contra el cambio climático y la oportunidad que ofrece la transición justa ecológica de la economía; la protección y conservación de la biodiversidad, la gestión de recursos naturales, el consumo sostenible, la gestión de residuos y la movilidad. Y nuestras peticiones siguen vigentes para este periodo electoral.

Algunas de estas medidas se incorporaron en los programas electorales y aspiramos a que muchas más sean recogidas por todos los partidos políticos. Pero en esta coyuntura, esto claramente no basta. Por eso en esta ocasión desde Greenpeace no analizaremos, ni valoraremos los programas electorales de los partidos como venimos haciendo desde 2015.

Nuestro mensaje ahora se centra en el 11 de noviembre. Es necesario que nuestra clase política actúe de manera responsable, evite los bloqueos y empiece a trabajar para garantizar los derechos de las personas y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa que ponga la crisis ambiental y climática en el centro de sus políticas. ¿Serán capaces de desbloquear la situación?

En cualquier caso, este domingo acudiremos a las urnas, una vez más, confiando en que la próxima legislatura acabe con la parálisis política que hemos vivido durante estos últimos cuatro años. Este domingo: piensa, vota, actúa.