Entrada de blog por Greenpeace España - 25-01-2019


¿Es Marie Kondo la respuesta a nuestros problemas ambientales?

Es hora de dejar de comprar cosas que no «producen felicidad».

No podía dormir. Eran las tres de la madrugada y todo en lo que podía pensar era la laboriosa tarea que tenía que terminar. ¿Me llevaría la falda negra o la azul? ¿La camisa de seda o la de cachemira? Y zapatos, ¿qué hago con los zapatos?

Estaba a punto de embarcarme en unas largas vacaciones y me paralizó la decisión de qué looks elegantes, cómodos y versátiles meter en mi maleta. Un trabajo necesario que solo debería llevarme unas pocas horas, me llevó… días. Me enfrenté a una montaña de ropa, una cantidad abrumadora de opciones y una habitación muy, muy desordenada. Si tuviera a Marie Kondo en mi vida…

Gracias al programa de Netflix a raíz de su libro más vendido, Marie Kondo se ha convertido en un nombre al que recurrir para todos los problemas de desorden y reorganización. Quien acumule cosas será condenado. Hay un atracón de limpieza global en este momento y no hay excusas. Para l@s adoradores obsesivo-compulsivos que confían en la «magia que te cambia la vida al ordenar», la recompensa es un cajón cuidadosamente apilado, una nueva técnica de doblado, mejores relaciones y un lugar fijo donde siempre encontrarás tus llaves. ¿Quién no quiere eso?

Pero antes de guardar las bolsas de basura de ropa y la caja llena de libros, está el mensaje subyacente: las cosas no nos hacen felices. Al utilizar el método “KonMari” de acumular todo por categoría en lugar de ubicación, nos enfrentamos a la cruda realidad de lo que poseemos, por no mencionar el tiempo, la energía y los recursos ambientales que se han empleado para producir estos bienes, muchos de ellos no deseados. Cuando nuestros garajes, armarios o estantes inalcanzables se llenan hasta los topes, también se llenan de recursos naturales de la Tierra.

Así que, ¿estás listo para seguir los consejos de Marie Kondo? Esto es lo que debe tener en cuenta, no solo por el bien de tu hogar, sino también por el del planeta.

Compras ≠ felicidad

El método KonMari consiste básicamente en preguntarse a sí mismo: «¿me produce felicidad?» Como candidato al mantra de 2019, tiene sentido. ¿Por qué compramos cosas innecesarias solo para que ocupen espacio físico y mental?

Ya se trate de una compra hecha en el Black Friday, el Cyber ​​Monday o el Singles Day, la «felicidad» no se deriva de comprar y poseer los últimos productos. Las tendencias de hoy son la basura del mañana y las marcas globales de moda rápida están produciendo más ropa de la que el planeta puede gestionar. Los ríos y los océanos se han convertido en vertederos para productos químicos peligrosos, materiales como las fibras de micro-plástico de poliéster que no se descomponen y se filtran en nuestros océanos, y las personas que están detrás de la confección de nuestra ropa a menudo sufren malas condiciones de trabajo y salarios injustos.

Lo que necesitamos es un cambio cultural en el que valoremos verdaderamente nuestros bienes y los conservemos el mayor tiempo posible. Los movimientos como HAZ y Fashion Revolution tratan de reunir personas y organizar talleres que enseñan a las comunidades cómo reparar, reciclar, reutilizar y reciclar, y mostrar cómo se pueden obtener todo tipo de valores inmateriales si comenzamos a hacer cosas y comprar menos. Comprar tendencias de corta duración o intercambiar ropa con tus amigos: ¿qué es lo que produce más felicidad?

Estamos viviendo la crisis de la comodidad

Cada minuto, el equivalente a un camión lleno de plásticos se vierte al océano, dañando la vida marina e incorporándose a las cadenas de suministro de los productos del mar en todo el mundo. A menudo se piensa que el reciclaje es parte de la solución, pero el hecho es que solo el 9% de los plásticos se reciclan, y muchos países del sur global a menudo se convierten en un vertedero de la basura del mundo “rico”.

Lo que en su día fue un práctico invento, el plástico de un solo uso, ahora es una carga para el planeta. Durante mucho tiempo, las empresas han tratado de trasladar la culpa y la responsabilidad al público y así poder continuar produciendo envases desechables baratos. Pero en 2019, compañías como Coca-Cola, Pepsi, Unilever, Procter & Gamble y Nestlé necesitan hacer compromisos reales para reducir su producción de plásticos desechables de inmediato.

Vivir sin desperdicios y buscar alternativas sostenibles es tan factible como pasar un fin de semana limpiando tu habitación. Al fin y al cabo, ¿qué te produce más «felicidad»: un océano lleno de vida o un océano lleno de plástico?

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Comentarios

7 comentarios
Carmen 07/02/2019

Comento algo que tiene que ver con los residuos plásticos, además de los textiles...Se dice hasta la saciedad que debemos consumir menos plásticos y embalajes, al hacer la compra. Lo mismo , a las grandes multinacionales que reduzcan en sus envoltorios y recipientes. Hecho de menos se critique la polución que fomentan los cruceros por todos nuestros mares. Nadie sugiere nada acerca de toda esa multitud que surca los mares, ensuciándolos...Me gustaría que Greenpeace tomara cartas en ese asunto, haciendo campañas mundiales con repercusión. Desde mi punto de vista, contaminan más que el resto.

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Alvafro 07/02/2019

En relación con esto creo que es hora de que se introduzca en el código penal el delito de obsolescencia programada y a la vez potenciar los comercios totalmente contrarios a eso como las zapaterías de arreglo de calzado o las sastrerías de arreglos de ropa con algún tipo de incentivo fiscal.

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Maribel 08/02/2019

Toda la razón Carmen. Los cruceros, y no veo que se mencionen como causa de contaminación

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Maribel Palou Bassa 08/02/2019

También, sobre la obsolesencia programada, otra cosa más inesplicable...

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Antxón 08/02/2019

Hay un serio problema entre el obsesivo-compulsivo consumismo en todos los ámbitos, por parte de los que viven en el mundo rico, que no saben apreciar el lugar en dónde viven.Tendrían que ir a vivir obligatoriamente un tiempo al mundo pobre, así aprenderían a apreciar la vida y que tener y acumular más cosas materiales no es más que su enfermedad desde su comodidad.

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Paloma 15/05/2019

Ser o Tener?? Esta es la nueva realidad. Por eso la filosofía de quita de la educación .

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Àngela 02/12/2019

Estoy muy de acuerdo con lo que dice Carmen, también sobre lo de la obsolescencia programada, que crea residuos sin control. Este tema creo que es político, y que se tendrían que hacer leyes a nivel mundial, para prohibir la.
También estamos en el tener y no en el ser. Esto nos lleva a un futuro incierto sobre todo a las futuras generaciones.
No tenemos derecho a destruir el planeta, como estamos haciendo, más rápido de lo que algunos creen.

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