Sin habernos recuperado aún de la crisis provocada por la Covid19, estamos inmersas en una nueva crisis ocasionada por el impacto socioeconómico de la guerra ilegal de Rusia en Ucrania. Ambas crisis se han sumado a la crisis ecológica  y de aumento de la desigualdad ya existentes y que ponen en evidencia las fallas estructurales del sistema en el que vivimos, nuestras interdependencias y nuestra vulnerabilidad. 

Todas estas crisis nos muestran más que nunca  lo necesario que es reforzar el valor de lo público y lo comunitario y avanzar en la justicia social. Esta semana se tiene que convalidar en el Congreso el plan de choque  para hacer frente al impacto de la guerra en Ucrania aprobado en el Consejo de Ministros hace ya casi un mes. Estamos de acuerdo en que hay que atender las urgencias y en que se requieren medidas de choque para abordar la coyuntura, pero estas tienen que ser coherentes con un proyecto de bienestar compartido y de sociedad sostenible a largo plazo. Las crisis no pueden restar ambición a la lucha contra la emergencia climática o las desigualdades.

En este sentido las medidas que se adopten para contener los precios no deben centrarse en la bajada temporal de impuestos ni en subvenciones generalizadas. Hay que tener en cuenta que una rebaja fiscal generalizada de los productos energéticos favorece más a los hogares con mayor capacidad económica y con mayor gasto energético y que una bajada temporal de impuestos significa menos prestaciones sociales para quien más lo necesite. El último informe del IPCC ya nos indicaba claramente que las personas que más tienen emiten más y por tanto deben tener más responsabilidad.

• Hacen falta medidas coyunturales pero también cambios estructurales que aumenten nuestra resiliencia colectiva a las crisis. Sin embargo, en cada crisis que vivimos constatamos que siempre la pagan los mismos grupos sociales. Esto tiene que dejar de ser así.
• Es necesario salir del marco de subir o bajar Impuestos.  Hacen falta impuestos mejores y diferentes impuestos, donde unos paguen más y otros menos, donde se penalicen comportamientos dañinos para el medio ambiente y la vida en común.

Por eso hoy las más de 50 organizaciones y plataformas de la sociedad civil que formamos Futuro en Común lanzamos una campaña demandando una reforma fiscal. Hace falta invertir en las transiciones ecológicas, sociales y económicas necesarias para la sostenibilidad y para aumentar nuestra resiliencia colectiva. Es necesario construir un nuevo modelo de desarrollo, que beneficie a todas por igual y que tenga en cuenta los límites del planeta, reforzando el Estado de Bienestar que garantiza derechos a toda la población, salvaguardando el planeta, lo común y lo que nos cuida.

Demandamos #ImpuestosJustosYVerdes que salgan de donde tienen que salir. Y sirvan para lo que tienen que servir: servicios públicos que garanticen vidas dignas de ser vividas. #NosVaElFuturoEnEllo https://t.co/w4YzvXFalW

— FuturoEnComun (@FuturoEnComun) April 26, 2022

Para evitar que esta crisis la paguen las de siempre es necesaria la puesta en marcha de una reforma fiscal cuyos impuestos salgan de donde tienen que salir: de una fiscalidad justa y verde, donde pague más quien más tiene y quien más contamina; y que sirvan para lo que tienen que servir: para pagar servicios públicos y protección social, que nos lleven a una verdadera transición ecológica, que garanticen derechos y vidas dignas de ser vividas 

#ImpuestosJustosYVerdes
#NosVaElFuturoEnEllo