Entrada de blog por Meritxell Bennasar - 06-04-2022


Guerra en Ucrania: Incendios forestales en el Bosque Rojo de Chernóbil 

Desde el inicio de la invasión militar rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, se han producido múltiples incendios en la región de la central nuclear de Chernóbil. Debido al alto nivel de contaminación radiactiva en el suelo, los bosques y las praderas, estos incendios son una fuente de radiactividad. Comprender los mecanismos, peligros y consecuencias de estos incendios es importante. 

Históricamente, de los incendios forestales en Chernóbil se han encargado los propios bomberos de la central nuclear. Aun así algunos fuegos han ardido durante semanas e incluso meses. Las condiciones en el terreno son peligrosas y complicadas. Y ahora hay que añadir la invasión militar rusa y la incursión y ocupación de la central de Chernóbil y el área que la rodea, complicando enormemente la respuesta a estos incendios.

Durante las últimas semanas se ha producido un estallido de incendios a menos de 5 km de la central nuclear de Chernóbil en el llamado “Bosque Rojo”. Esta es una zona de 10 km², y es una de las áreas terrestres más contaminadas del mundo.  A día de hoy, casi treinta y seis años después, los científicos estiman que esta zona que rodea la antigua central no será habitable hasta dentro de 20.000 años.

El Bosque Rojo

El nombre «Bosque Rojo» se debe a que el bosque de pinos que conectaba con la central nuclear, tras el accidente, sus acículas (hojas) se tornaron a rojizas debido a los altos niveles de radiactividad tras el accidente en 1986. Quedó totalmente destruido, muriendo prácticamente la totalidad de sus árboles. 

Los bosques y los campos estuvieron sujetos a una densa nube de lluvia radiactiva que incluía Cesio-137, Estroncio-90, múltiples isótopos de plutonio y otras partículas radiactivas. Cuando los bosques cargados de estas partículas radiactivas se quemaron, emitieron cesio, estroncio y plutonio radiactivos en partículas finas respirables.

En 2002, una gran sequía y temperaturas elevadas prolongadas dieron como resultado algunos de los incendios más graves, y sin precedentes y redistribuyeron y transportaron el Cesio-137 por Europa. Estos incendios fueron tan graves que provocaron emisiones masivas de humo las cuales  persistieron durante un período de casi 2 meses y dieron como resultado exposiciones significativas de humo en los principales centros de población, como Kiev y Moscú. La emisión más alta se produjo a finales de julio de 2002, cuando la lluvia radiactiva de Cesio-137 llegó a Suecia, Finlandia y Europa Central.

Entre el 28 y la mañana del 29 de marzo de 2022, y utilizando imágenes satelitales de teledetección, especialistas nucleares de Greenpeace identificaron incendios forestales en este mismo bosque en el área de Chernóbil. 

La primera imagen (de un satélite Sentinel-2) corresponde al 28 de marzo. El incendio está a unos 4 km al este del edificio del reactor 4 de Chernóbil, (se ve en el lado derecho de la imagen, de color blanco-metálico).

Incendios forestales en el Bosque Rojo de Chernóbil: El incendio está a unos 4 km al este del edificio del reactor 4 de Chernóbil, (se ve en el lado derecho de la imagen, de color blanco-metálico).

La imagen que podemos ver a continuación es de la web de información sobre incendios para el sistema de gestión de recursos (FIRMS) de la NASA y muestra los incendios identificados por primera vez el 28 de marzo.

Incendios en el Bosque Rojo de Chernóbil: Web de información sobre incendios para el sistema de gestión de recursos (FIRMS) de la NASA y muestra los incendios identificados por primera vez el 28 de marzo.

En la siguiente imagen del satélite Sentinel-2 (28 de marzo de 2022), podemos ver que la dirección del penacho es hacia el noreste, más o menos en dirección a la ciudad de Slavutych. Antes de la invasión militar rusa Slavutych tenía una población de 24.685. Este es el lugar donde la mayoría de los trabajadores de la Central Nuclear de Chernóbil viven con sus familias. Slavutych fue ocupada por el ejército ruso el 27 de marzo.

Imagen del satélite Sentinel-2 (28 de marzo de 2022), podemos ver que la dirección del penacho es hacia el noreste, más o menos en dirección a la ciudad de Slavutych

 

El color rojo muestra vegetación

A día de hoy, no sabemos el origen de los incendios forestales, pero no se puede descartar que hayan sido provocados por la actividad militar rusa. Estos incendios forestales no son nuevos. El bosque rojo ha experimentado incendios forestales antes, tal y como hemos mencionado. Pero se debe enfatizar que los incendios forestales de ahora están siendo cualitativamente diferentes a los de años anteriores, por varias razones.

  1. Bajo la ocupación rusa, el cuerpo de bomberos local no ha estado en pleno funcionamiento y, por lo tanto, no ha podido responder rápidamente para extinguir o limitar los incendios. No sabemos el estado exacto del cuerpo de bomberos de Chernóbil a día de hoy.
  2. Los trabajadores de la central nuclear, sus familias en Slavutych y las personas que viven cerca de la central pero fuera de la zona de exclusión corren el riesgo de verse afectados por la contaminación, tanto por los incendios como por los vehículos del ejército ruso que atraviesan zonas altamente contaminadas. Estos incendios son atípicos tan temprano en el año. Existe una alta probabilidad de que en primavera y verano la intensidad de los incendios forestales en la Zona de Exclusión alcance los límites máximos posibles, lo que conducirá (en ausencia de medidas de lucha contra incendios) a la quema casi total de los bosques contaminados radiactivamente en la zona y, en consecuencia, al deterioro significativo de la radiación en Ucrania y en toda Europa.
  3. Todos estos factores, combinados con la limitación de movimiento del cuerpo de bomberos de Ucrania, podría conducir a la quema casi completa de los bosques contaminados alrededor de la central nuclear.
  4. Prácticamente no hay estaciones de monitoreo de radiación disponibles como consecuencia de la guerra. Actualmente, el sistema de monitoreo de radiación automatizado en la Zona de Exclusión no está funcionando. No hay datos sobre el estado actual de la contaminación por radiación en la Zona de Exclusión.

El propio regulador nuclear ucraniano (SNRIU, por sus siglas en inglés) informó hace unos días sobre el deterioro y aumento de la radiación en la Zona de Exclusión debido a los incendios forestales, y que la extinción de los incendios era imposible debido a la ocupación por parte de las tropas rusas. También advirtieron que si la situación actual continúa, en un futuro cercano, la situación de radiación tanto en la  Zona de Exclusión, como en otras áreas, incluidas no solo Ucrania sino también otros países, podrían deteriorarse significativamente.

Conclusión

Los incendios forestales de las últimas décadas han aumentado la cantidad de partículas radiactivas en suspensión en el medio ambiente de Ucrania, Bielorrusia y Rusia. La principal diferencia con los actuales incendios es que Ucrania ahora está sujeta a una invasión militar por parte de Rusia. Esto inevitablemente ha aumentado los riesgos de emisiones nucleares al medio ambiente.

Greenpeace sigue monitoreando los incendios forestales. A día de hoy, dada la falta de datos de monitorización de la radiación y las incógnitas sobre la intensidad y mayor propagación de los incendios, es imposible realizar una evaluación de los riesgos específicos para la población. En esta etapa, lo que más nos preocupa es la salud de los trabajadores de la planta nuclear de Chernóbil, sus familias en Slavutych y la población que vive fuera de la zona de exclusión pero cerca de la planta. Ya están bajo un enorme estrés y la amenaza de violencia por parte del ejército ruso, pero ahora se enfrentan a los riesgos adicionales de los incendios forestales radiactivos.

El grado de control de estos incendios y futuros incendios depende en gran medida de la capacidad de respuesta de las autoridades ucranianas responsables, incluido el servicio de bomberos. Esta respuesta está directamente amenazada por la ocupación militar rusa de Chernóbil y la guerra en general y es una razón más, entre tantas, por las que se debe detener la guerra.

Meritxell Bennasar - autor del blog.
Meritxell Bennasar
Licenciada en Tecnología Ambiental por la Universidad de Wolverhampton. Coordinadora de la campaña de Recuperación Verde y Justa en Greenpeace. Twitter: @meribennasar
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Comentarios

10 comentarios
CARLOS RIPOLL 06/04/2022

Sobran argumentos para rechazar la energía nuclear, NO DEJEMOS QUE NOS LA VENDAN COMO ENERGÍA VERDE.Reduzcamos el consumo, y potenciamos las renovables.

Responder
Greenpeace España 11/04/2022

¡Gracias Carlos!

Manal 06/04/2022

Espero que ho podeu solucionar, molts ánims

Responder
Greenpeace España 11/04/2022

¡Gràcies! 💚

Cabezón 06/04/2022

La central nuclear de Chernóbil es causa de disputas entre ucrania y rusia . Ambos países inmersos en otra más maldita guerra , la contienda desgraciadamente , SE SIGUE PROLONGANDO , la central nuclear anteriormente y a día de hoy , permanece inestable , estando en el ojo de mira de ambos contendientes . Quedando demostrado que la central nuclear acumula un mayor peligro .
i CENTRALES NUCLEARES NO ! .
iGUERRAS NO !

Responder
Greenpeace España 11/04/2022

¡NO!

joan ignasi 06/04/2022

estamos en un mundo con un sistema lleno de mierda corrupto avaricioso envidias destrucción del sistema del planeta destrucción del medio ambiente yo diría destrucción del ambiente total así 80 o 90 años jodiendo el planeta, la energía fósil es peligrosa y al nuclear mas el gas estas dos las llaman verde si son verdes porque contamina y si no veamos Chernóbil todo contaminado y sin perspectivas de generación en 20.000 años según los expertos, y encima el carbon esta prohibido y compramos carbón a Rusia, ¿ que mundo dejamos a los que vengan? el mundo y el planeta no tiene solución

Responder
Greenpeace España 11/04/2022

Gracias Joan, por tu comentario. ¡Tenemos que exigir y demandar que se haga el trabajo correcto y necesario!

J.P Morgan 09/04/2022

Hola a todos!!!
Gracias Meritxell por tan nobles exposiciones!!

Hace tiempo nos sorprendimos.. como la radioactividad fue capaz de mutar la clorofila verde de estas plantas, en rojiza.
Y si tenemos en cuenta, que los bichitos del campo son generados por la propia biología de las plantas. ¿Qué tipo de vida insectívora podría generar una planta mutada, para preservar su propia auto-polinización vital?
Y que pasaría si un bichito de esos le picara a una persona.

La respuesta fue de risa cuando imaginamos que a lo mejor las personas adaptarían poderes similares a Spiderman.

Tal vez trato de afirmar, que la naturaleza puede ser siempre tan natural.. como el propio entorno vital que la rodee.

Las plantas, personas y animales.. podemos ser tan cambiantes como la naturaleza dicte.

Pero también debemos tener en cuenta, que sólo las personas tenemos la capacidad de alterar a la naturaleza misma, para que luego la naturaleza nos adapte también a nosotros.

¿Y donde está la prueba de ello?
-En las gallinas por ejemplo.
Las llamamos aves de corral. Pero ellas existen gracias a nosotros.
Cuántas mezclas genéticas y durante cuanto tiempo tuvimos que alterar la genética de diversas aves, hasta conseguir a la gallina.

Es lo mismo que hicimos con todas las razas de perro. Ya que en realidad todas provienen del lobo.

La pregunta sería. ¿Podríamos desaparecer las personas después de tanta alteración genética?

Algo me hace creer que NO. Principalmente porque pienso que ya debemos estar más que adaptados.

Y sería más que probable, que la verdadera naturaleza del ser humano hace millones o miles de años, debía ser bastante diferente a como somos ahora.

En resumen siempre seremos ingeniería vital adaptada. Pero nunca fuimos simios. Mas estos sólo vivían en la imaginación de Darwin.

Me gustaría tanto que algún día descubriésemos como debimos ser los seres humanos antes de tanta alteración.

Puede incluso que nuestras primeras alteraciones fueran naturales y sin intervención nuestra.

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Rafa Mar 21/11/2022

La energía nuclear es contraproducente en todos los sentidos, menos en uno, que es al que más peso tristemente da el ser humano hoy en día, éste es, unos suculentas beneficios. Con los pocos conocimientos que tengo en la materia, creo que deberíamos desempolvar las patentes e inventos de Nikola Tesla y seguir en la línea de obtener energía de una manera humanista y no del modo que lo han impuesto los que el propio Tesla denominó estafadores de la energía. El mayor enemigo es el capitalismo.

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