Entrada de blog por Paloma Nuche - 11-02-2019


¿Hay alguna científica en la sala?

¡Por supuesto! somos muchas y es necesario que se nos visibilice y continuar trabajando para conseguir la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres y las niñas en la ciencia.

La semana pasada pude asistir al primer Congreso de Ecología Ibérica en el que, además de charlas y ponencias, se fundó la Asociación de Ecología Ibérica, presidida por una mujer. Este congreso, y esta asociación, une por primera vez a la comunidad de la ecología terrestre y acuática.

La científica experta en ballenas Heike Vster usa un hidrófono para monitorear disparos sísmicos en Andfjorden, Noruega

Para la promoción del conocimiento de la biosfera es necesario que trabajemos de forma conjunta, algo especialmente importante en mi ámbito de trabajo, la costa, la zona de transición entre la tierra y el mar. Como si de un guiño se tratara, el cartel del congreso muestra precisamente una imagen de una costa, sana, con un bosque litoral y unas praderas de posidonia en la playa. No toda la comunidad científica trabaja en pro del ecologismo, pero sabe lo que es importante y por qué. Mi misión, es unir ambos mundos: ecologismo y ecología para llegar más lejos.

La ecología trata de entender cómo los ecosistemas responden a cambios ambientales, por ejemplo, cómo responderán las especies frente al cambio climático o si las cadenas tróficas marinas son capaces de soportar el elevado consumo de pescado o los elevados niveles de contaminación.

La doctora Julienne Stroeve, del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC), estudia un bloque de hielo flotante.

El ecologismo trabaja por la protección de la naturaleza. Para la conservación de la biodiversidad necesitamos entender cómo funcionan los ecosistemas, en qué estado están y cómo se ven afectados por las actividades humanas, es decir, por los diferentes componentes del cambio global: el cambio climático, la pérdida de hábitats, los cambios en los usos del suelo, la contaminación, etc.

Además, el feminismo es un elemento transversal a ambas disciplinas, ecología y ecologismo. El cambio de modelo a uno socialmente justo y respetuoso con la naturaleza sólo tendrá lugar con el papel de las mujeres como agentes de cambio.

La ecología es una rama de la ciencia dónde podríamos decir que abundan las mujeres en comparación con otras ciencias o el mundo TIC. Pero aún así, tristemente vemos como poco a poco la presencia de mujeres va disminuyendo a medida que ascendemos en la carrera investigadora. Tiene lugar lo que se conoce como la gráfica de la tijera: más mujeres que hombres en estudios universitarios pero los hombres empiezan a ser más abundantes que las mujeres a medida que ascendemos hacia puestos de más responsabilidad.

Clare Miller trabaja para la unidad científica de Greenpeace y está recopilando datos sobre la cantidad de plásticos en el Ártico, a bordo del buque rompehielos de la organización, el Arctic Sunrise.

Actualmente estoy trabajando en Greenpeace aportando mis conocimientos sobre ecología y mi compromiso con el ecologismo y el feminismo. Uno de los principios de la Política de Género de la organización es contar con las mujeres como agentes de cambio. Su aportación en la ciencia ha sido y es fundamental.

Yo tuve la suerte de contar con unos referentes familiares maravillosos, feministas a su manera, un padre de mente científica que me explicaba porqué el aumento constante de la entropía del universo hacía que mi habitación se desordenara “sola” y por qué yo tenía que poner energía en recogerla, y una madre amante de la vida y de las aventuras, arqueóloga de formación, que me empujaba siempre hacia lo desconocido.

La bióloga Flavia Bottino enseña una muestra de agua tomada del río Doce, en el estado brasileño de Minas Gerais.

También tuve la suerte de estar rodeada de mujeres en mi etapa formativa como investigadora, en el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC). Mi directora de tesis, Inma Alados, una de las primeras profesoras de investigación españolas (el mayor nivel en la carrera científica), no le fue nada fácil llegar hasta ahí y tuvo que superar muchas barreras en un ambiente de hombres. Y también muchas compañeras, como Yolanda Pueyo, una investigadora de excelencia que actualmente es la directora del IPE-CSIC, primera mujer que ocupa dicho puesto; y Maite Gartzia, investigadora del mismo centro, y actualmente ganadera en el pirineo. Todas ellas mujeres valientes, luchadoras, inteligentes y creativas, que me animaron a seguir mi carrera. Además, el IPE fomenta la visibilización de las mujeres en ciencia con diferentes actividades. Pero el problema es estructural y la desigualdad permea también en la ciencia: el techo de cristal, los roles y estereotipos de género, el muro maternal y el sexismo ocupacional.

Por eso necesitamos medidas para fomentar la presencia de mujeres en ciencia, y en otros ámbitos de la sociedad. Necesitamos visibilizar a las mujeres científicas para que sirvan de referentes femeninos, para que más niñas y mujeres crean que es un camino posible y deseable para ellas.

¡Feliz día de visibilidad queridas!

Paloma Nuche - autor del blog.
Paloma Nuche
Doctora en Ecología (IPE-CSIC), Máster de Ecología y Gestión de la Biodiversiad (CREAF-UAB), Licenciada en Biología (UAM). Responsable de la campaña de Costas de Greenpeace España. Twitter @PalomaNucheGal
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Comentarios

1 comentario
María Auxiliadora Estrada Pastor 22/02/2019

Me alegro de haber leído este artículo. Pilar Mateo también es un referente maravilloso. Una científica española
que afirma que "la Ciencia debe abrazar la pobreza", con respeto a todas las formas de vida. No sólo ha aplicado sus conocimientos científicos, respetuosos con la Naturaleza, para combatir las enfermedades de las comunidades pobres (malaria...); sino que también ha creado la asociación MOMIM: movimiento de mujeres indígenas del planeta y lo ha hecho para dignificar el papel de la mujer indígena. Además, ha llevado a cabo proyectos humanitarios de diversa índole, según he podido leer. ¡Mujeres admirables y todo un referente para nosotras!

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