Entrada de blog por Tatiana Nuño - 01-04-2020


La concentración de CO2 sigue creciendo a pesar de la crisis sanitaria causada por el Covid-19

Hace unos días vimos cómo la interrupción drástica de la movilidad de la ciudadanía debido al coronavirus hizo que los niveles gases contaminantes como el NO2 se redujeran hasta alcanzar niveles incluso por debajo de lo permitido por la OMS (Organización Mundial de la Salud), que es donde deberían estar siempre para proteger nuestra salud. El confinamiento, medida adoptada para frenar la curva de contagio del virus, ha hecho que se quedaran aparcados muchos vehículos, la principal fuente de contaminación de las ciudades.

También las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2, causantes del cambio climático, se han reducido de forma drástica por la crisis. Por ejemplo, en China, el mayor emisor de CO2 del mundo, se estima que las emisiones en febrero se redujeron en torno a un 25%.

Sin embargo, a pesar de que por la crisis del covid estamos emitiendo menos, todavía la cantidad de CO2 que ya hemos acumulado en la atmósfera es demasiado alta. Greenpeace alerta de que, pese a la reducción de las emisiones en algunos sectores como el transporte y el eléctrico, la concentración de CO2 en la atmósfera no baja sino que sigue aumentando. Consecuentemente, la crisis sanitaria no está contribuyendo a paliar la otra gran crisis a la que se enfrenta el mundo: el cambio climático.

Concentraciones medias de CO2 de enero a marzo
Fuente: NOAA Descargar gráfico y/o datos

Según los datos de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), la concentración de CO2 que se acumula en la atmósfera no ha dejado de crecer desde que empezaron los registros en 1958: la media entre enero y marzo de este año ha alcanzado las 414,03 partes por millón (ppm), frente a las 411,6 ppm del mismo periodo de 2019.

Concentraciones de CO2 en la atmósfera entre 1958 y 2019
Fuente: NOAA Descargar gráfico y/o datos

 

La reducción puntual de las emisiones de CO2 no paliará la emergencia climática

Ya se han hecho algunas estimaciones sobre qué nivel de reducción puntual de emisiones causará la crisis del coronavirus, debido a la disminución, drástica pero transitoria, de las actividades que producen esas emisiones: Alemania podría emitir entre 50 y 120 millones de toneladas menos de CO2 este año por la enorme bajada en la demanda de electricidad. En la ciudad de Nueva York se estima una caída del 5-10% de las emisiones de CO2 y una caída sólida en el metano y, en España, la reducción del transporte por carretera se ha estabilizado en el 70% tanto en ámbito interurbano como metropolitano, mientras que el número de vuelos con origen o destino en España ha caído más de un 90%.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha señalado, además, que la demanda de petróleo de este año ha caído por primera vez desde 2009 (en torno a 90.000 barriles de petróleo/día respecto a 2019) debido a la profunda contracción del consumo de petróleo en China y a las importantes perturbaciones en los viajes y el comercio mundiales. De hecho, los datos más recientes indican que la demanda de petróleo se ha hundido un 25%, como si toda Norteamérica (EEUU, Canadá y Méjico) dejasen de consumir petróleo de golpe.

Ante estas proyecciones y datos, desde Greenpeace subrayamos que, aunque las reducciones puntuales en las emisiones no van a paliar la crisis climática, sí deberían servir para iniciar los cambios profundos y necesarios para reducir las emisiones a cero.

La comunidad científica insiste en que la próxima década es decisiva para evitar los peores impactos del cambio climático. Para Greenpeace, este punto de inflexión puede y debe ser un motor de la recuperación económica y ser la base de la prosperidad a largo plazo. Los gobiernos deben asegurarse de que se abandonan las subvenciones a los combustibles fósiles y que los apoyos e inversiones públicas se destinan a actividades productivas que garantizan la sostenibilidad del planeta. Toda iniciativa de rescate debe centrarse en las personas y en el caso de empresas debe condicionarse a criterios sociales y ambientales.

Insistimos, además, en que el impulso y la financiación en los sectores de las energías renovables, la renovación de edificios energéticamente eficientes, la gestión de la demanda, la movilidad sostenible y la agricultura ecológica serían generadores de empleo, concretamente, de 24 millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo para el año 2030, según estimaciones de la OIT.

 

Tatiana Nuño - autor del blog.
Tatiana Nuño
Licenciada en Ciencias del Mar por la Universidad de Cádiz. Responsable de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España. Twitter: @t_nunho
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Comentarios

10 comentarios
jaime 01/04/2020

la cosa va para arriba y esto cuando se supere lo actual, es el primer problema, junto a la superpoblación y guerras, todo conectado, así no vamos a ir lejos

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Sergi Ramos 01/04/2020

¿Cuál es el principal causante de la subida de CO2 ahora que todo está bajando debido a esta crisis? En este artículo falta esa información y no es poco importante

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Vladimir Salcedo 23/04/2020

Los efectos por la desaceleración debido al COVID-19, se verán recién en unos meses, les toma un tiempo a los gases antes de posicionarse en los estratos monitoreados de la atmósfera

Ignacio 02/04/2020

Y ahora es cuando os dais cuenta de que Europa, donde más se está sufriendo está crisis, es donde menos se contamina.

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J L A V 07/04/2020

Creo que habría que proscribir de forma inmediata, definitiva y permanente cualquier uso de combustibles fósiles tanto directa (combustión) como indirectamente (lubricantes, plásticos incluso para equipos de protección, fertilizantes, etc)

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AMADEUS 11/04/2020

Sergi Ramos,

Mi tesis es clara y rotunda:

NO SE ESTÁ PRODUCIENDO TAL REDUCCIÓN DE LAS EMISIONES DE CO2 A NUVEL GLOBAL.

Por ejemplo si fuesen ciertas las afirmaciones de la AIE, que yo cualquier declaración de Fatih Birol, lacayo al servicio del lobby energético, la pongo en cuarentena, 90.000 barriles de petróleo al día sobre la demanda de 2019 de 2019, según datos de la propia AIE (*) que fueron de 100,1 Millones de barriles diarios, representa un insignificante 0,9% de incremento.

Si tenemos en cuenta que según afirmaciones recientes de Keeling, el que da nombre a la curva de la concentración de CO2 que se desprende las pbservaciones de Mauna Loa en Hawaii, de que una reducción de un 10% de las emisiones del CO2 reduciría tan sólo 0,5 ppm la concentración de CO2 en la atmósfera, una simple regla de tres nos dice que una reducción de un 0,9%, sólo representaría una disminución de de ¡0,005 ppm! ¡UNA BIRRIA!

Mi tesis se sustenta, además es que los datos de las observaciones de Mauna Loa evidencian que la evolución de la concentración del CO2 en la atmósfera está creciendo en este período del año, (que aún no ha llegado al pico anual que se alcanzará a mediado de mayo, como todos los años cifras récords) a un ritmo semejante o ligeramente superior al
de años anteriores Y eso es incompatible con que se esté produciendo a nivel global una reducción de las emisiones de CO2.

En mi opinión LA AFIRMACIÓN DE QUE LAS EMISIONES DE CO2 ESTÉN DISMINUYENDO ES UN BRINDIS AL SOL PARA CONSCIENTE O INCONSCIENTEMENTE TRATAR DE CALMAR A LAS CORRIENTES MÁS DINÁMICAS DEL ACTIVISMO ECOLÓGICO COMO SON "XR" Y "2020 RxC"

En cualquier caso la evolución posterior de las observaciones de Mauna Loa dictarán sentencia,

Esperamos los datos de mayo (aunque yo no los necesito) para corrobora cual ha sido el ritmo de incremento de la concentración de CO2 en la atmósfera, que pronostico, en base a la información diaria que facilitan los tweets de la web THE KEELING CURVE, que es muy probable que superen nampliamnete las 417 ppm, slo cual significaría marcar un nuevo hito no sólo en cifras absolutas, sino también en el ritmo de crecimiento lo que evidenciaría claramente que

¡¡¡ LAS EMISIONES DE CO2 SIGUEN !!!

Y esa es la pero de las noticias que podríamos tener, porque el incremento de la temperatura de la tierra está íntimamente ligado a dichas emisiones de CO2 (a las del CH4, del CO y del NO2, también, pero estas últimas tienen menos peso en el forzamiento radiativo) y eso significa que el colapso cada día es más seguro e inminente, cuyas consecuencias se contarán por miles de millones de muertes, froente a las decenas o cientos de millares de muertos que se a cobrar el coronavirus, y que nos tiene aterrorizada y con razón a la totalidad de la población, salvo a cuatro energúmenos, que desgraciadamente, gracias a la insensatez colectiva ocupan relevantes posiciones entre quienes rigen el destino de la humanidad,

Perdonad mi larga exposición pero creo que la gravedad de la cuestión me obligue a ser extremadamente crítico con informaciones que en el mejor de los supuestos debo considerar como alegres y desafortunadas!!!

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(*) https://webstore.iea.org/oil-market-report-february-2020

Maria 15/04/2020

Buenos dìas, pido perdon tengo tecla italiana, escribo de Italia. a mi tambien me gustaria conocer los motivos de la subida del nivel de CO2 si las principales emisiones son bajadas causa covid? què relacciòn tienen los elevados niveles de co2 con los encendios en la selva cerca Chernobyl? Es posible que sean por esto o me equivoco?

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Alberto Frosinone 17/05/2020

¿Como es esto? bajan las emisiones y sube el CO2...???
Será que nos estuvieron mintiendo durante años?
Me parece que sí...

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Carmen 22/07/2020

Me encanta el trabajo realizado por greenpeace

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chio 09/02/2021

me parece muy interesante la informashion

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