Entrada de blog por Greenpeace España - 30-03-2020


La crisis del coronavirus no nos traerá un mundo más verde

Nos encontramos en un momento de incertidumbre y agitación casi inimaginable hace unos meses. Cuando no nos preocupa la aritmética diaria de muertes y contagiados por el COVID-19, nos preocupa el impacto que la crisis está teniendo en nuestros trabajos, las empresas y nuestra forma de vida.

Por eso buscamos buenas noticias, cualquier cosa que pueda distraernos del continuo bombardeo sobre la emergencia las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Queremos mantener la esperanza de que nos espera un futuro mejor. Esto explica por qué estos días también estamos viendo en redes sociales imágenes de las aguas cristalinas de Venecia, ciervos pastando en ciudades japonesas, pavos reales paseándose por Madrid o gráficos que muestran un aire más limpio en las principales ciudades en cuarentena.

En tiempos de crisis buscamos alivio donde sea que podamos encontrarlo. Queremos disfrutar del aire limpio en las ciudades y el sonido del canto de los pájaros en nuestras calles libres de coches. Pero no debemos engañarnos pensando que por fin llega ese mundo «más verde» por el que tantas personas hemos estado trabajando. Porque no es así.

La caída de la contaminación del aire y la probable disminución de las emisiones de carbono son simplemente los efectos secundarios de que toda la producción, la economía y el consumo no esencial estén paralizados. Pero esta es la manera menos sostenible para controlar las emisiones y limpiar la contaminación. Y la menos duradera.

Es bastante probable que estos impactos positivos en nuestro planeta vayan a ser de corta duración, un espejismo que se desvanecerá tan pronto como las ruedas de la economía comiencen a girar nuevamente. Y ya tenemos ejemplos que confirman esto. Después de disfrutar del hechizo de cielos azules y aire relativamente limpio, las autoridades chinas ya han comenzado a relajar las normas sobre contaminación de automóviles y el régimen de permisos para nuevas plantas de carbón.

Y este no es el mundo con el que el ecologismo ha soñado durante tantos años.

Ni una crisis mundial de salud, ni una recesión económica, ni ningún otro tipo de desastre nos va a regalar un mundo más seguro y respetuoso con el medio ambiente. Este debe construirse pieza a pieza a través de un esfuerzo acordado globalmente y para el que no hay precedentes.

En los próximos días y semanas, la clase política también tienen la oportunidad de sentar las bases para una economía más fuerte y saludable.

Necesitamos un mundo en el que tener aire y agua limpios, una naturaleza que prospere y menores emisiones de carbono no sea consecuencia accidental de un desastre. Necesitamos que se entiendan los beneficios de tener un planeta sano y que se comprenda que existe una manera mejor de hacer las cosas.

Y para que eso suceda necesitamos un nuevo acuerdo entre el Gobierno, las empresas y las personas. El dinero público debe gastarse en proteger a los más vulnerables y a quienes enfrentan la pérdida de sus vidas y sus medios de vida.

Cualquier apoyo a las industrias más contaminantes debe venir con la condición estricta de que ese dinero se va a gastar en salvaguardar empleos y en tomar medidas inmediatas para la descarbonización de nuestro futuro.

Si el Gobierno responde adecuadamente, podríamos salir no solo de esta crisis de salud, sino también alejarnos de la crisis climática que nos seguirá esperando una vez que todo esto termine.

Nuestra economía debe tener como pilar básico una transición justa hacia un futuro más verde. Si queremos cielos azules y una fauna salvaje protegida esta es la mejor manera de que los encontremos hoy y mañana.

Artículo traducido y adaptado por Pilar Marcos del original, publicado por John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace Reino Unido en el diario Metro

¡ Comparte !


Comentarios

10 comentarios
Isabel 30/03/2020

Millones de test plásticos,mascarillas y residuos sanitarios, guantes serán abandonados y eliminados en muchos lugares de la tierra sin ser tratados correctamente, las consecuencias serán devastadoras y nada halagüeñas

Responder
Jonathan 30/03/2020

Estoy de acuerdo con Isabel , toda la vida luchando contra los malditos plásticos y ahora multiplicamos su producción . ( Nadie a investigado ninguna alternativa a los plásticos ) ?. Esto va hacer devastador . Ojala la gente tenga conciencia con esto

manuel 05/04/2020

estamos de acuerdo con que será devastador para el medio ambiente tanto residuo plástico, pero debemos darnos cuenta y ser conscientes de que ahora mismo la prioridad numero uno es retener al covid-19 y la manera mas eficiente y rápida es la posibilidad de producir en masa todos los recursos posibles, y por desgracia el material más sencillo de fabricar es el plástico, por tanto pensemos que por primera vez contaminamos por un bien mundial

lala 31/03/2020

bueno ahora hay que estudiar el fenomeno de tantos residuos de material sanitario como se gestiona y porque se contagia tanta gente cuando se supone todo esta limpio los calles.. ya se sabe que el aire esta contaminado...pero no hay que alegrarse porque no funcionan las cosas.

Responder
joan 09/04/2020

no sempre ens em de creure el que ens diuen l'ho dels paons és mentida.

Responder
Martín 09/04/2020

No hay que desestimar el lado positivo de esta crisis para los intereses ecológicos. Efectivamente, no vamos a tener un mundo más verde por un parón de dos meses, pero sí vemos que cuando se quiere parar el mundo por una buena causa "se puede" parar el mundo, y debiera servir esto como modelo para futuras acciones estatales.
Ver: http://www.nodulo.org/ec/2020/n191p20.htm

Responder
Greenpeace España 24/04/2020

Exacto, Martín

Eric 10/04/2020

Se debería tener en cuenta la situación que van a vivir los animales de un día para otro.

Están moviendo y creando su hábitat hacia las zonas dónde ahora no hay nadie. En cuanto esto pase, y la gente salga a la calle, puede que se vean desorientados y victimas de la caza.

El gobierno debería tomar ciertas medidas también en este aspecto.

Responder
Carlos 16/04/2020

Por aquí, por mi ciudad, la policía reparte mascarillas, guantes y desinfectantes. El único problema es que eso se desecha muchísimo, y luego por la calle ves este tipo de cosas, y da rabia.

Responder
Greenpeace España 24/04/2020

:(

¡ Comparte !