Recién aterrizada en Katowice para atender las negociaciones climáticas, esta tarde he participado en un evento sobre Transición Justa que hemos organizado en nuestro Climate hub. La cumbre Internacional del clima de este año que tiene lugar en Katowice, Polonia (COP24) aparece como una cumbre cuyo emblema fundamental es el de garantizar que la lucha contra el cambio climático va de la mano de una transición que sea justa.

Esta proclama se ha centrado sobre todo en los trabajadores del sector del carbón, Polonia cuenta 112.500 empleos en este sector, la mayoría de ellos en la minería. Sin embargo, la transición Justa ni es solo carbón, ni es solo empleo ni puede ser un motivo para frenar la transición energética, pues para no superar 1’5 °C la temperatura global y evitar así millones de pérdidas la transición debe ser justa, urgente y hacia empleos sostenibles.

No podemos olvidar que hablar de transición justa, es hablar de personas, hablamos del bienestar de las comunidades, por supuesto que garantizar trabajo decente es una parte importante, pero también asegurar seguridad social y un medio ambiente limpio. La transición para que sea justa tienen que tener en cuenta a todas las personas afectadas y prestar especial atención a las más vulnerables.

El sector energético actual es contaminante y está dominado por los hombres, la transición energética es una oportunidad para alcanzar un sistema democrático, inclusivo y 100% renovable. Un nuevo modelo energético transformador que permita a la ciudadanía participar en este cambio produciendo, almacenando, vendiendo y gestionando su propia energía renovable.

La participación efectiva de las mujeres es esencial para la construcción de este nuevo modelo energético y lograr sociedades mejor estructuras con igual oportunidades para todas las personas. El diálogo social y la información son fundamentales para la aceptación. Sabemos por nuestro informe “Alternativas sostenibles en las Cuencas mineras” que los dos puntos fundamentales que frenan la transición son la falta de aceptación y la ausencia de una planificación con visión en el corto y el largo plazo que incluya las fechas de cierre.

La presidencia de Polonia lanzó en la ceremonia inaugural la “Declaración de Solidaridad y Transición Justa de Silesia”, que es una declaración para garantizar que la transición será justa, pero que no incluye ninguna mención a definir las fechas de los cierres y la planificación.

Por su lado, el Gobierno de España hizo un buen trabajo para llegar a un acuerdo con los sindicatos para el cierre justo de la minería del carbón a final de este año como dictaba la normativa europea. Pero ahora queda el trabajo gordo y urgente: un plan para transición justa hacia un futuro 100% Renovable que incluya las fechas de cierre del carbón en el año 2025 y de las nucleares según caduquen sus licencias de exploración.

Para ello, es necesaria la voluntad para salvar el clima y el planeta desde todos los sectores: sindical, social, empresarial, gubernamental…

Por ello, animamos al gobierno a generar un espacio oficial en el que todas tengamos voz para abordar las fechas de cierre como ya han hecho países como Canadá, o Alemania.

¡Vamos, trabajemos para un planeta verde y justo, con un futuro mejor!