Entrada de blog por Carlos Garcia Paret - 30-07-2024


Los ricos contaminan mucho y pagan muy poco. Hasta ahora.

El economista francés Thomas Piketty, referencia para entender los efectos perversos de la desigualdad en el mundo, afirmaba que «es imposible combatir con eficacia el cambio climático sin una redistribución de la riqueza en los países e internacionalmente». Y lo primero que nos viene a la mente es el Elon Musk de turno subido a su jet privado, o un Amancio Ortega en su lujoso yate emitiendo un millón de veces más gases de efecto invernadero que tú y que yo y sin pagar ni un euro por el daño ocasionado al clima.

«Es imposible combatir con eficacia el cambio climático sin una redistribución de la riqueza en los países e internacionalmente»

Los ultrarricos contaminantes viven en una plácida amnistía fiscal a costa de la mayoría, que sufre las consecuencias del cambio climático y que no consigue participar de los beneficios de la transición ecológica y sus soluciones. Pero la afirmación de Piketty tiene otra lectura mucho más indecente si cabe: la élite de ricachones y empresas tóxicas se escaquea de pagar impuestos y eso ocasiona un boquete profundo en la acción colectiva contra el cambio climático y en nuestro bienestar presente y futuro. La idea del “pirateo fiscal global” suena a algo abstracto, pero sus consecuencias no lo son.

«La élite de ricachones y empresas tóxicas se escaquea de pagar impuestos y eso ocasiona un boquete profundo en la acción colectiva contra el cambio climático y en nuestro bienestar»

Pirateo billonario

El pirateo fiscal de las élites no es un accidente, es fruto de un diseño, y a los más codiciosos no les interesa cambiarlo, pues se benefician de él. En el mundo las administraciones pierden mil millones de dólares de recaudación al día por el abuso de un conjunto de reglas fiscales internacionales obsoletas e ineficientes. En 2023, 500 multimillonarios europeos disponían de una fortuna de 2,4 billones de euros -doble del PIB español- en jurisdicciones de baja o nula tributación. Es la punta del iceberg de las argucias para esconder beneficios y riqueza en la “isla del tesoro” y no pagar la parte justa correspondiente al bienestar y servicios públicos. En España el agujero fiscal dejado por las grandes corporaciones y multimillonarios es de 140 mil millones de euros al año, suficiente para doblar los recursos en acción climática, proteger a los agricultores y los ecosistemas y garantizar la salud de todas. 

«En España el agujero fiscal dejado por las grandes corporaciones y multimillonarios es de 140 mil millones de euros al año, suficiente para doblar los recursos en acción climática, proteger a los agricultores y los ecosistemas y garantizar la salud»

La democracia fiscal va ganando terreno

Es hora de desafiar al 1% que controla la riqueza del mundo y lleva el planeta a la ruina con su codicia y contaminación. El lema “tax the rich” va ganando terreno en la opinión pública. En 2023 una encuesta a 30.000 personas en 15 países señalaba que un 70% de personas estaban de acuerdo con un impuesto a las grandes fortunas y un 88% estaban de acuerdo en empezar por el 1% más acaudalado. 

Hacednos pagar impuestos

Y es que, sea por convicción o por verle las orejas al lobo, hasta algunos ultrarricos han declarado querer pagar más impuestos. El pasado abril en Washington una gran proyección de los denominados patriotas multimillonarios enfrente del edificio en el que se reunían los ministros de finanzas del G20 decía «Hacednos pagar impuestos. La riqueza extrema está desestabilizando las democracias en todo el mundo, el 75% de los millonarios del G20 está a favor». En esa línea cabe recordar las palabras de Morris Pearl, el exdirector gerente de BlackRock, la firma de inversión más grande del mundo, que comentó: “No se puede defender un sistema que infla sin cesar la riqueza de las personas más ricas del mundo mientras condena a miles de millones a una pobreza fácilmente prevenible. Necesitamos un cambio profundo y sistémico, y eso comienza haciendo que las personas ricas como yo paguen impuestos”

«Necesitamos un cambio profundo y sistémico, y eso comienza haciendo que las personas ricas como yo paguen impuestos»

El momento de presionar a los gobiernos es ahora

Es necesario reformar de forma urgente las reglas fiscales globales -y también las europeas– y salir del círculo suicida de amnistías fiscales, austericidios y derroche de recursos públicos en subsidios fósiles y gasto militar. El sistema fiscal internacional actual está roto y debe ser reformado bajo los criterios de justicia global y bienestar presente y futuro.

La buena noticia es que se están dando pasos y no podemos perder de vista las iniciativas que se están dando en el mundo. En primer lugar está, la Convención de las Naciones Unidas sobre Cooperación Internacional en Materia Fiscal, que echó a andar en 2023 con el liderazgo de los países del Sur Global. Es la primera vez que los países pueden discutir una cooperación fiscal internacional en pie de igualdad, fuera de los espacios políticos dominados por los países ricos. Y esto es muy relevante en el contexto del expolio global al que están sometidos los países del denominado Sur Global que transfieren al año dos billones de dólares al Norte Global.

«Los países del denominado Sur Global que transfieren al año dos billones de dólares al Norte Global»

En estas primeras semanas de agosto se discutirán las líneas de acción de la Convención, desde atajar los flujos financieros ilícitos, establecer impuestos sobre las grandes riquezas hasta medidas que limitarían la capacidad de daño de las denominadas guaridas fiscales. Otro espacio relevante es la iniciativa de los ministros de Finanzas del G20 que ha realizado un llamado histórico bajo el licderazgo de la presidencia de Brasil quiere impulsar una tributación más efectiva para los súper ricos del mundo. Y en Europa diferentes organizaciones de la sociedad civil están impulsando la Iniciativa Ciudadana Europea Tax the Rich que ya ha recogido un millón y medio de firmas.  

Exigir austeridad a los ricos

Estas iniciativas nos muestran que tenemos una oportunidad histórica de reformular las reglas de la economía en favor de la justicia social, la democracia y el bienestar de nuestras sociedades. Por eso debemos exigir a los gobiernos austeridad a los ricos y a las empresas contaminantes y que paguen “la parte justa” necesaria para luchar contra la desigualdad y financiar la acción climática y ambiental. También frente al derroche fósil y de recursos, debemos exigir que cada euro de dinero público se utilice en soluciones responsables que garanticen el bienestar de las personas y el planeta. 

Frente al control de las élites que está conduciendo el planeta a la ruina y la destrucción, luchemos por nuestra democracia fiscal: “tax the rich” y “tax the tox” -hagamos pagar impuestos a los ricos y a las empresas contaminantes-. Nos jugamos el futuro en ello.

Carlos Garcia Paret - autor del blog.
Carlos Garcia Paret
Economista por la Universidad Autónoma de Madrid, Master de Clima y Energía por la Universidad Paris Dauphine. Coordinador de Incidencia Política. @_CarlosParet
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Comentarios

5 comentarios
Rid 30/07/2024

Esta muy bien, pero si esos impuestos no van a cubrir necesidades irán a Defensa. Mirad USA.

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Haritz 31/07/2024

Las grandes fortunas son parte de la solución ( si a día de hoy se sigue dando esta ) . Lo que no percibo es actitud por parte de las élites , si no es esta en seguir desangrandonos a sus congéneres y los recursos de la Tierra .
¡ Empecemos por erradicar las guerras ! .

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Victoriano 01/08/2024

Las élites todo lo que sea beneficiarse , bienvenido sea . No espero de ellas ningún escrúpulo a la hora de seguir poniendo precio al planeta y a sus moradoras-es .
Vivimos en un mundo de alianzas Interesadas , cuya finalidad es utilizarnos en sus planes , para su exclusivo beneficio

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Juan José 02/08/2024

Que lo necesario sea suficiente.

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Juan Carlos Otazu Pipaòn 02/08/2024

Las élites tienen información respecto a lo que ocurre con el clima y sus causas , tienen bajó nómina a todo tipo de mentes privilegiadas ( salvo contadas excepciones temporales ) , siendo la ecología una de esas ramas que utilizan de una u otra forma para llevar a cabo sus exclusivos fines , con la que está cayendo no sigamos pecando de ingenu@s , y contra más dividen más seguimos siendo sus cobayas , lo evidente es palpable , la realidad manda , esto no pinta bien para nadie si no somos capaces de ofrecer soluciones generalizadas en el beneficio de la Madre Tierra , y a l@s que nos acoge .
¡¡¡¡¡ NO A LAS GUERRAS !!!!!

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