Más allá del crecimiento: la economía que necesitamos para vivir mejor
Durante décadas, el Producto Interior Bruto (PIB) ha sido la brújula que guía las decisiones económicas y políticas. Se asume que, si el PIB crece, todo va bien: el país, tu sueldo, tu capacidad de comprarte un piso. Pero… ¿y si esa brújula estuviera rota? ¿Y si ese crecimiento perpetuo no solo es insostenible, sino perjudicial?. Esta es la pregunta que nos hacemos desde Greenpeace y que debemos responder para salir de la crisis de desigualdad y ecológica en la que nos encontramos.
Alerta: crecimiento fake, autoritarismo real

Vivimos en una madeja de crisis combinadas, de conflictos sociales, ecológicos y geopolíticos. Esto no es casual. Detrás está un sistema económico tóxico, controlado por una minoría de machos alfa, insaciable de combustibles fósiles y obsesionado con crecer sin importar las consecuencias.
«Mientras el 1 % más rico ha duplicado su riqueza desde la pandemia, ya hemos superado 7 de los 9 límites planetarios«
Lo que las gafas del PIB no les permiten ver es que cada día se toman decisiones que priorizan un crecimiento económico por encima de la vida, ignorando sus devastadores impactos en las generaciones presentes y futuras. Mientras el 1 % más rico ha duplicado su riqueza desde la pandemia, ya hemos superado 7 de los 9 límites planetarios y vivimos como si tuviéramos más de dos planetas. ¿La consecuencia de ello? Aunque el PIB de EE.UU. ha crecido en los últimos años, su esperanza de vida ha caído, y ya ocupa el puesto 56 a nivel mundial. Además, ecosistemas clave para la vida como la Amazonía, los glaciares de Groenlandia o la gran barrera de coral se acercan peligrosamente al denominado “punto de no retorno”. Y en España, la sucesión de sequías, danas e incendios nos llevan a la nueva normalidad que quieren Donald Trump y sus secuaces negacionistas.
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Podemos preguntarnos, ¿qué tipo de bienestar encontramos al seguir turistificando nuestras ciudades, llenando el campo de macrogranjas, los vertederos de fast fashion o invirtiendo en la carrera armamentística?
De momento, los intentos de reformar el sistema no han funcionado. Lo poco que se invierte en resiliencia y adaptación convive con las decisiones de petroleras en expandir el negocio fósil tradicional ignorando el Acuerdo de París. El capitalismo fósil ya no necesita maquillarse de “verde” y las fuerzas negacionistas están arrastrándonos a versiones cada vez más autoritarias, dispuestas a socavar consensos y principios democráticos para preservar el statu quo. Algo que no vamos a permitir.

¿Una economía más justa dentro de los límites del planeta?
«El PIB mide todo, excepto aquello que hace que la vida valga la pena».
Superar el PIB no es una idea marginal. El propio creador del PIB, Simon Kuznets, advirtió que no era una medida de bienestar. Robert F. Kennedy lo resumió en 1968: «El PIB mide todo, excepto aquello que hace que la vida valga la pena». Y el informe “Los límites del crecimiento” en los 70 del siglo pasado señaló el suicidio que es confiar en una economía extractiva en constante expansión desconectada del sistema “Tierra” . Pero algo importante está ocurriendo estos últimos años…
Recientemente se ha celebrado en el Parlamento en Madrid la conferencia Más allá del Crecimiento, que forma parte de un movimiento internacional iniciado en el Parlamento Europeo en 2023, y que ya ha llegado a Parlamentos de Dinamarca, Italia, Francia, Portugal o Austria. Su objetivo es repensar el progreso más allá del PIB y abrir paso a una economía que ponga el bienestar en el centro.
Como señalaba Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace, en su inauguración, “la realidad de un modelo socioeconómico tóxico no debe paralizarnos. Sabemos que el sistema actual no funciona y que, aunque no existe una solución única, las economías alternativas están ofreciendo pistas muy relevantes para avanzar en un cambio de modelo”. Las propuestas de cambio se están abriendo camino de la mano de la economía del bienestar, del dónut, del buenvivir, las transiciones ecosociales, el ecofeminismo, el decrecimiento, la economía decolonial, etc. y están cambiando nuestra percepción.
La clave para avanzar está en el diálogo creativo de una pluralidad de enfoques y experiencias transformadoras bajo una serie de grandes principios: respeto a los límites y regeneración de los ecosistemas; poner la vida y el bienestar en el centro; redistribución equitativa de la riqueza y el poder; promover la resiliencia en comunidades y territorios; transparencia, democracia y participación política; paz y cooperación.
El “postcrecimiento”, una realidad
En la Conferencia Más Allá del Crecimiento en Madrid, Jason Hickel señalaba: “Somos rehenes de la lógica de producir lo que genera beneficios para los más ricos” y “lo que el postcrecimiento propone es subordinar la producción a necesidades democráticas”.
Poner en el centro el bienestar y respetar los límites del planeta puede sonar utópico o lejano, pero es algo que ya está ocurriendo. Solo en España: el 10 % de la economía ya es social y solidaria; el autoconsumo solar se ha triplicado en tres años; el 12 % de la superficie agraria es agroecológica; la mayoría de la ciudadanía apoya medidas como reducir la jornada laboral o subir impuestos a los ultrarricos y empresas contaminantes, crece el interés por la ropa de segunda mano y se reduce el consumo de carne.

Y tenemos fondos de sobra para avanzar en el cambio: los 500 mayores multimillonarios europeos esconden más de 2,4 billones de euros en paraísos fiscales y las subvenciones dañinas al medioambiente suponen el 1,5 % del PIB. Con ese dinero duplicaríamos la inversión en sanidad, investigación o transición ecológica sin crecer más.
¿Es el decrecimiento un tabú?
En un contexto de crisis ecológica profunda, ¿debe todo crecer? ¿Industria del plástico, pesticidas, motores de combustión, macrogranjas, regadíos, moda rápida, tanques…? ¿Y por qué no crecen la agricultura ecológica, el autoconsumo colectivo, el transporte público, la investigación en baterías eficientes, la regeneración de ecosistemas o la salud y los cuidados?

Activistas de Greenpeace han “devuelto” a la plaza de Callao, núcleo comercial de Madrid, cuatro grandes montañas de residuos para denunciar el impacto del consumismo alentado por las empresas.
©Greenpeace/Mario Gomez
«Los países ricos consumen unas 26 toneladas de materiales por persona, mientras que los más pobres apenas 2″
Y ¿hasta cuándo vamos a ignorar que el planeta tiene límites, mientras unos consumen de más y otros apenas sobreviven? Pensemos en dos datos: de los 13.000 millones de smartphones producidos entre 2013 y 2020, solo funcionan 3.000 millones. Los países ricos consumen unas 26 toneladas de materiales por persona, mientras que los más pobres apenas 2, muy por debajo del umbral ecológico sostenible, estimado en 8 toneladas por persona.
Frente a esta realidad, el decrecimiento propone una economía más democrática y respetuosa con el Sur Global y los diversos territorios. Se basa en el principio de suficiencia y circularidad, es decir, que la ciudadanía pueda tener una buena vida con las necesidades y servicios esenciales cubiertos. El decrecimiento propone reducir de forma democrática y planificada lo que contamina y daña nuestro bienestar, y reforzar los servicios esenciales y las actividades que lo mejoran. El problema es que esto, que es bueno para la mayoría, amenaza algunos bolsillos.
Una economía que cuide la vida
Es hora de superar un modelo económico caducado. Uno que ha generado desigualdad, destrucción ecológica y una exclusión de la ciudadanía de las decisiones económicas que nos afectan. Necesitamos políticas públicas que escuchen y respondan al interés común, que garanticen una participación ciudadana real y a largo plazo. Vivir bien dentro de los límites del planeta no es una utopía: es un camino urgente y posible. Tenemos una nueva oportunidad para construir, colectivamente, la economía que necesitamos para vivir mejor.
El cambio ya ha empezado. ¿Te sumas?

Mas info:
Serie con alternativas reales «Hope! Estamos a atiempo»
Las personas y el planeta por encima del crecimiento económico infinito – ES | Greenpeace España
Serie de podcast de Greenpeace internacional para el cambio de sistema
Comentarios
Hay tanto que cambiar... Yo empezaría con la economía sumergida. Está en casi todos los ámbitos. ¿Cómo es posible que un bar regentado por dos Españoles, tenga a 8 personas sin dar de alta? Ver a la policía ahí tomando cafe es increíble. Gente encerrada en naves nueve horas seguidas embalando juguetes. Repartidores en monopatín sin contrato. No faltan inspectores, sobran sobornos y corruptos😈