Entrada de blog por Tatiana Nuño - 11-06-2021


Mentiras a todo gas

El gas todavía goza de una amplia aceptación social, política y económica y su futuro depende de si recibe apoyo político y económico, pero ¡que no te engañen!

El mal llamado gas natural es en realidad gas fósil, compuesto mayoritariamente por gas metano, un gas con un potencial de calentamiento global 84 veces mayor que el CO2 medido en un periodo de 20 años. Las pérdidas de metano durante el proceso de extracción y transporte y las emisiones de CO2 que se producen durante la quema de gas contribuyen al cambio climático y deterioran el medio ambiente. Lo llamamos gas natural, pero es en realidad un combustible fósil (como el carbón y el petróleo) y se ha convertido ya en la segunda mayor fuente de emisiones de CO2 tanto en España como en Europa.

Las consecuencias del uso de gas fósil no sólo se sienten en el medio ambiente, también en la salud de las personas: el 18% de las muertes anuales prematuras (8,7 millones de muertes) en el mundo se debe a las partículas generadas al quemar combustibles fósiles.

En España, se estima que los fallecimientos por combustibles fósiles alcanza las 44.600, algo más del 10% de los fallecimientos anuales de personas mayores de 14 años. Las infecciones de las vías respiratorias inferiores, incluidas la neumonía y la bronquiolitis de origen bacteriano y viral, son la principal causa de mortalidad en niños y niñas en todo el mundo y en los de menos de cinco años, se estima un total de 605 muertes prematuras por vías respiratorias.

El gas produce dióxido de nitrógeno y otros contaminantes peligrosos del aire como el metano y el benceno. Las reacciones químicas entre los contaminantes del gas fósil pueden producir también contaminación por partículas en la atmósfera después de su emisión creando ozono a nivel del suelo y provocando “smog fotoquímico”, como en las boinas de contaminación de las ciudades.

Como ves, es un mal llamado gas natural: es un gas fósil.

¿Para qué usamos el gas?

Usamos el gas para generar electricidad, en las centrales de ciclos combinados (generación de energía eléctrica en las que se transforma la energía térmica del gas natural en electricidad mediante dos ciclos consecutivos) y de cogeneración (producción conjunta de electricidad o energía mecánica y energía térmica útil) y como fuente de energía para la producción de calor, por ejemplo, en los hogares para la calefacción y para cocinar; y en la industria. También se emplea en otros procesos industriales como materia prima en la producción de plásticos y productos químicos. En 2019, el uso del gas experimentó una gran subida por el cierre de varias centrales de carbón, llegando casi a doblar la demanda respecto al año anterior mientras los otros usos del gas siguen sin abordarse para su abandono. Esto hace que el gas sea ya la segunda fuente de emisiones de la Unión Europea y de España.

A día de hoy y ante una emergencia climática de la que ya sufrimos sus impactos de forma cada vez más severa y frecuente, ni siquiera hay una fecha de abandono para este combustible fósil o, lo que es peor, en el último momento de negociación de la ley de cambio climático en el Congreso ¡se le dio una vuelta al texto que dejó abierta la puerta al gas para su uso en todo el transporte! Tampoco podemos olvidar, que una parte importante de los impactos sobre el medio ambiente y los derechos sociales de este combustible fósil se producen en las fases de exploración y extracción. La corrupción, la represión, la violencia, los conflictos por el uso de la tierra, el acaparamiento de tierras, los desplazamientos y los reasentamientos suelen ir de la mano de la construcción y el funcionamiento de las infraestructuras de gas.

Las subvenciones al gas fósil en la UE han aumentado un 4% desde 2015 y actualmente el lobby del gas intenta beneficiarse de una parte de los 750.000 millones de euros prometidos por los Estados Miembros de la Unión Europea para la recuperación del coronavirus.

¿De dónde viene el gas?

La mayoría del gas (más del 90%) lo importamos de otros países: principalmente de Argelia, Nigeria, Qatar, EEUU y Francia (2019). Hasta 2018, más de la mitad del gas que llegaba a España provenía de Argelia y llegaba a través de los gasoductos Medgaz y Magreb, que conecta ambos territorios desde Almería y Tarifa respectivamente. A partir de ese año el porcentaje se redujo hasta el 32,99%, dando cada vez más peso a la llegada de gas a través de barcos en forma de Gas Natural Licuado (GNL).

Porcentaje de diversificación del aprovisionamiento de gas (2018 y 2019)

¿Quién es quién en el sector gasista español?

Pues como ya te estás imaginando, el negocio está en manos de unas pocas grandes empresas energéticas. Son tres empresas las que agrupan el mayor número de clientes de contratos de gas:

  1. Naturgy (52%),
  2. Endesa (20%),
  3. Iberdrola (13%).

En cuanto al volumen de ventas de gas, Naturgy continúa ocupando el primer lugar con cerca de un 26% de cuota, seguido por Endesa (15%), Repsol (11%), Iberdrola (10%) y Cepsa (6%).

Otro gran monstruo en el negocio del gas es Enagás, la compañía con más plantas de regasificación del mundo. De las siete regasificadoras que existen en el territorio español, es propietaria de las de Barcelona, Cartagena, Huelva y de un 72,5% de la de Sagunto, 50% de la de Bilbao y otro 50% de la polémica planta en hibernación de El Musel (Gijón). Además, la mayor parte de la red de transporte primario y secundario está controlada por Enagás y, desde el año 2000, es el único Gestor Técnico del Sistema Gasista español.

Estas son algunas verdades del gas y ante la falta de regulación y ambición climática corremos el riesgo de seguir perpetuando el sucio modelo energético de las empresas de combustibles fósiles.

¡Que no te engañen!

#MentirasATodoGas

Más información ¿Por qué lo llaman gas natural cuando quieren decir gas fósil?

Tatiana Nuño - autor del blog.
Tatiana Nuño
Licenciada en Ciencias del Mar por la Universidad de Cádiz. Responsable de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España. Twitter: @t_nunho
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Comentarios

6 comentarios
Jordi 13/06/2021

El gas no es natural. Es un recurso no renovable. Por esto tenemos que llamarle por su nombre: gas canalizado

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Gromen Hauer 23/07/2022

El metano SI es natural, se extrae de enormes bolsas bajo tierra.
El que no es natural es el GLP, que se saca del petróleo. Pero en este artículo no se habla de él.

Antonio 03/08/2021

Y es mentira que greenpeace comercializa gas natural? Es mentira que ese mismo gas es 1% verde? Es mentira que lo hacen hace 10 años?

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Greenpeace España 26/07/2022

Buenos días! Gracias por tu comentario. Nos gustaría aclararte que Greenpeace no vende gas fósil, ni se lucra con su venta, ni pretende hacerlo, ni en Alemania ni en ningún otro lugar. Aquí tienes más información: https://es.greenpeace.org/es/noticias/la-verdadera-historia-de-greenpeace-energy/

De nuevo, gracias por tu comentario y por ser tan exigente con Greenpeace.

Gromen Hauer 23/07/2022

Greenpeace lleva desde 2011 vendiendo gas ruso en Alemania y con ello ayudando a financiar la guerra de Putin, así que sois los primeros que debéis cerrar la boca. ¡Hipócritas!

Responder
Greenpeace España 26/07/2022

Buenos días! Gracias por tu comentario. Nos gustaría aclararte que Greenpeace no vende gas fósil, ni se lucra con su venta, ni pretende hacerlo, ni en Alemania ni en ningún otro lugar. Aquí tienes más información: https://es.greenpeace.org/es/noticias/la-verdadera-historia-de-greenpeace-energy/

De nuevo, gracias por tu comentario y por ser tan exigente con Greenpeace.

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