Entrada de blog por Nanqui Soto - 20-06-2018


No BBVA, no eres un banco «líder» en sostenibilidad

Hace pocas semanas, el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau abrió un paréntesis en su ideario neoliberal y se comprometió a rescatar al controvertido oleoducto Trans Mountain Expansion Project (TMEP), un oleoducto de petróleo de arenas bituminosas que se quiere construir en Canadá. El ministro de Economía canadiense, bajo la presión de la empresa Kinder Morgan, anunció que el gobierno federal había llegado a un acuerdo con la compañía para comprar este proyecto de infraestructura con la esperanza de venderlo a un nuevo propietario o propietarios

El sector petrolero planea construir tres nuevos oleoductos desde las minas a cielo abierto de arenas bituminosas de Canadá, en la provincia de Alberta, hasta la costa oeste y hasta el medio oeste de los Estados Unidos. El más lejano, y la amenaza más urgente, es el oleoducto TMEP que iría de Alberta a Vancouver (Colombia Británica). Las otras dos tuberías son la Línea 3 de Enbridge y la Keystone XL de TransCanada, que aún se encuentran en proceso de planificación.

La construcción de estos oleoductos provocaría un mayor caos climático global al prolongar por más tiempo la explotación del petróleo de arenas bituminosas, utilizando por tanto el 15% del presupuesto total de carbono del mundo.

Los tres oleoductos amenazan con causar un daño incalculable a las personas, la naturaleza y el clima. Para detener este despropósito, Greenpeace ha lanzado una campaña global para detener estos proyectos y apoyar a los Pueblos Indígenas y a todo el movimiento socioambiental en Canadá que se opone a este oleoducto.

Arenas bituminosas en Canadá

Y aquí es donde entran las entidades bancarias. Para que se construyan estos oleoductos se necesita la financiación de los bancos. Y el BBVA es el único banco español que todavía sigue financiando a las empresas que construyen estos oleoductos. A través de la financiación de la construcción de oleoductos, el BBVA se vincula con los problemas que provocará su trazado en los territorios de las tribus indígenas, será responsable de las amenazas que se ciernen sobre la contaminación de los recursos hídricos, pondrá en peligro la vida silvestre en Canadá y acelerará el cambio climático.

Paradójicamente, en febrero de 2018, hace apenas unos meses, el BBVA hizo pública una nueva estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible. En su “Compromiso 2025”, la entidad bancaria se fijó el objetivo de alinear su actividad con el escenario de calentamiento global y contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. El BBVA defiende el cumplimiento del Acuerdo de París y trabajará para no superar los 2º C de incremento de la temperatura media del planeta. Y no solo eso. Esta entidad bancaria ha establecido normas sectoriales para la diligencia ambiental y social, normas entre las que destacan la prohibición de financiar la exploración y producción de arenas bituminosas.

Más allá de sus promesas, la realidad es que el BBVA no han prohibido explícitamente la financiación de proyectos de oleoductos de arenas bituminosas, infraestructuras críticas fundamentales y necesarias para la expansión del sector de las arenas bituminosas en Alberta (Canadá).

De momento, la pretensión del BBVA de ser un banco líder en sostenibilidad es puro marketing.

Qué puedes hacer tú. Firma la petición para que el BBVA no financia a las empresas constructoras de oleoductos

Nanqui Soto - autor del blog.
Nanqui Soto
Licenciado en Biología por la Universidad Complutense de Madrid, Postgrado en Ordenación del Territorio por la Universidad Politécnica de Valencia y Diplomado en Educación Ambiental por la UNED. Responsable de las campañas de Bosques y Empresas y DDHH en Greenpeace España. Twitter: @NanquiSoto
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