Entrada de blog por Raquel Montón - 11-03-2020


Radioactividad en movimiento nueve años después de la explosión en Fukushima

En el noveno aniversario del terremoto, tsunami y el accidente nuclear de Fukushima, queremos transmitir de nuevo todo nuestro apoyo a Japón, esta vez, imaginándonos con mayor facilidad qué significó el confinamiento de las personas de la noche a la mañana. Mientras Japón enfrenta la organización de los Juegos Olímpicos y la lucha contra el coronavirus, desde Greenpeace no queremos que se olviden las aún complejas condiciones existentes en Fukushima resultantes de la triple fusión del reactor Daiichi en 2011, y reclamamos que no se ignoren para adaptarse a los objetivos de propaganda del gobierno japonés.

La situación de Fukushima no se puede explicar con consignas absolutistas y simplistas tales como que ni «todo está bajo control» ni «todo Fukushima es radiactivo y peligroso». Ninguna de ellas refleja la realidad y solo representan un enorme perjuicio para la gente de Fukushima. El pasado lunes, Greenpeace publicó su último estudio exhaustivo de radiación “Radioactividad en movimiento 2020. Recontaminación y efectos relacionados con el clima en Fukushima” en el cual se ha encontrado evidencia de la recontaminación causada por el Typhoon 19 (Hagibis) y el Typhoon 21 (Bualoi) de 2019; que liberaron cesio radiactivo de las montañas boscosas de la prefectura de Fukushima. La toma de muestras, realizada durante tres semanas de octubre y noviembre de 2019 por el equipo de investigación de Greenpeace, también identificó puntos de radiación de alto nivel, incluso dentro de la misma ciudad.

Fukushima sigue teniendo niveles demasiado altos de radiación para el regreso seguro de los evacuados

La complejidad de la situación radiológica en la prefectura de Fukushima, específicamente en las zonas abiertas y de exclusión de Namie, Iitate y Okuma; lleva a Greenpeace Japón a concluir que los niveles siguen siendo demasiado altos para el regreso seguro de miles de evacuados a estas áreas. También en el caso de J-Village (donde comenzará el relevo de la antorcha olímpica), nuestra conclusión es que la contaminación radiactiva no está bajo control, tal y como se evidencia en el resumen ejecutivo del informe publicado.

La existencia de puntos críticos de radiación que encontraron en las áreas públicas a lo largo de las aceras y calles del centro de la ciudad de Fukushima, incluyendo decenas de metros; resaltan la escala actual del desastre nuclear de 2011. Los puntos críticos hallados son a un nivel que requerirían una licencia especial para ser transportados y clasificarse en la categoría de Mercancías Peligrosas. Aún así, el gobierno está utilizando los Juegos Olímpicos -cuyo espíritu es todo lo contrario ya que promueve la dignidad y los derechos humanos- como una plataforma para comunicar el mito de que todo ha vuelto a la normalidad en Fukushima.
La energía nuclear no sólo no es necesaria; es un verdadero riesgo que no debemos ni pagar ni afrontar.

Lee el informe completo aquí.

Raquel Montón - autor del blog.
Raquel Montón
Responsable de las campañas relativas al sistema eléctrico y la energía nuclear en Greenpeace. Estudios de Agronomía en la UPM y en la organización desde 2001, primero en la campañas de Biodiversidad y Cambio Climático. Twitter: @raquelmonton
29 posts

¡ Comparte !


Comentarios

0 comentarios

¡ Comparte !