En esta Semana Europea de la Movilidad estamos dando voz a las personas que más sufren las carencias de nuestro transporte. Desplazarse sin barreras, poder moverse con peques por la ciudad o no sufrir inseguridad en nuestros viajes son condiciones necesarias para que podamos dejar el coche en casa y apostemos por un transporte sostenible.

Por suerte, muchas ciudades están trabajando en facilitar estos tres aspectos de la movilidad sostenible. Y si echamos la vista atrás, comprobamos como en los últimos 10 años nuestros espacios públicos son más amables y seguros. Por eso hoy traemos 10 soluciones que están ya en marcha para facilitar una movilidad sostenible para todas.

1. Más y mejores espacios peatonales

Las ciudades deben ser accesibles a todas las personas, y más aún a quienes más dificultades tienen para desplazarse por su condición física. Por eso, la ampliación de espacios peatonales, la eliminación de bordillos y quitar aparcamientos para dar ancho suficiente a las aceras son medidas necesarias para una ciudad no solo más agradable, sino también apta para todas las personas. Un trabajo completo si, además, los ayuntamientos sancionan a los coches que aparcan mal bloqueando el paso.

En nuestro país, Vitoria-Gasteiz y Pontevedra son reconocidas internacionalmente por dar más espacio al peatón y menos al coche, mientras que la UE ha galardonado con el premio Ciudad Accesible a ciudades como Ávila (2011) o Castelló de la Plana (2020).

2. Aceras libres de obstáculos

Los coches no son los únicos que molestan. También las motocicletas o los patinetes de alquiler nos impiden andar. Y es que como vehículos que son, su lugar es la calzada. Por eso hay ciudades, como Berlín, que están habilitando espacios exclusivos para vehículos de alquiler (bicicletas, patinetes y motos eléctricas) despejando las aceras para poder andar sin obstáculos.

Estación Jelbi en Berlín (Alemania) donde se agrupan bicicletas, patinetes y motos de alquiler. [Foto: BVG]

3. Más ascensores y escaleras mecánicas

A veces los trayectos más difíciles no son los más largos, sino los que obligan a salvar un fuerte desnivel. En lugares donde las pendientes suponen un reto, la ‘movilidad vertical’ está convirtiéndose en un medio de transporte más, ya sea mediante ascensores, funiculares o escaleras mecánicas.

Barrios como el Carmel en Barcelona, San Roque en Santander o el proyecto Vigo Vertical facilitan la movilidad en zonas de difícil acceso, haciendo más fácil moverse en bici o llevar la compra. En Bilbao los ascensores registran casi un millón de usuarios al mes, y pronto ciudades como Valladolid se sumarán también a esta forma de moverse en vertical.

Foto: Ajuntament de Barcelona

4. El piso bajo

En 1991 Barcelona estrenó su primer bus de piso bajo, una característica que no solo garantiza la accesibilidad de las personas en silla de ruedas, sino que también es fundamental para poder viajar con carros de la compra, carritos de bebé o para la gente mayor que no puede subir escaleras. Actualmente la ley exige que todas las flotas de autobús urbano en España sean de piso bajo.

5. Más espacios reservados

El piso bajo es necesario, pero de nada sirve si luego no hay sitio en el autobús. Muchas personas (sobre todo, muchas madres) han tenido que dejar pasar el autobús porque ya había un carrito dentro. Para evitar eso, la mayoría de buses nuevos ya incorporan más plazas reservadas permitiendo albergar 2 sillas de ruedas y hasta 3 o 4 carritos de bebé. Así se garantiza que nadie se queda tirado por no poder subir.

6. Tarifas especiales para peques y jóvenes

Como a partir de cuatro años hay que viajar con billete, muchas familias deciden optar por ir en coche pensando que les sale más barato. ¡Pero esto ya no es así! En los últimos años, numerosas ciudades han incorporado billetes infantiles sin coste, acompañados de tarifas sociales y abonos de bajo coste para adolescentes y jóvenes.

Esta medida no solo beneficia a la economía de las familias, también refuerza la autonomía de los más jóvenes para poder desplazarse por su cuenta en transporte público sin depender de que les muevan en coche en su día a día.

7. Paradas a demanda más cerca de casa

Que viajar en transporte público es seguro es indudable, pues el riesgo de sufrir un accidente es menor que ir en coche o moto. Pero los accidentes de tráfico no son el único riesgo. Para muchas mujeres, volver a casa por la noche supone una situación de inseguridad.

Para proporcionarles más seguridad cuando viajan en transporte público, en algunas ciudades las mujeres ya pueden bajar fuera de las paradas en las líneas nocturnas, lo más próximo a su lugar de destino y bajando por la puerta delantera, evitando que puedan ser seguidas. Ciudades como Madrid, Donosti, Vitoria, València o Gijón ya cuentan con esta posibilidad tras varias pruebas positivas.

8. Iluminación

Otro factor que incrementa la percepción de seguridad está en la iluminación de las marquesinas de espera. Para evitar que puedan ser lugares hostiles por la noche, los nuevos diseños incorporan iluminación LED para dar esa sensación.

9. Protocolo antiacoso

Aun así, según datos del Ayuntamiento de Barcelona, 1 de cada 5 casos de acoso sexual en espacios públicos sucede en el transporte. Con el fin de prevenir estas situaciones, ciudades como Barcelona o València ya disponen de protocolos antiacoso, con formación al personal y procedimientos específicos para garantizar la protección de las mujeres durante sus trayectos, incluyendo un canal de mensajería en caso de emergencia.

10. Planificadores y previsión de tiempos

Pero si hay una medida que ha revolucionado la forma en la que nos movemos por la ciudad, ha sido todo lo relacionado con la información en los teléfonos móviles. Ya no hace falta andar mirando horarios en las paradas o preguntando por la calle, porque con cualquier móvil podemos saber al momento cuánto le falta al autobús, encontrar la bici de alquiler más próxima o descubrir cuál es la ruta más rápida para ir al trabajo.

Las apps de movilidad nos aportan la información que necesitamos para llegar de forma más rápida, sostenible y segura, ayudándonos así a dejar el coche en casa y disfrutar de unas ciudades más amables y verdes.

¡Súmate a la campaña!

Sigue el hashtag #MovilidadParaTodas y transformemos nuestras ciudades demandando:

1. Más calles peatonales y zonas de bajas emisiones
2. Mejor transporte público, con más rutas y frecuencias y asequible a todas las personas.
3. Más apoyo a la movilidad compartida, a través de bicis públicas o cooperativas de vehículos compartidos
4. Más y mejores vías ciclistas y peatonales
5. Más espacios verdes en los barrios y calles

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