Te mostramos la energía que no usas, pero sí pagas
- Desde Greenpeace hemos usado cámaras termográficas para documentar las enormes pérdidas de energía que despilfarran nuestras viviendas por culpa de un mal aislamiento. Esto supone una enorme pérdida de dinero para los hogares, que están pagando por calentar la calle, mientras aumenta las emisiones de efecto invernadero y los ingresos del oligopolio energético.
Si en febrero continuas ahogada por las facturas de gas, luz o vivienda, no estás sola. ¿Te abrigas de más? ¿Renuncias a encender la calefacción, a alguna ducha caliente, u otro servicio energético? Uno de cada cinco españoles, ¡10 millones de personas!, no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Aunque a nadie le guste ser estigmatizado, se llama pobreza energética, y la sufrimos muchas personas sin saberlo. Y si dedicas más de un 10% de tu presupuesto familiar a los gastos energéticos tú también la sufres.
«A nadie le gusta el estigma, pero si dedicas más de un 10% de tu presupuesto del hogar a los gastos energéticos, también sufres pobreza energética»
Pero no es tu culpa. La subida del precio del gas afectó al de la luz, que subió un 54% en 2024, acabó la reducción del IVA del 10%, que volvió al 21%, terminó la excepción ibérica, y seguimos sometidos a la especulación de los señores del gas (autócratas y empresas energéticas que se enriquecen obscenamente a costa de la salud de las personas y el planeta). Y lo que no sabías y hoy te contamos: también vivimos condenados por la malísima eficiencia energética de nuestras casas y perdemos la energía a raudales.
Esta imagen termográfica de un edificio cualquier lo explica:

Y es que una imagen térmica de nuestros barrios y pueblos mostraría un continuo de edificios llenos de colores amarillos y naranjas mostrando el calor que escapa a través de ventanas, paredes, fachadas, suelos y techos. En algunos casos hasta se observan los radiadores detrás de las paredes, una clara evidencia de la pésima calidad constructiva en eficiencia energética de nuestras viviendas.

Y es que seas de barrio humilde o clase media/alta, este problema afecta al 95% de nuestras viviendas, pues es generalizado a toda España, según el INE 2024.
«El problema de la pésima eficiencia enrgética afecta al 95% de las viviendas en España»
Menos aislamiento: más gasto y más emisiones
Como el calor se nos escapa, nos vemos obligados a encender más horas la calefacción y gastar más gas o electricidad para calentar nuestras casas, causando gastos insoportables a muchas familias y un impacto costoso al planeta por las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas. Y en el peor de los casos nos somete a renunciar a una temperatura de confort adecuada. Carencias que se traducen en nuestra salud física por ausencia de confort térmico o acústico, humedades, filtraciones de aire, etc. y también en nuestra salud psicológica y somática con ansiedad y depresión entre otras.
Antes y después de aislar

Algunos datos interesantes:
- Emisiones de CO2: Las emisiones globales de CO2 atribuibles a calefacción y refrigeración representan un 10-12% del total (AIE). En España representan un 8,2%.
- Consumo de energía: El sector residencial representa aproximadamente un 25% del total del consumo de energía en España, del cual cerca del 47% se corresponde con el consumo energético asociado a la calefacción de los hogares.
- Gasto económico familiar: la calefacción supone el principal gasto energético anual de las familias y representa casi 50% (IDAE), siendo superior en zonas frías de España. Esto se traduce en un gasto medio anual por familia de 760-2.168 € según sea la fuente de calefacción.
¿Qué pedimos desde Greenpeace?
Nuestra casa es y será, cada vez más, nuestro primer refugio climático. La dignidad en la vivienda también debe atender su habitabilidad, su confort térmico y energético. La energía es demasiado importante en nuestras vidas diarias (cocinar, calentarnos, ducharnos, estudiar, desarrollarnos) como para dejar que se convierta en un producto de lujo y genere desigualdades sociales injustas.
Llevar nuestras casas a la eficiencia y autosuficiencia energética con renovables nos permite ofrecer mayor justicia social, reduciendo la pobreza energética y las desigualdades residenciales, y garantizar mayor justicia ambiental, pues es solución para mitigar el cambio climático y para nuestra adaptación a él.
Por ello además de seguir exigiendo un acceso real y democrático a una energía y sistema 100% renovable, en Greenpeace demandamos las siguientes soluciones:
- Corto plazo: Soluciones paliativas que garanticen un acceso a servicios básicos energéticos, como el bono social (8 de cada 10 potenciales beneficiarios no lo reciben), tarifas sociales, o la prohibición de cortes de suministro por impago a los hogares en situación de vulnerabilidad.
- Medio-largo plazo: una intervención pública urgente en la rehabilitación energética y transición a renovables de nuestras casas, para romper nuestra dependencia al gas -y con ella sus altos costes económicos y ambientales- y para brindar mayor salud a nuestros hogares mediante el aislamiento, bomba de calor y autoconsumo solar.
Es hora de concienciar sobre este enorme problema que nos afecta a todos y que otro año más no para de crecer, y empezar a exigir a nuestros gobiernos que dejen de subvencionar al sector de los combustibles fósiles, que causan esta crisis social y ambiental, y pongan el dinero al servicio del bienestar público para transformar nuestras viviendas hacia la dignidad en su habitabilidad energética y las renovables.
Comentarios
Vivimos en un planeta sobrado de energía . Tanta energía que nos enferma .