Entrada de blog por Mariajo Caballero - 02-06-2022


Ucrania, 100 días de guerra

Cien días después de que el presidente ruso Vladimir Putin anunciara una «operación militar especial» en Ucrania y tropas rusas invadieran el país bombardeando varias ciudades y tomando la central nuclear de Chernobyl, hoy los titulares siguen reflejando la gravedad que se está viviendo: el ejército ruso sigue atacando la región de Donbás, miles de toneladas de trigo se pudren en el puerto de Odesa, el precio de la energía, de los combustibles, de los alimentos se ha disparado y parece que ninguna de las partes se sentará a hablar en serio de paz mientras piensen que pueden ganar este conflicto en el que la población civil de Ucrania está sufriendo terriblemente, perdiendo su vida, sus pertenencias, su libertad.

La respuesta dada hasta el momento se inclina hacia un grave retroceso de los valores y principios basados en la paz y la democracia. La postura adoptada por los gobiernos construye una visión de la defensa europea que ya no pone el foco en el mantenimiento de la paz, sino en la seguridad nacional, marginando el concepto de seguridad humana de la ONU. Y, además, nos muestra con toda su crudeza que nuestro actual sistema económico nos hace vulnerables y nos lleva al abismo.

Un abismo para la gran mayoría de la población, pero no para las élites. Una investigación de Greenpeace ha sacado a la luz que las petroleras han ingresado en sus cuentas 3.000 millones de euros adicionales desde que comenzó la invasión de Ucrania. 30 millones al día, cada día. ¿Qué calificativo le podemos poner a estos beneficios? se me ocurren varios, todos ellos poco correctos.

Rusia es la mayor fuente de importaciones de combustibles fósiles de la Unión Europea. Gastamos hasta 285 millones de euros al día solo en petróleo ruso. España depende en torno al 10% de importaciones de gas y al 4% de petróleo de Rusia. En el caso del transporte, la dependencia energética de Rusia es brutal: uno de cada cuatro coches, motos, camiones o aviones que se mueven en Europa lo hacen utilizando combustible ruso. Todo ese dinero sale de nuestros bolsillos, cada día más menguados. El precio del gas usado para calentar siete millones de hogares en España, generar electricidad y fabricar bienes esenciales ha subido cuatro veces más que el año pasado.

El coste de los alimentos de nuestra cesta de la compra se ha disparado en parte debido al gran papel de Rusia y Ucrania en la exportación de cereales, oleaginosas o fertilizantes a todo el mundo. Una reciente investigación realizada por Ayuda en Acción en África, Asia, América Latina y Oriente Medio muestra que los precios de los alimentos se han triplicado en algunas de las comunidades con mayor riesgo y se habla de grandes hambrunas que están a punto de llegar. Y, entre tanto, en Europa el lobby agrícola industrial rico y poderoso está utilizando la guerra de Ucrania para alimentar un temor infundado sobre el empeoramiento de la inseguridad alimentaria y desmantelar las metas y objetivos sanitarios, climáticos y medioambientales consagrados en el Pacto Verde Europeo.

Así que, tras 100 días de sufrimiento, algunas cosas nos han quedado claras:

  • Hay que apoyar hoy más que nunca de forma decidida y valiente la paz. Aunque parezca que no está de moda, es la mejor solución.
  • Hay que anteponer las necesidades de las personas y la naturaleza a las de una economía impulsada por el crecimiento. Necesitamos reducir drásticamente la cantidad de recursos y energía que usamos y hacer la transición a una economía circular.
  • La emergencia climática ya nos indicaba que había que abandonar los combustibles fósiles, pero ahora es más urgente que nunca. Solo la reducción de la demanda de energía (ahorro y eficiencia) y el tránsito acelerado a un sistema energético 100% renovable nos hará verdaderamente libres de la dependencia de los combustibles fósiles y nuclear con los que nos chantajea Rusia.
  • Europa debe transformar su sistema alimentario y agrícola y crear un sistema sostenible y resiliente. Para ello, debe cambiar a una alimentación basada en alimentos de origen vegetal cuya producción y comercialización sea ecológica, local y de temporada.

Nadie se merece estos 100 días, pero eso ya no se puede cambiar. Ahora hay que seguir luchando para no tener ni un día más así, porque sabemos que las cosas pueden hacerse de otra forma. Nuestra solidaridad más profunda con todas las personas que están sufriendo.

Mariajo Caballero - autor del blog.
Mariajo Caballero
Bióloga especializada en Zoología por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Dirección y Gestión de ONGs por ESADE. Responsable del área de Respuesta Rápida en Greenpeace España. Twitter: @mjocaballero
16 posts

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Comentarios

21 comentarios
gorrion 02/06/2022

Nos han metido en una guerra , de la que ya somos millones de perdedores-as .
ii GUERRAS NUNCA JAMÁS !!
💚

Responder
Marta Alemany 03/06/2022

💪

Greenpeace España 03/06/2022

💪

Dra Quem 03/06/2022

Los combustibles fósiles subvencionan todas las guerras.
Los únicos beneficiados son los grandes lobbys a costa del sufrimiento de la población civil.
Las energías renovables son el único camino a la ☮

Responder
Greenpeace España 06/06/2022

💪 Venga de donde venga, el gas fósil es un combustible que hay que abandonar.

Dra Quem 03/06/2022

Los combustibles fósiles subvencionan todas las guerras.
Los únicos beneficiados son los grandes lobbies a costa del sufrimiento de la población civil.
Las energías renovables son el único camino a la ☮

Responder
Cabezón 03/06/2022

Las tierras de Ucrania se han convertido en un laboratorio experimental mundial . Donde las personas ( ciudadanía ) , somos sus ratóncitos con los que ensayar .
Si las guerras son creadas por desalmados , esta en concreto la siguen manipulando DESALMAD@S .
ii NO HA HABIDO NI HAY UNA GUERRA JUSTA !! .

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tiki 03/06/2022

Cada día que transcurre , la BESTIA sigue alimentando a su descendencia , Mayormente con el DOLOR y el SUFRIMIENTO AJENO , más con ODIOS generadores de enfrentamientos inhumanos .
la GUERRA es la BESTIA .
DEJEMOS DE ALIMENTARLA .

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Greenpeace España 06/06/2022

¡No más guerras!

hermafrodita 03/06/2022

Dr Quem , breve análisis tan esclarecedor . Al que añadiria desgraciadamente la venta de armas .
LA MEJOR GUERRA ES LA QUE NO EXISTE .

Responder
Greenpeace España 06/06/2022

¡Gracias hermafrodita!

Victoriano 03/06/2022

No caigamos en las redes de l@s que ofrecen muerte y desolación .

Responder
Greenpeace España 06/06/2022

💪

avefenix 03/06/2022

¿ CUANDO NOS VAIS A DEJAR EN PAZ ? .
LAS GUERRAS NOS INHUMANIZAN .

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Hugo 04/06/2022

La guerra es la excusa perfecta para los malos políticos y los empresarios usureros. ¿Alguien cree qué este país y otros de Europa(incluido Alemania) va a poder vivir como antes de la guerra si ésta se sigue alargando? Cómo no acabe pronto nos viene una crisis como no se ha visto. Todo por nuestra dependencia de combustibles fósiles. Amor para todos 😍😘💋

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Greenpeace España 06/06/2022

¡Gracias Hugo!

Silvestre 04/06/2022

Usurer@s se frotan las manos , ante los botines que les enajenan insanamente . Acrecentando el peligro de prolongar la guerra .
Nos siguen echando a los píes de la guerra .
DIGAMOS BASTA , QUEREMOS VIVIR EN PAZ .iiii VLADIMIR PUTIN DESISTE !!!! , sera una victoria para ti mismo , y para la HUMANIDAD .

Responder
Greenpeace España 06/06/2022

¡Basta!

Juan Carlos Otazu Pipaòn 05/06/2022

iiiii NO A LAS GUERRAS !!!!!

Responder
Greenpeace España 06/06/2022

¡NO!

Teresa Martínez 08/05/2023

Estoy de acuerdo con todo, pero me falta una cosa: una propuesta de solución. Porque hasta ahora, la única manera de que haya paz es que Ucrania se rinda y parece que la mayoría de ucranianos no están muy por la labor; tal vez tengan derecho a luchar por su pedazo de libertad o, al menos, para no ser dominados por Rusia (sean cuales sean sus antecedentes históricos) Nuestras democracias europeas aún son muy deficientes y la española de las que más, pero la prefiero al franquismo, ¿Por qué iban los ucranianos a querer 40 años de putinismo? Y ¿Cómo pueden impedirlo? Sin esa respuesta, esta posición pacifista abstracta desde nuestro sofá me parece un tanto hipócrita, y perdónenme si no les gusta.

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