Entrada de blog por Mónica Parrilla - 25-05-2018


¿Vamos a tener un verano tranquilo de incendios forestales?

Nos acercamos a la temporada de riesgo de incendio, pero este año, con las trombas de agua que estamos teniendo, puede parecer que va a ser un buen verano en incendios. Que no se van a atrasar, que hay mucha agua y que el monte está húmedo. Pero es importante tener mucha precaución con este tipo de afirmaciones.

El fuego es un fenómeno que se produce cuando se aplica calor a una sustancia combustible en presencia de aire. Con el foco producido, para que se propague dependerá del clima (temperatura y humedad), topografía y combustible (la vegetación). En función de cómo esté la vegetación tendrán más facilidad para arder, es decir, será más o menos inflamable.

Es indudable que con más días lluviosos, nuestros bosques se enfrentan con un contenido de agua mayor, y por tanto con más dificultad de arder. Sin embargo es importante tener en cuenta que en primavera y en pleno crecimiento de la vegetación, con toda esta agua se produce un boom inusual de hierbas y pastos. Y sabemos que pasamos del abrigo al tirante de un día para otro, de manera que esas hierbas y malezas se secan rápidamente convirtiéndose en combustibles finos que son los que más rápidamente arden ante cualquier chispa. Lo que consideremos un campo verde bucólico se convierte en un paisaje inflamable en la primera ola de calor.

Ya lo hemos dicho más veces: los incendios forestales son un tema complejo que no podemos simplificar. Factores como el clima y la vegetación se suman para explicar la velocidad de propagación del fuego, pero serán otros muchos elementos los que determinen la existencia de incendios y de su mayor virulencia.

Por tanto, máxima precaución en el bosque, sobre todo si tu vivienda o urbanización está en el medio natural. Toma precauciones para evitar generar incendios, y prepara tu vivienda en caso de incendio.

En la actualidad las personas que viven en la ciudad se han desligado del monte y de los riesgos asociados al mismo. En muchas ocasiones el bosque se percibe casi como un decorado estático que da calidad de vida sin percepción del riesgo. Hay que cambiar esa idea: es necesario asumir y mitigar el riesgo de incendio, como se hace con la previsión de inundaciones y avenidas.

¿Conoces si tu municipio tiene Plan de Emergencias en caso de incendios? ¿Has realizado el Plan de Autoprotección de tu vivienda? ¿Sabes qué hacer en caso de incendio forestal?

Cuidado con prever buenos veranos y luego llevarnos las manos a la cabeza. Disfrutemos del verdor del campo, asumiendo el riesgo potencial de incendio para prevenirlo y mitigarlo.

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