Si comes pescado, apuesta por uno sostenible. Presiona a los gobiernos para que apoyen la pesca sostenible como futuro para los océanos y para las comunidades pesqueras. Si lo comes, hazlo de manera responsable.
#1
Reduce tu consumo de pescado y cuando lo compres, elige siempre de temporada, de artes sostenibles y lo más cercano posible
Es más sabroso y mucho más sostenible. Con nuestra guía de pescado de temporada podrás identificar los peces y mariscos de temporada más habituales en las pescaderías, contribuyendo a mejorar la situación de sobreexplotación en la que se encuentran los océanos.
#2
Mira la etiqueta
Un correcto etiquetado da toda la información necesaria y permite elegir el producto más sostenible. Con el actual reglamento de la UE en el pescado fresco y congelado se debería indicar, entre otros:
- Método de pesca: Elige las más selectivas como el pincho, el trasmallo, las nasas, el palangre no industrial, la caña, etc.
- Zona de captura: a veces, se descarga en puertos cercanos pero viene de lejos. Mira que se haya capturado cuanto más cerca mejor.
#3
Exige a los supermercados que desarrollen una política de compra sostenible de productos pesqueros
Exige productos de pesca que sean sostenibles, que apoyen a las comunidades pesqueras y que estén bien etiquetados con información completa sobre su origen.
#4
Conoce el viaje del atún del mar al plato
El atún es uno de los pescados más consumidos y a su vez más vulnerables. En tu supermercado busca productos que indiquen que ha sido pescado con caña y lo más cercanos posibles.
#5
Penaliza la pesca insostenible
Si el etiquetado no está claro y el pescadero carece de la información sobre el origen, no lo compres. El mayor daño que podemos hacer es precisamente consumir si tenemos dudas acerca de la procedencia y la sostenibilidad. Mira este vídeo para saber cómo comprar pescado de forma sostenible.
#6
Trata de evitar el pescado de acuicultura intensiva
La acuicultura no es la solución a la sobrepesca. Alrededor de un tercio de la pesca mundial se dedica a la fabricación de harina de pescado para alimentar la cría en cautividad. Además tiene otros impactos sociales y ambientales como la contaminación del agua, la introducción de especies invasoras y la ocupación de zonas costeras y marinas en detrimento de su conservación y de otras actividades como la pesca tradicional. Opta por la acuicultura más tradicional (como el marisqueo) o de especies herbívoras y autóctonas.
#7
Fomenta el turismo pesquero
Disfruta y aprende de la cultura del mar a través del contacto con sus paisajes, gentes y modos de vida. Tu visita puede generar nuevas vías de ingresos, empleo estable y complementario a la actividad extractiva, así como un mayor dinamismo que permita mejorar la calidad de vida en las zonas costeras.