Dentro de Greenpeace emerge como prioridad la necesidad de cuestionar el actual modelo económico y nuestra propia contribución para impulsar otras formas de economía que pongan en el centro la justicia, la solidaridad, el respeto al medio ambiente, la equidad y la cooperación para las personas y el planeta.

Para que los cambios se produzcan, es necesario acabar con la colusión entre gobiernos y grandes corporaciones, fomentar la cultura de la paz y fortalecer el espacio democrático, defender los derechos humanos y construir un nuevo orden en el que la economía esté al servicio de las personas y el planeta.

Además, queremos descartar aquellos acuerdos comerciales que priorizan los intereses corporativos y el paradigma del «crecimiento ilimitado» sobre los límites ambientales. Por ello nos hemos opuesto a los tratados comerciales injustos: el CETA (UE + Canadá), el JEFTA (UE + Japón) y Mercosur  (UE + Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).

También nos hemos sumado a la campaña de Alianza por la Solidaridad por el caso de un proyecto hidroeléctrico en Guatemala del Grupo Cobra, filial de la constructora ACS. Hemos entregado 25.000 firmas a Florentino Pérez, el presidente de la compañía, pidiendo la paralización del proyecto que generará la pérdida del 90% del caudal del río, afectando a los 29.000 indígenas que viven en ese territorio.

Por otro lado, nuestra campaña para salvar las abejas ha conseguido más de 450.000 firmas. España ha anunciado un “Plan de Acción Nacional para la Conservación de los Polinizadores”.

Los contrainformes de venta de armas españolas a terceros países a partir de las estadísticas oficiales, realizados dentro de la campaña Armas Bajo Control junto a Amnistía Internacional, Oxfam y Fundipau, han sacado a la luz las prácticas menos responsables autorizadas por el Gobierno español.

Hemos denunciado el caso de la venta de corbetas militares a Arabia Saudí bajo el lema “Armas marca España para matar civiles” ya que estos barcos de guerra españoles pueden ser utilizados para crímenes contra la población civil y violaciones de los derechos humanos en Yemen. Estuvimos presentes en la feria de armas HOMSEC.

A bordo del buque Esperanza, llevamos a cabo la campaña “No queremos ser cómplices” con organizaciones de Derechos Humanos de Bilbao y denunciamos la carga de contenedores con armas fabricadas en España al barco Bahri Tabuk, con destino a Arabia Saudí, sacando a la luz el oscurantismo que envuelve el comercio de armas.