Querida socia, querido socio:
Concluye 2018 con una llamada urgente a la acción en la lucha contra el cambio climático. La transición ecológica hacia un nuevo modelo productivo, que renuncie al consumismo y a la sobreexplotación de los recursos en un planeta finito y frágil, es urgente. No tenemos más que una década para evitar las consecuencias más negativas e irreversibles.
Durante este año han ocurrido multitud de cosas, tanto en España como en el resto del mundo, que han estado relacionadas con el desarrollo de nuestro trabajo. Un trabajo que ha sido posible gracias al apoyo de vosotras y vosotros: socias y socios; voluntarias y voluntarios, activistas, y el resto del gran equipo que formamos Greenpeace.
- Participamos en el primer molino eólico comunitario del Sur de Europa junto a 500 organizaciones y particulares y contratamos directamente su suministro eléctrico para nuestra sede.
- Se aprueba el Decreto sobre la conservación de la Posidonia en las Illes Balears que protege 650 km2 de esta planta marina.
- El Ayuntamiento de Madrid pone en marcha “Madrid Central”, un proyecto para reducir la contaminación ambiental y el tráfico motorizado en el centro de la ciudad.
- El Parlamento de Navarra aprueba la Ley de Residuos más avanzada de todo el Estado para acabar con los productos de un solo uso y volver a los reutilizables.
- Realizamos una expedición histórica para reclamar la creación del mayor santuario del mundo en aguas antárticas y el 85% de la industria pesquera de kril se compromete a dejar de pescar en las áreas ecológicamente sensibles del océano antártico.
- Los gobiernos europeos respaldan la propuesta de la Comisión Europea para prohibir casi totalmente el uso al aire libre de tres insecticidas neonicotinoides especialmente peligrosos para las abejas.
- La Comisión Europea ha aprobado la primera Directiva en el mundo que reduce los plásticos de un solo uso.
Aun así, sin duda quedan muchos retos que afrontar durante 2019. Por ejemplo:
- Que se apruebe una Ley de Cambio Climático y Transición Energética ambiciosa en cuanto a reducción de emisiones y renovables , acorde con la emergencia climática que vivimos y que tenga también en consideración la importancia del sector agrícola tanto para la mitigación del cambio climático como en las medidas de adaptación.
- La demolición del hotel ilegal de El Algarrobico, haciendo efectivas las sentencias judiciales.
- Garantizar un Tratado de los Océanos de Naciones Unidas que permita la creación y la gestión global de santuarios en alta mar.
- Poner en evidencia la huella ecológica de las importaciones de la UE de materias primas (aceite de palma, soja, carne, caucho, madera o papel) procedentes de la deforestación como forma de evitar las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad.
- Más compromisos y actuaciones de las ciudades españolas para ser más sostenibles fomentando una movilidad sostenible, priorizando a las personas, fomentando una alimentación, gestionando de manera eficiente sus residuos plásticos.
- Incrementar de la concienciación sobre los impactos negativos de la ganadería industrial y el consumo desmesurado de carne y otros derivados animales para nuestra salud y la del planeta.
- Garantizar el cumplimiento estricto por parte del gobierno de la Ley de Control de Comercio de Armas y paralización de la exportación de armas a Israel y los países de la coalición encabezada por Arabia Saudí en Yemen.
- Lograr definitivamente una reforma de la Ley Mordaza que se adecúe a los estándares internacionales de derechos y libertades democráticos, y que proteja de forma efectiva el ejercicio del derecho a la protesta pacífica.
En lo que respecta a los órganos de gobierno de Greenpeace, 2018 ha sido el ecuador del actual mandato del Consejo de Greenpeace España (2017-2019) y un año intenso de trabajo. En la Asamblea Anual, celebrada los días 3 y 4 de marzo, se renovaron cinco de los siete puestos de la Junta Directiva. Un nuevo equipo que se marcó como uno de sus objetivos prioritarios una mayor integración de Junta y Consejo en las dinámicas de Greenpeace España.
Un paso en esta dirección fue nuestra incorporación a la plataforma de movilización Greenwire para estar más cerca de las actividades del voluntariado, que juega un papel imprescindible y cada vez más potente en Greenpeace. Integramos también en nuestro funcionamiento metodologías y herramientas de trabajo acordes con las del resto de la organización.
Todo ello para facilitar una mejor coordinación y eficacia en nuestra labor de reflexión e impulso al excelente trabajo que realiza el equipo de Greenpeace España, en unos momentos en los que la emergencia climática y la acelerada pérdida de biodiversidad son una llamada constante a la acción. Desde el compromiso, la innovación, la creatividad y el establecimiento de nuevas alianzas, hemos de combinar estratégicamente la denuncia y la puesta en marcha de alternativas, buscando la complicidad y la implicación de sectores cada vez más amplios de la sociedad.
En este contexto, en 2018 desde los órganos de gobierno hemos tenido la oportunidad de facilitar y acompañar dos procesos importantes para Greenpeace España. La búsqueda de una nueva sede y del mejor proyecto para su adecuación a criterios ambientales. Finalmente la organización cuenta con una sede que es ejemplo vivo de que los cambios que pedimos son viables y vienen acompañados, además, de una mejor calidad de vida. El proyecto para una mayor presencia en los territorios, intensificando la contribución desde lo local a los grandes retos ambientales por los que trabajamos, ha sido otro objetivo materializado en 2018.
Seguimos adelante sabiendo que contamos con el compromiso y el impulso de todas las personas que hacéis posible la existencia y el trabajo de Greenpeace: socios y socias, voluntariado, activistas, equipo técnico, simpatizantes… ¡GRACIAS!
El Consejo, la Junta Directiva y el director ejecutivo de Greenpeace España