El inicio de la guerra en Ucrania en marzo de 2022 desveló la vulnerabilidad de nuestro sistema energético.
Sin embargo, este triste episodio dio paso a un despegue sin precedentes del autoconsumo de energía renovable, una de las herramientas imprescindibles para afrontar la crisis climática y social en la que nos encontramos.
Además de impulsar las soluciones que necesitamos, durante el pasado año en Greenpeace seguimos señalando a los culpables. El poder fósil no puede seguir lavando su imagen como si, en lugar de estar destruyendo el planeta, lo estuviera salvando.
Recogemos los frutos de años de trabajo
Las energías renovables alcanzaron un nuevo máximo histórico en generación y consiguieron que bajase el precio de la electricidad en plena crisis energética. Los sucesivos récords en generación renovable demuestran lo que llevamos años diciendo: es posible cubrir la demanda energética actual con producción 100% renovable.
Celebramos el impulso del autoconsumo
El autoconsumo fotovoltaico individual batió récords sin precedentes en su despegue en 2022. En un contexto de crisis energética derivada de la guerra de Ucrania, desde Greenpeace pusimos encima de la mesa la necesidad de acelerar la transición energética hacia el ahorro, la eficiencia y las energías renovables justas. Nuestro Tour Renovables en tus Manos YA recorrió parte del territorio para acercar este modelo a la población y, coincidiendo con la celebración de la COP, trasladamos un mensaje al Gobierno desde el Templo de Debod.
Perseguimos el greenwashing de las corporaciones fósiles
Más de 350.000 ciudadanos de la UE apoyaron nuestra propuesta de prohibir la publicidad y los patrocinios a las empresas de combustibles fósiles y grandes emisores. Además, nuestras activistas se pasaron por las sedes de reconocidas empresas, como Naturgy o Enagás, para recordarles que el gas con el que producen energía provoca guerras y cambio climático.