El mensaje de la comunidad científica en 2023 fue incuestionable: para frenar el cambio climático debemos abandonar los combustibles fósiles y apostar por las energías renovables. Aunque el tiempo se acorta, todavía tenemos una ventana de oportunidad para revertir esta situación. El destino de nuestro planeta está en juego y depende de las decisiones que tomemos en la próxima década.
En un año marcado por récords de calor extremo y sin primavera, desde Greenpeace alzamos la voz para señalar el vínculo directo entre los combustibles fósiles y el cambio climático. Existen soluciones, y debemos implementarlas con urgencia.
El fin de los combustibles fósiles ha comenzado
Por primera vez, en la COP28 se llegó a un acuerdo para pedir a los países que abandonen los combustibles fósiles. Este hito marca el reconocimiento del trabajo de Greenpeace durante años. Es hora de que España, la Unión Europea y otros países del norte global inicien una transición justa hacia las energías renovables y dejen de subvencionar a la industria fósil. Nuestros equipos de voluntarios recogieron restos de la DANA que asoló Madrid y Toledo en septiembre, y los expusimos en la Puerta del Sol de Madrid como muestra de lo que el cambio climático es capaz de hacer.
El año de más renovables de la historia
España alcanzó un récord histórico en 2023: las energías renovables produjeron más electricidad que las energías sucias. Más de 20.000 familias cada mes instalaron placas fotovoltaicas en sus hogares. Nuestra guía de autoconsumo y calculadora solar fueron clave en este logro y ayudamos a que más personas pudieran liberarse de los altos precios de las eléctricas. Además, denunciamos el calvario burocrático que Iberdrola, Naturgy y Endesa imponen a quien quiera optar por el autoconsumo.
Celebramos el cierre de las centrales de Meirama y As Pontes
Después de años siendo las centrales más contaminantes de España y Europa, en octubre dejó de operar la última central térmica basada en carbón, la de As Pontes, en A Coruña. En marzo se desmanteló la de Meirama, también en A Coruña. Culminan así años de activismo de Greenpeace contra la producción energética con carbón.
Denunciamos el blanqueo verde de las petroleras
Greenpeace sacó a la luz cómo las petroleras europeas, incluida Repsol, proyectan un falso compromiso con la descarbonización y las energías renovables mientras ocultan sus inversiones en energías sucias. Estas empresas acumulan ganancias astronómicas a costa del medio ambiente y la salud de las personas. Deben rendir cuentas por el daño que causan. Nuestros activistas transmitieron este mensaje desde la plataforma de Shell en el norte de Canarias.